Escándalo en el Reino Unido

Un goteo de policías violadores sacude a Scotland Yard

Una reciente investigación interna concluyó que había denuncias contra 1500 policías por violencia doméstica o agresión sexual

Scotland

Scotland / EFE

A. Niubó

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Apenas dos semanas después de la investigación interna de Scotland Yard, la Policía Metropolitana de Londres, que concluía que las mujeres no estaban a salvo en Londres y que estaban amenazadas por agentes del propio cuerpo, un nuevo policía ha sido declarado culpable por la violación de una mujer. Se trata de Ireland Murdock, de 26 años, quien el 25 de septiembre de 2021, en un día que estaba fuera de servicio, violó a una mujer a la que al parecer conocía, en Lambeth, en el sur de Londres. La víctima no denunció la violación al momento. Lo hizo en enero de 2022, y más tarde se detuvo a Murdock. 

Después de que fuera denunciado, Murdock buscó el nombre de la víctima en el sistema policial y accedió a un informe delictivo restringido relacionado con ella, cuando no tenía ningún propósito policial. A partir de este suceso, la policía inició una investigación y expulsó al agente después de que éste admitiera haber accedido sin autorización al sistema para obtener información de la víctima. Fue expulsado de Scotland Yard en julio de 2022. En el juicio, el exagente dijo que era inocente, pero todas las pruebas le señalaban y el juez le declaró culpable. La pena será anunciada el próximo 23 de mayo

La investigación interna de la policía fue llevada a cabo por la baronesa Casey, una funcionaria del gobierno. Las conclusiones del informe, publicadas el 21 de marzo, fueron demoledoras para la policía de Londres. Concluía que la policía no había conseguido proteger a las mujeres de sus propios agentes, que las mujeres y niñas estaban desprotegidas en la sociedad y que incluso las mujeres oficiales eran víctimas de vejaciones sexistas de una forma rutinaria por sus compañeros hombres. 

La baronesa Casey también decía que “a pesar de que Scotland Yard dice que la violencia contra las mujeres y las niñas es una prioridad, no ha sido tratada como violencia grave” y que no se habían tomado en serio las acusaciones a agentes de abusos domésticos y presuntos delitos contra mujeres. 

Casos no investigados

La investigación se inició poco después de la detención del agente de policía Wayne Couzens en marzo de 2021 por el secuestro, violación y asesinato de Sarah Everard, una directora de marketing de 33 años que vivía en el barrio de Clapham, en el sur de Londres. Más tarde se supo que Couzens había sido denunciado hasta en tres ocasiones por mujeres por acosarlas en sitios públicos y que ésas denuncias no fueron investigadas y Couzens siguió patrullando las calles. 

Trascendió que, como el caso de Couzens, había miles de denuncias contra 1.500 agentes de Scotland Yard, de los 45.000 agentes que tiene el cuerpo, por violencia doméstica o abusos sexuales a sus parejas u otras compañeras en el trabajo, y que solo 23 de esos agentes habían sido suspendidos. En febrero, otro agente, David Carrick, fue condenado a 39 cadenas perpetuas por 49 cargos de abusos a mujeres, incluidas 24 violaciones perpetradas durante 17 años, mientras ejercía de policía. La jueza lo calificó de monstruo y de depredador sexual. Carrick estaba entre los 1.500 agentes con otras acusaciones de mujeres que no habían sido suspendidos.

El jefe de la unidad en la que trabajaba Murdock, el superintendente Andy Carter, expresó su decepción por las acciones de su exagente y se apresuró a dejar claro que el caso de Murdock era distinto. “Tomamos medidas inmediatas para suspender a Murdock de sus funciones cuando su delito salió a la luz y lo despedimos lo antes posible tan pronto como se declaró culpable de acceso no autorizado a material informático – declaró-. Estamos decididos a tener una policía en la que la gente pueda confiar y con oficiales a los que la gente se sienta segura de acercarse”.

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