Fenómeno televisivo en el país andino

Una popular serie revive en Chile el trauma del robo de niños durante la dictadura de Pinochet

'Adoptados, la historia que nos falta' estremece al país al recordar las adopciones ilegales de niños

Augusto Pinochet realiza el saludo militar durante un desfile en Santiago de Chile, en 1986.

Augusto Pinochet realiza el saludo militar durante un desfile en Santiago de Chile, en 1986.

Abel Gilbert

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"Sabemos que el pasado no se puede modificar, tampoco se puede borrar, como quizá les gustaría a algunos, pero se puede aprender de él". Gabriel Boric no había nacido cuando la noche de horror se devoró a Chile. Al joven presidente de 37 años le ha tocado, en nombre del Estado, dar inicio a las actividades conmemorativas de los 50 años del golpe militar. La caída de Salvador Allende y los 17 años de dictadura serán un tema recurrente a lo largo de 2023, hasta llegar a setiembre. Por lo pronto, un hecho de aquel pasado provoca por estos días no solo estremecimientos: muestra además hasta qué punto algunas heridas del régimen del general Augusto Pinochet reclaman todavía ser pensadas y resueltas. Desde el pasado 12 de marzo, buena parte de los ojos de los chilenos quedan adheridos a las pantallas del canal TVN. Los domingos por la noche se emite 'Adoptados, la historia que nos falta', una serie documental de seis capítulos.

Su director, Cristián Leighton, ha vuelto sobre las adopciones internacionales propiciadas por el Gobierno militar. El juez Mario Carroza ha calculado que unos 20.000 niños atravesaron un camino parecido con destino europeo y en buena parte marcado por la opacidad o el delito de apropiación. Ellos fueron separados de sus madres después de nacer, mediante un ardid recurrente: casi siempre le decían a la progenitora que la criatura había muerto en el parto. Les hacían firmar documentos que no comprendían o las declaraban incompetentes. Fueron entregados a parejas extranjeras con la complicidad de personal médico, integrantes de la Iglesia Católica y agentes del Estado. "Nos vinieron a buscar. Nos subieron a un avión. No nos decían la verdad: que veníamos de un lugar lejano", dice uno de aquellos niños en el documental.

Documentales de denuncia

Leighton tenía 8 años cuando Pinochet tomó el poder. Anteriormente se había metido en las entrañas del régimen al rodar 'Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile'. Esta nueva serie fue creada junto con Daniela Bunster. La filmaron en Suecia, Países Bajos, Francia, Alemania y en la región sur chilena, de donde provenían la mayoría de los bebés.  El director no ha partido de cero. En 2014, el centro de investigación periodística CIPER había revelado cómo un cura, Gerardo Joannon, entregaba en adopción niños que habían sido dados por fallecidos. La investigadora universitaria, Karen Alfaro, fue más lejos al arrojar luz sobre esta trama siniestra. La publicación de 'Niños y niñas chilenos adoptados por familias suecas. Proximidad diplomática en tiempos de Guerra Fría (1973-1990)' provocó en 2021 un fuerte impacto. Según la académica, el régimen se propuso contrarrestar la prédica del Gobierno del socialdemócrata Olof Palme contra el Pinochet no solo relacionándose con la extrema derecha sueca. "La adopción transnacional de niños y niñas chilenos pobres a Suecia fue valorada por la dictadura militar como un mecanismo de proximidad diplomática y política". Los documentales de Alejandro Vega habían a su vez iluminado esta misma cuestión recientemente.

El odio a los pobres

El documental de Leighton vuelve sobre el drama de Alejandro Quezada, quien fue adoptado por una familia holandesa. Quezada ha impulsado la campaña 'Chilean Adoptees Worldwide'. Su propia biografía lo ha llevado a una conclusión espeluznante: la dictadura intentó que las familias más pobres no criaran a sus propios hijos. A las madres se les hizo muy difícil enfrentar esa lógica que castigó especialmente a la comunidad originaria mapuche. "Estas prácticas eugenésicas no fueron ajenas al resto de los países de América Latina, como lo demuestra el caso de la esterilización forzada masiva de mujeres indígenas, rurales y populares en Perú, durante el régimen de Alberto Fujimori, en la década de los noventa", sostiene Martina Yopo, directora del Observatorio de Desigualdades de la Universidad Diego Portales en una columna publicada en el diario 'La Tercera'.

La coincidencia temporal de 'Adoptados, la historia que nos falta' con el medio siglo del momento más dramático de la historia chilena le da a este documental otro peso. Leighton cree que contribuye a plantear "una arista que quizás no es tan conocida" sobre la puerta del infierno que se abrió en setiembre de 1973. “Es importante visibilizar y dejar testimonio de esto que pasó".

Señala al respecto Yopo: "los casos como el de las adopciones forzadas nos demuestran que como sociedad todavía estamos en deuda con las víctimas de violaciones a los derechos humanos". A su juicio, es fundamental "avanzar en los procedimientos judiciales que permitan establecer responsabilidades penales y sanciones para quienes participaron de las adopciones forzadas, así como en el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas y la implementación de políticas efectivas de reparación".

Seis años atrás, el Tribunal Supremo nombró al juez Carroza al frente de las investigaciones. En 2021, Suecia se comprometió a esclarecer más de 2.000 adopciones irregulares de niños chilenos. El Gobierno de Boric puso el año pasado en marcha un plan piloto para agilizar la búsqueda de centenares de víctimas de adopciones ilegales. El Estado ha facilitado el acceso a la toma de muestras de ADN a quienes viven en el extranjero.

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