Pulso Washington-Pekín

TikTok promete a Estados Unidos mantener los datos de los usuarios lejos de China

MULTIMEDIA | TikTok: ¿por qué la red social china inquieta tanto a EEUU?

El director ejecutivo de la plataforma de vídeos, Shou Zi Chew, comparece ante el Congreso en plena tensión por las restricciones de la app y el temor a que sirva para el espionaje

El consejero delegado, Shou Zi Chew, en su comparecencia ante el Congreso de EEUU

El consejero delegado, Shou Zi Chew, en su comparecencia ante el Congreso de EEUU / Jim Watson (AFP)

Carles Planas Bou

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TikTok es la aplicación más popular del mundo y la más odiada en Washington. Esta tarde, su consejero delegado, Shou Zi Chew, ha comparecido ante el Congreso de Estados Unidos para tratar de garantizar la supervivencia de la plataforma de vídeos en el país y apaciguar la oleada de restricciones impuesta por temor a que sirva como mecanismo de espionaje al servicio de China.

En medio de un ambiente hostil en el que se ha acusado reiteradamente a TikTok de "amenazar la seguridad nacional", su principal directivo ha prometido a los legisladores estadounidenses que protegerá los datos de los más de 150 millones de usuarios que hay en el país ante posibles injerencias gubernamentales y que no caerán en manos extranjeras. "TikTok seguirá siendo una plataforma para la libre expresión y no será manipulada por ningún gobierno", ha asegurado Chew en comparecencia ante la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.

El mandamás de TikTok también ha advertido a los congresistas que vetar la aplicación sería perjudicial para la economía nacional. "Hay cerca de cinco millones de negocios estadounidenses, la mayoría pequeños, que la usan para buscar clientes e impulsar su crecimiento", ha apuntado. Fuera del Congreso un pequeño grupo de personas protestaba contra un veto cada día más posible.

Temor al espionaje

TikTok es propiedad del gigante chino ByteDance, que tiene sede en Pekín. En los dos últimos años la plataforma se ha consagrado como la más popular del mundo, pero su creciente uso ha inquietado especialmente en EEUU, su principal mercado mundial. Aunque los datos de los usuarios estadounidenses se almacenan en servidores de la compañía Oracle en Virginia, Washington ha insistido en que el régimen de Xi Jinping podría acceder a ellos. "Hemos construido un cortafuegos que protege los datos estadounidenses", ha respondido Chew.

Aún así, el Departamento de Justicia está investigado a ByteDance por el posible espionaje de ciudadanos estadounidenses, entre ellos periodistas, a cuyos datos habrían accedido empleados ubicados en China. "Condenamos esas acciones, tomamos represalias contra esos trabajadores y hemos tomado medidas para que no vuelva a ocurrir", ha apuntado el directivo. "Se han publicado informaciones periodísticas que no son exactas y que se basan en especulaciones".

Los legisladores también han alertado que Pekín podría influir en el contenido que TikTok muestra a los estadounidenses, desde la promoción de "propaganda comunista", "suicidio" o "trastornos alimentarios" a retos peligrosos para la salud física y mental de los menores. Esa presunta recomendación de vídeos serviría para "manipular" a la audiencia.

Ola de prohibiciones

Ambas acusaciones no ha sido probadas, pero eso no ha evitado que la Casa Blanca acelere las restricciones contra TikTok. Ya en 2020, el entonces presidente Donald Trump amenazó con prohibir TikTok si no vendía su negocio a la empresa estadounidense Oracle. No prosperó. Ahora, es Joe Biden quien ha repetido esa amenaza exigiendo a los dueños chinos de ByteDance vender las acciones de la empresa que construyeron. Alertados por el FBI, al menos 22 estados han prohibido la descarga de la 'app' en dispositivos electrónicos oficiales, un veto al que también se ha apuntado el Gobierno federal y que se ha convertido en uno de los pocos temas que unen a demócratas y republicanos. Algunos, como la presidenta de la comisión, la republicana Cathy McMorris, piden incluso una prohibición total de la 'app'.

Con la soga en el cuello, las promesas de Chew tienen como objetivo rebajar esa tensión y llegar a un acuerdo con Washington que permita a TikTok seguir operando en el país manteniendo su actual estructura. ByteDance ha declarado que el 60% de sus acciones son propiedad de inversores internacionales. Entre esos destacan el banco de inversión más grande del mundo, Goldman Sachs, la multinacional financiera Morgan Stanley o la firma de capital riesgo Sequoia Capital, todas estadounidenses. El 40% restante se divide en dos mitades: un 20% está en manos de los empleados y otro 20% en las de sus fundadores, de nacionalidad china y con mayor peso de voto que los otros accionistas. "Tres de los cinco miembros de la junta son estadounidenses", ha asegurado Chew.

Calmar a Washington

Para calmar a los legisladores en EEUU, TikTok lanzó el llamado 'Proyecto Texas'. Este plan, en el que han destinado 1,5 millones de dólares, tiene como objetivo mejorar la protección de los datos de los usuarios y llevar a cabo una ofensiva de relaciones públicas para convencer a reguladores, académicos y otros expertos de ese refuerzo de la privacidad. El año pasado se inició la migración de los datos estadounidenses a servidores de Oracle en lugar de los propios.

Ahora, el plan también contempla crear una empresa subsidiaria dedicada a velar por la seguridad de los datos y que será dirigida por cargos consensuados con el Gobierno. "Esto elimina la preocupación de que los datos de TikTok pueden caer en manos del Gobierno chino y es mucho más de lo que han hecho otras compañías tecnológicas", ha espetado Chew.

Cualquier intento de prohibir TikTok en EEUU podría enfrentarse a obstáculos legales. Y es que la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles ha afirmado que una prohibición total de la 'app' china violaría el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución. También podría suponer riesgos políticos, pues la plataforma es especialmente popular entre la base más joven de votantes demócratas y en noviembre del 2024 el país celebra unas elecciones presidenciales en las que Biden se juega su reelección.