Reunión en Hiroshima

¿Qué es el G7 y cómo ha evolucionado?

El G7 se centrará en la firme condena a Rusia y en fijar una estrategia contra la "coerción económica" de China

Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Fumio Kishida, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen, este viernes en Hatsukaichi, Hiroshima.

Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Fumio Kishida, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen, este viernes en Hatsukaichi, Hiroshima. / POOL / BLOOMBERG

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

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Este viernes, el G7, el grupo de las principales potencias industrializadas ha arrancado su cumbre anual en la ciudad japonesa de Hiroshima, símbolo del horror de la destrucción nuclear. Pero este grupo ya no tiene el mismo peso que cuando se creó, en los años 70 del siglo pasado. A continuación, tres claves sobre esta alianza:

¿Qué es el G7?

El G7 o Grupo de los Siete (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) es un grupo informal formado por las principales economías capitalistas y democracias liberales que se reúne de forma anual. La primera cumbre tuvo lugar con seis miembros en Francia en 1975 para lidiar con la primera crisis del petróleo. Un año después fue añadida Canadá y en 1998 se abrió la puerta a Rusia, expulsada en 2014 tras su anexión de Crimea. La Unión Europea acude como "octavo miembro" y el país organizador tiene libertad para invitar a otros países.

El G7 tiene como objetivos declarados la promoción de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la defensa de la economía de mercado libre e inclusiva. China, la segunda economía mundial e inminente primera, no participa.  

Evolución y críticas

El G7 ha pasado de concentrar la mitad del PIB global en 1982 a menos de un tercio en la actualidad. Su economía conjunta fue superada este año por la de los BRICS o países en vías de desarrollo (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La comparación es flagrante en la población global representada: el 10% del G7 frente al 40% de los BRICS. Con esos números no extrañan las rutinarias críticas a su falta de legitimidad como faro económico global ni las alusiones a un grupo elitista de ricos que intenta preservar un statu quo favorable desatendiendo los nuevos equilibrios mundiales.

Muchos defienden la inclusión de China, imprescindible en asuntos globales como el comercio o la lucha contra el calentamiento global, pero desde el grupo se defiende que rompería la homogeneidad y dificultaría el consenso. Economías democráticas pujantes como Brasil, Corea del Sur o India tampoco están representadas. Los expertos señalan el G20 como un foro más representativo del mundo actual.

La cumbre en Japón

La guerra en Ucrania ha enfatizado la falta de capacidad de Occidente para arrastrar al resto del mundo. De los BRICS, sólo el Brasil de Jair Bolsonaro condenó la invasión rusa y ningún miembro se ha sumado a las sanciones económicas a Moscú. Tampoco Latinoamérica ha enviado las armas a Ucrania a pesar de las persistentes peticiones de Washington. China, Brasil e India han manifestado en los últimos meses su voluntad de jugar un nuevo rol en las relaciones internacionales y de transformar el orden que epitomiza el G7.

Esa brecha explica que Japón haya invitado a la mesa en esta edición a Brasil, India, Indonesia, Australia, Corea del Sur o Vietnam. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente brasileño, es el más vehemente contra la tradicional imposición unilateral de Occidente de sus valores y en él confía China para que amortigüe las previsibles críticas que amontonará en la cumbre.

La incógnita que sobrevuela en la víspera es si Fumio Kishida, primer ministro japonés, será capaz de estrechar la creciente brecha entre el G7 y un mundo en desarrollo que, a diferencia de los tiempos en que el grupo fue formado, es imprescindible para el gobierno global.

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