La UE pide a Cuba por los ciudadanos presos tras el estallido social y enviará a la isla un relator de derechos humanos

"La Unión Europea no tiene ni la capacidad ni la voluntad de imponer cambios en Cuba, pero sí queremos tener un marco de diálogo sobre todo lo que nos une y nos diferencia, sin tabúes ni prohibiciones", dijo Josep Borrell en La Habana. El Alto Representante de la UE se ha reunido con la plana mayor del Gobierno, entre ellos el presidente Miguel Díaz-Canel. La cooperación entre el bloque europeo y la isla ha estado en el centro de las conversaciones. La UE, puntualizó Borrell, es el primer socio comercial y de inversión. "Durante mi visita he tenido la oportunidad de reunirme con representantes de las más de 700 empresas europeas en el país". Pero no ha sido el único tema que trajo a Borrell a Cuba.

"Ambiente constructivo", dijo el sábado Granma, el órgano oficial del Partido Comunista, y pasó por alto un asunto medular. Como era de esperar, Borrell planteó públicamente la situación de las personas detenidas y condenadas tras el estallido social del 11J que ha cambiado el mapa político de ese país. En ese sentido se ha referido a "la situación creada antes, durante y después de las manifestaciones y detenciones del pasado mes de julio del 21". Recordó al respecto que el derecho a la protesta "está en el corazón de los valores sobre los que se ha construido la Unión Europea y a eso le damos una relación prioritaria en nuestras relaciones internacionales". Borrell anunció a su vez que en noviembre aterrizará en la mayor de las Antillas Eamon Gilmore, representante especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos.

La crisis económica agudizada tras la pandemia, y atravesada por la escasez, la inflación y los cortes de luz, provocó hace dos años una suerte de tormenta perfecta en las calles. Nunca antes había tenido lugar una protesta de semejante alcance desde que Fidel Castro tomó el poder, en enero de 1959. Enero de 2022, la Fiscalía General de la República reportó que había 790 personas instruidas con cargos delictivos. En junio de ese año se informó oficialmente sobre 381 condenas con hasta 25 años para los casos graves de sedición. El Gobierno consideró que si bien existían razones para el descontento, las manifestaciones fueron organizadas a través de las redes sociales por grupos opositores en Estados Unidos.

La invasión rusa a Ucrania

"He reiterado nuestra posición clara sobre la guerra rusa de agresión contra Ucrania”", dijo a su vez Borrell. La invasión, remarcó, se ha constituido en una "amenaza para la estabilidad y seguridad global".

Cuba se encuentra en proceso de fortalecimiento de su alianza económica y política con Moscú. A pesar de esos movimientos, la UE, dijo el alto representante, espera "contar" con su liderazgo para "promover el respeto" a la "soberanía de Ucrania". Para Borrell es "importante explicar a Cuba" la posición de la UE dado a que la isla ejerce actualmente la presidencia del Grupo de los 77 y China (G77) y, por lo tanto, "juega un papel y tiene una responsabilidad especial en el ámbito multilateral".

Desde el inicio de la guerra, tanto las autoridades políticas como los medios de prensa han evitado hablar de Rusia como país invasor de Ucrania. Borrell expresó también en La Habana la “preocupación” de la UE le "preocupa" por el despliegue de armas tácticas nucleares de Rusia en territorio bielorruso, otro aliado de Cuba.

La viceministra de Exteriores de Cuba, Anayansi Rodríguez, quien acompañó a Borrell, señaló que su país aboga "por una solución diplomática seria" y se opone a las sanciones contra Rusia. También agregó "que la historia exigirá responsabilidad" a EE.UU. por su "doctrina "militar fuera de las fronteras de la OTAN".