Cinco momentos que han marcado el Protocolo de Irlanda del Norte

Adiós, UE

Firmado por el ex primer ministro británico Boris Johnson con el acuerdo de divorcio del Brexit el 24 de enero de 2020, el Protocolo sobre Irlanda del Norte entró en vigor el 1 de enero de 2021, al final de un periodo de transición. Se puso en marcha con el doble objetivo de proteger la integridad del mercado único europeo y evitar la recreación de una frontera terrestre entre Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la UE, para no correr el riesgo de socavar la paz concluida en 1998 después de tres sangrientas décadas.

El protocolo mantiene así a Irlanda del Norte dentro del mercado único europeo, pero crea de hecho una frontera aduanera con Gran Bretaña cuando las mercancías llegan a Irlanda del Norte. Rápidamente se culpó al protocolo de las dificultades de abastecimiento y la escasez de productos. Opuestos al texto, que consideraban una amenaza para el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido, los unionistas pidieron que se abandonara.

Boris Johnson se enfrenta a la UE

El Gobierno británico, presidido entonces por Boris Johnson, enfureció a la UE al anunciar un texto que le daba poder para anular ciertas disposiciones del protocolo.

El Gobierno británico publicó su proyecto de ley el 9 de septiembre de 2020, admitiendo incluso que "viola el derecho internacional de forma muy específica y limitada". Alegando la necesidad de proteger la integridad del mercado interior británico, Boris Johnson dijo que se trataba de una "red de seguridad" para protegerse de "interpretaciones extremas o irracionales del protocolo" que llevarían a una frontera dentro del Reino Unido.

Mientras tanto, prosiguen las conversaciones para concluir un acuerdo de libre comercio, en un clima de deterioro de la confianza. Las controvertidas disposiciones se retirarán en diciembre de 2020, y el acuerdo de libre comercio se cerrará en Nochebuena.

Estallido de violencia

A principios de abril de 2021, estalló la violencia durante diez días, principalmente en Belfast, en las zonas lealistas predominantemente protestantes, donde las consecuencias del Brexit habían creado un sentimiento de traición que cristalizó en torno al protocolo. Estos enfrentamientos, sin precedentes en años, en los que se han incendiado las puertas de los "muros de la paz" entre barrios católicos y protestantes y decenas de policías han resultado heridos, hacen resurgir el fantasma de las tres sangrientas décadas de los "Troubles".

Dimisiones y victoria del Sinn Féin

Acusada dentro de sus propias filas de no mostrarse firme en la cuestión del protocolo, la Primera Ministra norirlandesa, la unionista Arlene Foster, anunció su dimisión a finales de abril de 2021, abriendo un periodo de inestabilidad política. Fue sustituida en junio por Paul Givan, protestante fundamentalista, que dimitió el 3 de febrero de 2021 debido a las quejas de su bando contra el protocolo.

Debido al cogobierno previsto por el Acuerdo de Paz de Viernes Santo, su marcha provocó mecánicamente la salida de la líder adjunta Michelle O'Neill, del Partido Republicano Sinn Fein, y el colapso del ejecutivo local.

Por primera vez, el Partido Republicano del Sinn Fein, brazo político del IRA, ganó las elecciones parlamentarias locales de mayo de 2022 y prometió una "nueva era". Sin embargo, al no conseguir el abandono de los controles, el DUP persistió en su negativa a participar en las instituciones locales, que permanecen paralizadas desde entonces. La victoria se debió en parte a la división de los partidos defensores de la unidad con el Reino Unido y el Brexit. 

Giro británico

A mediados de junio de 2022, el gobierno de Boris Johnson propuso un nuevo proyecto de ley para anular una vez más el protocolo de Irlanda del Norte. Esta acción unilateral fue denunciada por los europeos como una violación del derecho internacional, que volvieron a agitar el fantasma de las represalias comerciales. El examen de este proyecto de ley sigue inconcluso a día de hoy.