Ocupación

España endurece las importaciones desde las colonias de Israel en Palestina

Exigirá a los exportadores israelíes un certificado de origen si quieren acogerse a la exención de aranceles del tratado UE-Israel

Soldados del Ejército de Israel en Cisjordania.

Soldados del Ejército de Israel en Cisjordania. / EP

Mario Saavedra

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En 2000, la Unión Europea e Israel alcanzaron un acuerdo de libre comercio. Dejaron de aplicar aranceles a la importación. En 2004, se añadió una salvaguarda: quedarían excluidos de esta ventaja aquellos artículos que vinieran de los asentamientos ilegales israelíes en los Territorios Ocupados de Palestina. Las aduanas españolas, y las del resto de los países de la UE, debían discriminar unos productos de otros, en base al código postal. No se ha hecho: España no conoce siquiera el volumen de ingresos por aranceles desde Israel. Una cifra que mostraría cuánto comercio se permite desde las colonias ilegales. Esa situación ha quedado expuesta en varias preguntas parlamentarias en Madrid y en Bruselas, y ha sido denunciada por las organizaciones de derechos humanos, que recuerdan que lucrarse con zonas ocupadas es ilegal e inmoral.

Ahora, tras más de dos décadas de vigencia del acuerdo, el Ministerio de Hacienda ha dado la orden de que las aduanas españolas exijan a los productos provenientes de Israel un nuevo código de certificado de origen (llamado Taric). Si el exportador israelí no quiere pagar aranceles, debe demostrar que su mercancía no ha sido producida en los Territorios Ocupados. “La prueba de origen en poder del operador no se refiere a un lugar que no pueda acogerse al trato preferencial en virtud del Acuerdo de Asociación UE-Israel”, se lee en la instrucción de la Agencia Tributaria (AEAT), recogida por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica. La nueva regulación aplica desde este 16 de mayo.

Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y Gaza, debían formar el estado de Palestina, tal y como se acordó en Oslo en 1993. Pero el Gobierno israelí ocupa militarmente Cisjordania, bloquea Gaza y promueve los asentamientos ilegales. Hay en Cisjordania al menos 144 colonias (desde urbanizaciones a pequeñas ciudades) y 100 puestos de control que albergan a un total de cerca de medio millón de israelíes. Su economía se basa sobre todo en productos agrícolas, como vinos o dátiles. Estos asentamientos son ilegales para España, la UE, Naciones Unidas y Estados Unidos, entre otros. “De acuerdo con el derecho internacional, todos los acuerdos entre Israel y la UE deben indicar explícitamente su inaplicabilidad a los territorios ocupados por Israel desde junio de 1967”, recordó hace dos años Valdis Dombrovskis, comisario europeo de Comercio. 

La Embajada de Israel asegura que no ha sido informada de este cambio, pero no ha hecho más comentarios al respecto al cierre de esta edición.

La Agencia Tributaria explica a este diario que el cambio técnico sirve para "llamar la atención" al exportador sobre el "cumplimiento de una obligación ya existente". Si va a solicitar trato preferencial para sus bienes, necesita que "el certificado u otra prueba de origen de la que dispone se refiera a un lugar dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas del país". Así, interpreta este organismo de Hacienda, el nuevo código "no supone ninguna modificación a la esencia del acuerdo técnico para la aplicación del protocolo sobre normas de origen del Acuerdo de Asociación UE-Israel adoptado por el Comité de Cooperación Aduanera UE-Israel en diciembre de 2004".

Desde las organizaciones de derechos humanos se pide ir más allá. “Si son ilegales los asentamientos ¿por qué es legal su comercio?”, se pregunta Santiago González Vallejo, del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. "El cambio normativo es correcto y viene a sustituir una laguna (y cinismo) de la UE, pero no evita el problema de lucro de la ocupación y la política de la UE de consentimiento y complicidad con la ocupación y colonización israelí".

Sin control de importación desde las colonias

El nuevo código, creado por la Comisión Europea, es el “Y864”, y debe incluirse en todos los productos desde Israel desde el pasado 16 de mayo. Y eso siempre que el exportador israelí “solicite las preferencias arancelarias establecidas en el Acuerdo de Asociación UE-Israel”. Es decir: si quiere acogerse a la exención del pago de aranceles, debe demostrar que su producto no procede de los Territorios Ocupados (Cisjordania -incluida Jerusalén Este- y Franja de Gaza, según la UE).

En teoría, España y el resto de países ya tenían un sistema para evitar aplicar ventajas a los productos de la ocupación. Se exigía a los exportadores especificar la localidad y el código postal. Pero nadie lo vigilaba. Los funcionarios de aduanas no se ponían a verificar el código de cada paquete de dátiles o de caja de vino.

El propio texto de la Agencia Tributaria reconoce el total descontrol: ni siquiera se conoce el volumen de importaciones desde los Territorios Ocupados a grandes rasgos. “El sistema existente no permite a los Estados miembros recopilar información estadística sobre el volumen y los tipos de mercancías importadas de los asentamientos”. Ahora se va a exigir, no ya la inclusión del código postal, sino un certificado de origen. “El objetivo de este nuevo código de certificado Taric es facilitar y mejorar el cumplimiento por parte de los operadores y permitirá por primera vez a los Estados miembros recopilar estadísticas sobre el comercio de mercancías de la UE con los asentamientos”. Con este nuevo código, las autoridades aduaneras de España y el resto de los países de la UE pueden "identificar fácilmente las importaciones de productos efectivamente originarios de Israel sin necesidad de tener que hacer revisión documental de las pruebas de origen presentadas", argumenta la AEAT. 

Hasta ahora, y como ejemplo, en un paquete de dos kilos de dátiles Medjoul importado desde Israel por la empresa Agrifood Marketing, constan dos localizaciones. La primera es donde la compañía tiene su sede, en la ciudad israelí de Haifa. La otra es el origen. “Producto de Israel: Meshek Oren, código postal 8682000”. Ahora, deberá incluir además el código de certificado de origen que, en principio, debería permitir el control sistemático de esas importaciones

Eso no garantiza que se endurezca el comercio con las colonias. “Agrifood. por ejemplo, produce y envasa en asentamientos del Valle del Jordán”, explica González Vallejo. “Pasan como israelíes y no por ser elaborados en Territorios Ocupados”. 

España importó mercancías de Israel por valor de 818 millones de euros en 2021: máquinas y aparatos mecánicos, materiales de plástico, productos químicos orgánicos, eléctricos y ópticos, entre otros.

Frenos de la Comisión

En 2021, la Comisión trató de evitar una Iniciativa Ciudadana Europea que pedía la suspensión del comercio entre la UE y los asentamientos ilegales producto de la ocupación militar. Alegaba que no tenía competencias para imponer sanciones a terceros países. Los promotores lo llevaron a los tribunales de justicia europeos, que les dieron la razón: excluir a los territorios ocupados de la prebenda de no pagar aranceles no es una sanción, como alegaba el ejecutivo comunitario, sino la aplicación de un acuerdo comercial. Y, por tanto, es la Comisión la que tiene la competencia de velar por su cumplimiento. 

Es en este contexto en el que se ha producido el endurecimiento de los requisitos. “Hay margen para hacer que el sistema sea más robusto y garantizar que los bienes de los asentamientos no se beneficien de las preferencias comerciales”, concluye la Agencia Tributaria en su nueva Instrucción.