Comicios en el país heleno

El mortífero accidente de tren complica la reelección del primer ministro de Grecia

El conservador Kyriakos Mitsotakis anuncia que pospone hasta mayo las elecciones parlamentarias mientras su popularidad sigue a la baja

Enfrentamiento entre policía y manifestantes en el centro de Atenas durante la jornada de huelga general en Grecia.

Enfrentamiento entre policía y manifestantes en el centro de Atenas durante la jornada de huelga general en Grecia. / EFE / GEORGE VITSARAS

Adrià Rocha Cutiller

Adrià Rocha Cutiller

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Todo parecía que iba a ser coser y cantar: el primer ministro de Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis, iba a convocar las elecciones parlamentarias en abril, y su margen de popularidad frente a la Syriza de Alexis Tsipras iba a regalarle otros cuatro años más al mando del país. 

Tenía que ser fácil -no un trámite porque en Grecia nunca se sabe- pero los problemas iban a ser menores, nada que no se pueda solucionar negociando con los partidos minoritarios del Parlamento o forzando una segunda elección en la que, entonces sí, Mitsotakis conseguiría una mayoría clara para seguir al mando.

Pero el pasado 28 de febrero, todo cambió. De madrugada, el país heleno vivió el peor accidente ferroviario de su historia: 57 personas, sobre todo jóvenes universitarios, murieron esa noche. Desde entonces, Grecia ha estado sumida en una ola de huelgas y manifestaciones violentas, protagonizadas por una gran parte de la población que culpa al gobierno de Mitsotakis de inoperancia y años de dejadez y privatizaciones del sistema de trenes del país.

El Ejecutivo heleno, mientras tanto, se ha encargado de culpar a los trabajadores que esa noche estaban al cargo del tráfico de trenes -cuatro han sido puestos ya a disposición judicial-, y aunque el primer ministro griego ha hecho algo de autocrítica, ésta ha sido mayormente silenciada. Lo que tenía que ser una tarea sencilla, cuatro años más en el poder, se ha vuelto una montaña harto complicada de escalar. 

"Una máquina de propaganda"

"Este mes me he sumado a las protestas porque me he cansado de escuchar los discursos nacionales de un primer ministro cuya prioridad son las encuestas electorales y las relaciones públicas", explica, indignado, Nikos Marantzidis, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Macedonia, en Salónica, que continúa: "Porque me indigna que el gasto militar y de márketing político se haya disparado mientras el Gobierno es incapaz de garantizar una mínima seguridad y calidad del sistema de transporte ferroviario".

"El primer ministro tendría que haber dimitido el verano pasado -añade-, cuando se publicó el escándalo del espionaje a líderes políticos, ministros, periodistas, académicos y altos cargos militares. Este Gobierno ha creado una auténtica máquina de propaganda tan poderosa que casi ha convencido a la sociedad de que la administración está coordinada por un grupo de tecnócratas eficientes, cuando en realidad lo que dirige el Estado son el clientelismo, el nepotismo y la ineptitud”. 

Caída de la popularidad

Mitsotakis Nueva Democracia (ND)Syriza

Los comicios de mayo estarán tan reñidos que, a diferencia de hace tan solo treinta días, ya se descarta por completo que Mitsotakis pueda gobernar solo, y es aquí donde entra el histórico partido socialista Pasok, que en la actualidad es la tercera mayor formación helena. Su decisión, si apoyar o participar en el Gobierno con Syriza o ND será la que, según los expertos, marque el destino y color del nuevo Ejecutivo griego. 

Pese a que el líder del Pasok, Nikos Andrulakis, fue espiado por el Gobierno de Mitsotakis, el político centroizquierdista ha insistido en las últimas semanas en que su partido no se decantará hacia ningún lado hasta el día después de las elecciones. "No queremos ni a Tsipras ni a Mitsotakis. Buscamos un mandato fuerte con el que poder conformar una coalición de Gobierno, pero sin Tsipras o Mitsotakis", dijo Andrulakis esta semana en una entrevista con la televisión pública helena, ERT.

"La abstención y el llamado voto antisistema se han incrementado, lo que muestra que el público quiere castigar a los grandes partidos responsables del estado miserable de la infraestructura pública, y no cree que haya una voluntad real de cambio en los problemas sistémicos a los que se enfrenta Grecia", escribe la politóloga griega Dora Antoniu en el periódico 'Kathimerini'. Remarca que, pese a la caída de ND, Syriza no ha subido en los sondeos. Muchos griegos también ven a Tsipras, primer ministro entre 2015 y 2019, como responsable de lo sucedido.

El profesor Marantzidis hace un análisis en la misma línea: "No es una sensación agradable que el Gobierno subestime tu propia inteligencia y te bombardee con mentiras constantemente. Por esto he salido a protestar. Porque espero que las cosas cambien, y que pase cuanto antes mejor".

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