Momento histórico en EEUU

Trump llega a Nueva York para entregarse y ser imputado

Multimedia | Donald Trump, contra las cuerdas de la justicia: todos sus combates

La ciudad espera en tensa calma, sin amenazas creíbles pero con fuerte despliegue de seguridad y avisos a manifestantes

Trump llega a Nueva York

Trump llega a Nueva York / Victor J. Blue

Idoya Noain

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Es imposible saber cuántas veces ha viajado Donald Trump a Nueva York, su ciudad natal, desde Palm Beach, la localidad de Florida donde tiene su residencia privada en su club Mar-a-Lago. Lo seguro es que ningún viaje del empresario inmobiliario de 76 años, expresidente de Estados Unidos y candidato a lograr la nominación republicana para las presidenciales de 2024, ha sido como el de este lunes. Ninguno ha provocado tanta expectación, ninguno se ha seguido con tanta atención, con las cámaras retransmitiendo despegue, aterrizaje o la comitiva por las carreteras neoyorquinas. Y ninguno tendrá tantas consecuencias, profundas e imprevisibles, para el país. Porque nunca antes un ocupante del Despacho Oval ha sido, como será Trump este martes, imputado por lo penal.

La ciudad, sin perder su ajetreo habitual, está en vilo. Alrededor de la Torre Trump en la Quinta Avenida junto a Central Park, y en los alrededores del edificio de tribunales en la calle Centre del downtown, la presencia y el despliegue policial se han reforzado visiblemente, con centenares de agentes desplegados y áreas ya cerradas al paso con vallados metálicos. Multitud de periodistas y cámaras se aglutinan en la dos zonas, por las que pasean curiosos turistas, un puñado de personas y personajes que apoyan al expresidente y, también, otros que se felicitan por su imputación.

"Un poco locura"

Una buena manera de resumir la escena la ofrecían Neill Moran y su esposa Linda, dos turistas de Dublín, que en su primera visita a la ciudad (“vibrante”, “asombrosa”), se habían acercado hasta la Torre Trump por si podían ver al expresidente. “Es todo un poco locura”, decían. Junto a ellos estaba Leon, un joven neoyorquino que apoya a Trump, que aseguraba que “lo que está sucediendo es la definición del principio del fascismo”.

Por allí pasaba también, gritando “encarcélenlo”, Jason, un hombre de casi metro noventa de altura y que trabaja en el sector financiero. “Hace 15 años estuve en una sala con Trump en la que hacía comentarios degradantes del pecho de una de las ‘brokers’”, relataba. “Quizá este caso por los pagos a Stormy Daniels sea el más débil comparado con los de la injerencia electoral en Georgia, el de manejo de documentos clasificados o el de su papel en el asalto al Capitolio, pero al menos es la primera vez que enfrenta consecuencias reales por sus acciones”. “Esto sirve además para romper la idea de que un presidente no puede ser imputado”, apuntaba su amigo Robert, abogado y como Jason judío, indignados ambos por los mensajes antisemitas de Trump en su ataque al fiscal demócrata Alvin Bragg como títere de George Soros.

Ni los Moran ni Leon ni Jason o Robert tenían miedo de que vaya a haber estallidos de violencia en Nueva York. Y lo cierto es que en la ciudad se vive el momento con calma, aunque sea tensa, y con más de 35.000 agentes uniformados preparados, aunque como han explicado este lunes en una comparecencia ante la prensa el alcalde, Eric Adams, y la comisionada de policía de Nueva York, Keechant Sewell, “no hay ninguna amenaza creíble” detectada.

Lo que sí hay convocada ya para las 10.30 de la mañana de este martes frente al tribunal donde será imputado Trump es una manifestación del Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York a la que va a sumarse la congresista radical de Georgia Marjorie Taylor Greene. Y el alcalde Adams ha tenido palabras para los manifestantes, y para ella.

“Aunque puede haber algunos agitadores pensando en venir a la ciudad, el mensaje es claro y simple: controlaos. Es nuestra casa, no una ciudad para vuestra rabia fuera de lugar”, ha dicho. “Aunque no tenemos amenazas específicas, gente como Marjorie Taylor Greene, que es conocida por propagar desinformación y discurso de odio, ha dicho que viene a la ciudad. Mientras este aquí, mantenga su mejor comportamiento”, ha añadido también el primer edil. “No permitiremos violencia o vandalismo de ningún tipo. Si alguien participa en cualquier acto de violencia, será arrestado y rendirá cuenta, sin importar quien sea”.

La histórica jornada

La histórica jornada del martes arrancará con el traslado de Trump desde la Torre en la Quinta Avenida hasta el downtown. Concretamente, su comitiva, para cuya seguridad se cerrarán calles, tiene previsto llegar sobre la una y media de la tarde al 1 de Hogan Place, donde se encuentra la oficina de la fiscalía del distrito de Manhattan que actualmente dirige Bragg, el hombre que ha convencido a un gran jurado para imputar con cargos penales a Trump.

 Una vez que Trump se entregue allí, se iniciará un proceso que incluirá el que sea fichado. Ha quedado en el aire la posibilidad de que sea fotografiado y sus abogados descartan que vaya a ser esposado. Y de allí será trasladado a la sala en la planta 15 en la que, en una vista presidida por el juez Manuel Merchan, será imputado. En ese momento se conocerán los cargos, que según han informado los medios durante los últimos son más de 30 por fraude empresarial y al menos uno por un delito grave.

Aunque varios medios habían solicitado al magistrado que permita la presencia de cámaras, los abogados de Trump se han opuesto, argumentando que “crearía un ambiente de circo en la vista y preocupaciones de seguridad únicas y es inconsistente con la presunción de inocencia”. El magistrado informó de que anunciaría una decisión este mismo lunes por la noche, que no había llegado a la hora de escribir estas líneas.

Esos abogados de Trump, un equipo a cuyo frente se acaba de poner el último fichaje del expresidente, Todd Blanche, que ya defendió a Paul Manafort, han anunciado ya que se declarará inocente. Y a continuación, se espera que vuelva por pasillos internos hasta la oficina del fiscal, desde donde saldrá de nuevo su comitiva. En principio irá directamente al aeropuerto para regresar a Florida. Y en Mar-a-Lago hará a las 20.15 horas de la tarde declaraciones.

Novedades en otro caso

La imputación de ese martes inicia un proceso legal que puede complicarse mucho más para Trump, sujeto de otras investigaciones. Y tanto ‘The Washington Post’ como Fox News han informado este lunes de que en una de esas, la federal por el manejo irregular de documentos clasificados y la obstrucción a la justicia en esas pesquisas, puede haber novedades perjudiciales para él. Según Fox, múltiples agentes del servicio secreto han sido citados para testificar este viernes ante gran jurado. Y el ’Post’ asegura que el equipo que dirige el fiscal especial Jack Smith ha obtenido más pruebas de que Trump obstruyó la investigación tras recibir citación para entregar más documentos. Según el rotativo, gracias a testigos, imágenes de las cámaras de seguridad y otras pruebas, han comprobado que cajas de documentos se movieron incluso después de recibir citaciones para entregarlas y que el expresidente personalmente examinó esas cajas.