Cerco legal al expresidente de EEUU

El gran jurado que podría imputar penalmente a Trump estudia también los pagos a la modelo de Playboy Karen McDougal

Podría servir para cargos independientes o para mostrar un patrón de conducta, según la exclusiva de 'The Wall Street Journal'

El panel en principio no abordará el caso los próximos días y tiene un receso planeado del 10 al 24 de abril

Trump

Trump / AFP / ALON SKUY

Idoya Noain

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Pese al secreto que rodea al trabajo en Nueva York del gran jurado que podría hacer historia si aprueba imputar penalmente al expresidente de Estados Unidos Donald Trump, las noticias no dejan de fluir, y a borbotones. Tras días con múltiples informaciones centradas en el núcleo del caso, los pagos antes de las elecciones de 2016 para silenciar a Stormy Daniels sobre la relación sexual que la actriz y directora de porno asegura que mantuvo con Trump en 2006, este jueves 'The Wall Street Journal' ha revelado que la fiscalía que dirige Alvin Bragg está además presentando pruebas e interrogando a testigos ante los miembros de ese jurado sobre otro pago que se realizó para silenciar a otra mujer que también afirma haber mantenido durante 10 meses relaciones sexuales con Trump en 2006: la modelo de Playboy Karen McDougal.

Según el rotativo, la estrategia de la fiscalía podría pasar por buscar cargos independientes por ese pago o usar la información para establecer un patrón de conducta de Trump. Porque tanto en el caso de Daniels como en el de McDougal, participantes en las gestiones para pagarles respectivamente 130.000 y 150.000 dólares han señalado directamente al papel central que jugó Trump.

El caso de McDougal

La información del 'Journal' cuadra con el retorno este semana para testificar por segunda vez de David Pecker, el director del tabloide 'National Enquirer'. En 2015 Pecker, amigo personal de Trump, se reunió con el entonces candidato republicano y con su abogado, Michael Cohen, y se ofreció a ayudar a interceptar historias negativas sobre él. El verano siguiente, y a petición directa de Trump, compró los derechos de la historia de McDougal, pero no para publicarla sino para enterrarla, una práctica conocida como 'catch and kill" (capturar y matar).

American Media, la compañía editora del Enquirer, fue la que realizó el pago. Pero Cohen grabó a Trump en septiembre de 2016 en una conversación en la que planearon una trama para reembolsar a la empresa sin dejar huellas, aunque ese plan finalmente no llegó a ejecutarse cuando los abogados de American Media desaconsejaron la operación.

Ese mismo mes de octubre de 2016, un mes antes de las elecciones presidenciales, Cohen supo que Daniels estaba ofreciendo su historia. Pidió a Pecker que la comprara y aunque este se negó puso al abogado de Trump en contacto con Daniels, y se gestó el pago para silenciarla, que Trump luego reembolsó a Cohen usando documentos falsificados.

Receso

Las novedades informativas llegan en un momento de aparente pausa en el trabajo del gran jurado. El panel de 23 miembros, convocado desde enero por la fiscalía de distrito de Manhattan, no va a estudiar el caso del expresidente en los próximos días según han informado varios medios estadounidenses citando fuentes anónimas. Y ahora se baraja que no vuelva a abordarlo por lo menos hasta el 24 de abril, después de hacer a partir del día 10 un receso previamente programado que cubre Semana Santa, la Pascua Judía y parte del Ramadán, fiestas religiosas que no se marcan con un cese de actividad en los tribunales neoyorquinos pero sí, por ejemplo, en escuelas.

Cabe la posibilidad, en cualquier caso, de que el fiscal Bragg interrumpa ese receso y los convoque en cualquier momento.

Especulación en esteroides

Desde que el 9 de marzo 'The New York Times' informó con una filtración de que la fiscalía había invitado a Trump a testificar ante el gran jurado, una opción que el rotativo recordó que se suele dar a quienes van a ser imputados (y que Trump rechazó), se ha teorizado y especulado con que la presentación de cargos iba a llegar en cualquier momento.

Nueve días después de aquel artículo, el propio Trump se inventó en un mensaje en redes sociales que sería arrestado el día 21, y urgió a sus seguidores a manifestarse. Y aunque su propio portavoz reconocía unas horas después que ni el republicano ni su equipo legal tenían ninguna información específica que le permitiera señalar al día 21, la máquina mediática y política se puso a rodar, intensamente.

No se sabe si habrá más testigos o presentación de pruebas ni hay nada que permita establecer con certeza cuánto tiempo queda de trabajo, o cómo decidirá proceder la oficina de Bragg. Ni el gran jurado ni la fiscalía están atados por un calendario.

Aun así, Trump había tratado de explotar el receso, aplaudiendo el miércoles al gran jurado en otro mensaje en redes sociales y asegurando que el panel está pisando el freno y diciendo que "las pruebas están abrumadoramente" a su favor. Como en el mensaje de su arresto inminente que no fue tal, no hay nada fáctico que le permita sustentar esa interpretación. Y la información del Journal, que recuerda que el testimonio de Pecker puede servir de contrapeso a problemas de credibilidad de Cohen, puede que le haga cambiar de idea.