Caídas en la actividad

Alemania entró en recesión en el primer trimestre tras una contracción del 0,3% del PIB

El Gobierno alemán prevé esquivar la recesión este año

Alemania sufre la segunda peor recesión de la historia reciente

El primer ministro alemán, Olaf Scholz.

El primer ministro alemán, Olaf Scholz. / Kay Nietfeld/Dpa

Marina Ferrer

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Alemania no esquivó finalmente la recesión, al confirmarse un segundo trimestre consecutivo con su producto interior bruto (PIB) bajo el signo de la contracción. Algo que, además, se produce en un momento álgido para la coalición del canciller Olaf Scholz.

La primera economía de la zona euro registró una caída del 0,3% del PIB en el primer trimestre del año, según los datos definitivos del departamento federal de Estadística (Destatis). Este dato, difundido este jueves, sigue al 0,5% con que se cerró el último periodo trimestral de 2022, lo que en términos de los expertos se define como recesión técnica.

Las cifras de Destatis cayeron como un jarro de agua fría en Berlín. Unas pocas semanas antes, el mismo departamento oficial de estadística había aliviado la situación al publicar unas estimaciones provisionales que apuntaban a un estancamiento -o 0,0%-.

El principal factor que ha empujado ahora esos datos a la zona de la recesión es el consumo privado, que ha caído un 1,2% arrastrado por el peso de la inflación. El ascenso del índice de precios de consumo (IPC) ya no está en los niveles críticos en que se encontraba en el último trimestre de 2022. En octubre se había marcado el nivel récord del 10,4 % interanual. En los meses siguientes se ha logrado contener ese nivel récord hasta bajar en abril al 7,2 % interanual, recordó Destatis en su comunicado.

Sigue siendo, sin embargo, un nivel excesivo como para que animar el consumo privado, según destacó el analista Jörg Krämer, de la televisión pública ARD.

El descenso de la inflación viene observándose de forma sostenida sobre todo en los precios de la energía. En enero, el aumento del IPC en ese sector era aún del 23,1% interanual, mientras que en febrero había bajado al 19,1% y en marzo al 3,5%. La cesta de la compra sigue en cambio a unos niveles inflacionarios altísimos: un 17,2 % interanual en abril, que el 21,8 % de febrero y el 22,3 % de marzo.

El tripartito de Scholz, integrado por socialdemócratas, verdes y liberales, puso todo su empeño desde el inicio de la guerra en Ucrania y la crisis energética que se derivó en articular medidas para contener el alza de precios del sector y, a la vez, garantizar la seguridad de los suministros. Que durante el invierno Alemania no se quedara sin gas -como llegó a temerse con el corte de envíos desde Rusia- se consideró un éxito de gestión del ministro de Economía, el verde Robert Habeck.

Pero esta contención o búsqueda de instrumentos compensatorios en el sector energético no ha ido acompañada de medidas parecidas en la cesta de la compra. A Habeck, superada la emergencia invernal, le llueven ahora las críticas incluso de sus socios de coalición liberales, que bloquean la entrada en el trámite parlamentario de uno de sus grandes proyectos de ley -la sustitución progresiva, pero obligatoria de las calefacciones de gas o petróleo por sus equivalentes de energías renovables.

Habeck ha pasado de miembro estrella del tripartito a ministro al borde de estrellarse. A las críticas a su gestión se suman una serie de escándalos por tráfico de influencias y presunto enchufismo por parte de cargos de su confianza.

Exportación

La confirmación de Destatis de una recesión técnica supone que será de corte temporal y aparentemente sin mayores impactos macroeconómicos. Hay impulsos positivos desde el motor tradicional de la economía alemana -la exportación- y de sectores industriales esenciales, como la construcción de maquinaria, electrodomésticos y automoción.

El conjunto de las exportaciones crecieron este primer trimestre un 0,4% respecto al último de 2022. El mercado laboral sigue registrando récord de ocupación, con 45,6 millones de ciudadanos laboralmente activos, en un país con cerca de 83 millones de habitantes.

Pero las cifras de Destatis le vienen en un momento álgido a Habeck y, por extensión, en el conjunto del tripartito de Scholz. Los disensos son continuos en la coalición y la presión desde la oposición se hacen sentir no solo en los sondeos -ahora mismo la oposición conservadora supera en siete puntos a los socialdemócratas del canciller. El ánimo entre los coaligados está por los suelos y el propio Habeck acusó a los liberales de "romper con su palabra", al bloquear la entrada en el trámite parlamentario de su proyecto de ley.