La nueva ley de inmigración de Sunak desafía el derecho internacional

El Gobierno de Rishi Sunak presentó ayer en el Parlamento del Reino Unido una propuesta de ley radical y controvertida con la que pretende erradicar la inmigración ilegal que entra de forma incontrolada por la frontera con Francia a través del Canal de la Mancha en botes. Según esta ley, el Ministerio del Interior tendrá el deber de deportar a los sin papeles que entren en el país en cuestión de semanas o bien a sus países de origen o bien a Ruanda, el país africano con el que tiene un acuerdo bilateral para el envío de los solicitantes de asilo, aunque su destino sigue paralizado en los tribunales temporalmente. Además, aquellos que sean expulsado ya no podrán entrar nunca más en el país, al igual que sucede en Australia o EEUU.

La propuesta de ley fue presentada en la cámara por la ministra de Interior, Suella Braverman, exabogada general del Gobierno y representante del ala más brexitera y ultraconservadora del Partido Conservador. Braverman explicó que el objetivo es enviar un claro mensaje a todas aquellas personas que estén pensando entrar en el país de forma indocumentada de que no vale la pena y así acabar con las mafias que trafican con personas. El año pasado entraron 45.000 inmigrantes sin papeles por el mar desde Francia, por los 800 que entraban antes del Brexit. El motivo de fondo es el vacío legal provocado por el Brexit cuando dejó de tener vigencia el acuerdo bilateral con la Unión Europea (UE).

Este vacío fue aprovechado por las mafias para meter a personas clandestinamente en el país. Hay afganos, sirios, iraquíes, eritreos, pero la tercera parte son albaneses. La nueva ley incluye también la revisión de la ley moderna de esclavitud a la que se acogen la mayoría de albaneses para quedarse en el país. Braverman dijo que estas legislaciones quedaron anticuadas. El debate en el Parlamento fue tenso, con constantes abucheos procedentes de la bancada laborista. Tal vez uno de los momentos más complicados fue cuando Braverman admitió, a pregunta de su homónima laborista Yvette Cooper, que esa ley iba más allá de las convenciones internacionales de derechos humanos. Aunque no abordó ayer todas las complejidades que conlleva la ley.

"Truco del Gobierno"

“Algunas de las mejores mentes legales más brillantes de la nación han estado, y continúan estando, involucradas en su desarrollo”, resaltó Braverman, sin dar detalles. Cooper, por su parte, definió el proyecto como “un truco del Gobierno”. Braverman aseguró que la actual legislación “no funciona”. “¿Y de quién es culpa?, gritaron desde la bancada laborista, recordándole que los conservadores llevan 13 años en el Gobierno haciendo y deshaciendo. Luego Cooper acusó al Gobierno de empeorar el “caos profundamente dañino” que reina en la frontera del Canal, al no abordar el problema de las mafias de contrabando y limitar las visas de reunión familiar. Y le recordó que las drásticas medidas de los últimos años iniciadas por Johnson no han servido de nada.

En diciembre, Sunak anunció un acuerdo de cooperación con Francia y con Albania. Este viernes hay prevista una reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, para profundizar en esta cooperación, centrada en la vigilancia. Macron no permite la deportación a Francia de los inmigrantes. Para ello, exige un nuevo y amplio acuerdo con la UE. El debate de la ley en el Parlamento (donde los conservadores tienen mayoría) durará meses antes de que se apruebe. Y cuando se apruebe, según Sunak, se aplicará la legislación de forma retrospectiva para los que llegaron a orillas inglesas ayer.