Conflicto bélico

El Vaticano inicia una misión para poner fin a la guerra en Ucrania

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Matteo Zuppi, el enviado del Papa, se encontrará hoy y mañana en Kiev

El cardenal vaticano, Matteo Zuppi.

El cardenal vaticano, Matteo Zuppi. / Reuters

Irene Savio

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La misión del enviado especial del Vaticano para intentar poner fin a la guerra de Ucrania ha empezado. Así lo ha anunciado este lunes la Santa Sede en un brevísimo comunicado sobre el inicio del viaje de cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, designado para esta nueva misión en el país eslavo por el papa Francisco hace tan solo 15 días.

“Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo el de escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre posibles vías para alcanzar una paz justa”, ha comunicado El Vaticano. Se busca sostener "gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones”, se ha añadido. 

Zuppi, de 67 años y cuya visita se desarrollará durante el lunes y el martes, viajará a la capital de Ucrania, Kiev, de acuerdo con lo informado. No se sabe, sin embargo, si se encontrará con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mientras que un portavoz del Gobierno ucraniano ha insistido que lo que se espera Kiev son "esfuerzos para devolver a sus casas a los niños que fueron forzosalmente llevados a Rusia". De igual manera, Moscú ha hecho saber que la agenda del presidente ruso, Vladimir Putin, no incluye una reunión con Zuppi.

Contraofensiva

Es el reflejo de una visita que, como ha destacado en las últimas semanas, llega en un momento muy difícil, con las autoridades ucranianas contrarias a una mediación con Rusia llevada adelante por terceros. Ucrania está “lista” para lanzar su contraofensiva militar, dijo hace tan solo dos días Zelenski. "Las armas destruyen toda esperanza de paz", volvió a repetir Francisco recientemente.

Además de ello, tampoco está claro cuál es el estado de las comunicaciones entre el Papa y Putin. De hecho, en el último año y medio, Francisco ha mediado con éxito en algunos intercambios de prisioneros capturados por Rusia y Ucrania, pero no se sabe si el Papa ha tenido la posibilidad de hablar directamente con el líder ruso. Algo que sí pudo hacer con Zelenski, en una reciente visita de este a Roma. 

Pero también esta reunión no terminó con los mejores auspicios para una mediación vaticana. “Con todo respeto por su Santidad, no necesitamos mediadores entre Ucrania y el agresor, necesitamos una paz justa y nosotros debemos hacer el resto”, dijo Zelenski después de ese encuentro.

Riesgos

El preámbulo no es de los mejores también porque el reciente viaje del mediador chino para el conflicto, Lu Hui, ha concluido con la constatación de que el camino es aún cuesta arriba. “Hay una gran distancia en las posiciones de ambos países. Hemos hecho un primer viaje, era difícil obtener a la primera un buen resultado”, ha dicho Hui.

En este enredado contexto, la clave podría hallarse precisamente en la figura de Zuppi, un prelado que en el pasado ha ejercido con éxito de mediador en conflictos en África. Aún así, voces vaticanas también consideran que, de fracasar, la reputación de Zuppi, hoy día uno de los cardenales con mejor fama dentro de la Iglesia católica, podría verse dañada.

En este contexto, el propio Vaticano ha intentado recientemente rebajar las expectativas sobre la misión vaticana. Un primer objetivo es “crear una atmósfera distinta, un clima que ayude a todos a encaminarse hacia una solución pacífica”, y no de forma “inmediata una mediación”, dijo la semana pasada el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin