Irlanda del Norte

Los unionistas norirlandeses rechazan el nuevo acuerdo fronterizo del Brexit

El líder de la DUP, Jeffrey Donaldson, argumenta que el Acuerdo de Windsor entre el Reino Unido y la UE no acaba con la "imposición" de la legislación comunitaria

Un cartel con el lema "El Brexit no está funcionando" junto al Big Ben de Londres, en una protesta el 15 de junio de 2022.

Un cartel con el lema "El Brexit no está funcionando" junto al Big Ben de Londres, en una protesta el 15 de junio de 2022. / ANDY RAIN / EFE

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El probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) ha informado este lunes de que votará en contra del Acuerdo Marco de Windsor, firmado por el Reino Unido y la Unión Europea (UE) para enmendar el controvertido protocolo del Brexit para Irlanda del Norte.

Su líder, Jeffrey Donaldson, ha confirmado que el partido, segunda fuerza norirlandesa, rechaza ese texto, por lo que mantendrá el veto sobre la formación de un Gobierno de poder compartido en Irlanda del Norte, que permanece suspendido desde hace más de un año. Este miércoles está previsto que se vote en la Cámara de los Comunes.

El dirigente unionista ha reconocido que el pacto de Windsor ha representado un "avance significativo" para abordar las dificultades causadas por el protocolo, pero subrayó que no ha resuelto los "problemas fundamentales"; es decir, "la imposición de la legislación de la UE".

En concreto, Donaldson expresó su rechazo al llamado "freno de Stortmont", el mecanismo diseñado por Londres y Bruselas que permitirá al Parlamento de Irlanda del Norte bloquear la aplicación en su provincia de las normas del mercado único de la UE que crea que son perjudiciales para la misma.

Déficit democrático

A juicio del DUP, este freno no aborda el déficit democrático causado por el protocolo, que para evitar una frontera dura con la República de Irlanda fijaba que Irlanda del Norte se mantenía dentro del mercado interno comunitario. "No está diseñado para aplicarse" a la legislación de la UE que "ya está en vigor" y a la "que no se ha dado consentimiento para su aplicación". Por ello, ha subrayado, todavía existen "áreas clave" que causan "preocupación" y ha pedido "más aclaraciones, reelaboraciones y cambios", así como acceso a "futuros textos legales".

Para garantizar la ausencia de una barrera física entre las dos Irlandas, y salvaguardar el Acuerdo de Viernes Santo que puso paz tras décadas de violencia armada en la región, el protocolo establece que los controles al comercio entre el Reino Unido y la UE se realicen en los puertos de Irlanda del Norte, originando una nueva burocracia que afecta al comercio.

Esta aduana en el mar de Irlanda es también una barrera política en opinión de la comunidad unionista protestante, que sostiene que pone en peligro su relación con el resto del Reino Unido y da alas a los nacionalistas que buscan avanzar hacia su objetivo histórico de reunificar la isla.

El nuevo Acuerdo de Windsor exime de controles a los productos procedentes del Reino Unido destinados exclusivamente a Irlanda del Norte, pero mantiene los que vayan a la República de Irlanda. Asimismo, permite a Londres aplicar en Belfast el mismo IVA y ciertos subsidios que en el resto del Reino Unido.

La oposición del DUP a la actualización del protocolo mantiene el bloqueo al que desde hace un año se encuentran sometidas las instituciones regionales en las que, en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, católicos y protestantes deben compartir el poder.