Movimiento anti-Macron

Despliegue policial de máximos en Francia para la nueva jornada de protestas

La policía dispone de 13.000 agentes al advertir un "riesgo muy grave para el orden público"

France Presse

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La policía francesa está a la espera de que más manifestantes dispuestos a la violencia se unan a las marchas contra la reforma prevista de las pensiones, ha dicho el jefe de la policía de París el martes, horas antes de una nueva ronda de manifestaciones y huelgas en todo el país. El dispositivo previsto es de 13.000 agentes desplegados a lo largo del día.

Millones de personas se han manifestado, en su mayoría pacíficamente, y se han unido a la huelga desde mediados de enero para expresar su oposición a los planes del presidente Emmanuel Macron de hacer que la mayoría trabaje dos años más hasta los 64 años. Pero la frustración pública ha evolucionado hacia un sentimiento anti-Macron más amplio.

Las protestas se han intensificado desde que el Gobierno utilizó poderes constitucionales especiales para eludir al Parlamento en una votación final sobre el proyecto de ley de pensiones hace casi dos semanas, provocando escenas de caos que recuerdan a los disturbios de los partidarios del movimiento de los chalecos amarillos durante el primer mandato de Macron como presidente.

"Muy atentos"

Laurent Nunez, presidente de la Prefectura de Policía de París, dijo a la radio France Inter que las agencias de seguridad creían que más personas con intenciones de violencia podrían unirse a las protestas y que la policía tenía que estar preparada. "Estamos hablando de individuos que a menudo están siendo vigilados por los servicios de inteligencia (...) y estamos muy atentos a su presencia", dijo Núñez.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, declaró el lunes que las autoridades habían observado recientemente una tendencia hacia una mayor violencia dirigida contra el Estado y que preveían un "riesgo muy grave para el orden público" en las concentraciones del martes.

"Un total de 13.000 agentes de policía se desplegarán durante las protestas a lo largo del día, más que nunca", dijo Darmanin. Laurent Berger, líder del mayor sindicato francés, la CFDT, dijo que la violencia era una distracción. "Lo que me indigna es que esta violencia, que condeno... eclipse la formidable movilización que ha sido abrumadoramente pacífica", declaró Berger.

Berger dijo que los intentos de entablar conversaciones entre los líderes sindicales y el Gobierno habían fracasado y que Macron tenía que "hacer una pausa" en el aumento de la edad de jubilación y mostrar "un gesto de apaciguamiento" para calmar los ánimos. Berger sugirió nombrar mediadores para ayudar al diálogo entre el Gobierno y los sindicatos en los próximos meses.