Corrupción en Perú

Ascenso y caída del expresidente peruano 'El Cholo' Toledo, a punto de ser extraditado de Estados Unidos

Alejandro Toledo, látigo del corrupto Fujimori, tiene pendientes causas con la justicia peruana por gestión irregular durante su mandato

El expresidente peruano Alejandro Toledo, acompañado de su esposa en Lima en una imagen del 2015.

El expresidente peruano Alejandro Toledo, acompañado de su esposa en Lima en una imagen del 2015. / REUTERS / GUADALUPE PARDO

Abel Gilbert

Abel Gilbert

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El Perú del siglo XXI es proclive a las repeticiones. En 2007 fue extraditado de Chile Alberto Fujimori. En la actualidad cumple una condena de cadena perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad. La caída de Fujimori, aquel 2000 saturado de protestas, tuvo como protagonista central a Alejandro Toledo, un profesor de economía que reivindicaba su condición de indio y la autosuperación que lo había llevado de lustrar botas a la academia norteamericana. 'El Cholo', sobrenombre por el que se le conocía, fue luego el primer presidente electo tras el final de la autocracia. Como Fujimori, tuvo que huir del país cuando quedó manchado por una causa de corrupción. Estuvo seis años en Estados Unidos. Este miércoles le han comunicado que será extraditado a su país.

Al diario limeño 'La República' no se le pasó por alto la ironía. Apenas aterrice, Toledo sería enviado al penal de Barbadillo, donde no solo se encuentra Fujimori entre rejas. También está ahí preventivamente el exmandatario Pedro Castillo, acusado de los supuestos delitos de rebelión y conspiración. Otro exjefe de Estado, Ollanta Humala, fue un habitante provisional de esa cárcel de máxima seguridad que pone en escena la misma crisis del sistema político peruano, en ebullición desde diciembre.

Presidentes corruptos

Pedro Pablo Kuczynski, quien gobernó entre 2016 y 2018, cuando se vio obligado a dimitir para no ser cesado por el Congreso, es investigado por irregularidades en la financiación de su campaña electoral. Alan García se ha convertido en una curiosa excepción a esta regla: decidió quitarse la vida con un disparo en la cabeza para no ser arrestado por presunto dolo como funcionario público.

"¿Por qué quieren un chivo expiatorio?", dijo Toledo cinco años atrás cuando proclamó su inocencia por última vez ante los micrófonos de RRP, la principal radio peruana. A su vez, negó la condición de fugitivo que por varios años le endilgó a Fujimori. 'El Cholo' ha sido acusado de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht por 35 millones de dólares a cambio de otorgarle las obras en la Carretera Interoceánica durante su mandato.

El fiscal Rafael Vela, coordinador del Equipo Especial Lava Jato que investiga ese episodio y otros que relacionan a los demás expresidentes con la poderosa empresa de Brasil, calificó como "crucial" la reciente decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos que pone a Toledo a las puertas del avión. "Estamos a la expectativa". Según Vela, al equipo de abogados del expresidente ya no le quedarían conejos en la chistera. Los recursos de amparo se han agotado.

Del aplauso a la reprobación

Hace 23 años, Toledo era un personaje lateral de la política peruana. Se presentó en las elecciones de abril en las que 'El Chino' Fujimori esperaba validar su tercer Gobierno como un simple trámite. 'El Cholo' obtuvo el 40% de los votos, pero consideró que no existían las condiciones de transparencia para que se realizara la segunda vuelta. Decidió, entonces, impugnar la contienda.

'El Chino' se autoproclamó ganador, pero la victoria política fue para aquel aspirante casi ignoto. A partir de ese momento, Toledo lideró las luchas que en setiembre de ese mismo año llevaron al autócrata a abandonar el país con destino japonés. En 2011, el exlustrabotas llegó a la presidencia con el 52% de los votos y la legitimidad de un breve, aunque intenso pasado.

La posibilidad de que uno y otro contendiente habiten la misma cárcel, hermanados en el ocaso y el desprestigio, no deja de sorprender a muchos peruanos que acompañaron a Toledo. "Todo esto me despierta sentimientos encontrados. Tengo un especial afecto por él, pero más amigo soy de la justicia y de la búsqueda de la verdad y, en ese sentido, considero que su presencia aquí es imprescindible", dijo Juan Sheput, quien formó parte de su Gabinete ministerial.

Propensión etílica

La estrella de 'El Cholo' se apagó sin pena ni gloria. Sus intentos por volver a la presidencia no tuvieron eco en las urnas. La propensión etílica de Toledo, repetidamente señalada como mofa o escarnio por sus adversarios, se convirtió, tres años atrás, en el detonante de su extradición. La policía lo detuvo en el sur de San Francisco en estado de ebriedad.

Meses más tarde fue arrestado ante la sospecha de un intento de salir de Estados Unidos. Lo encontraron con una maleta que, en su interior, escondía 40.000 dólares. Toledo estuvo en prisión en el estado de California. Su imagen, vestido de rojo, no dejó de impactar en Perú. Luego pasó a la condición arresto domiciliario. Más tarde, durante la pandemia, le otorgaron la libertad bajo fianza.

Mientras luchaba contra la extradición, su esposa, Eliane Karp entregó su pasaporte belga a la Corte de California como acto de fe de que no tenía la intención de fugarse. Horas atrás solicitó que se lo devuelvan. Karp tuvo especial protagonismo durante los años de ascensión de Toledo. Era, según el relato entusiasta de entonces, la rubia europea que había sido encandilada por la lucha del indio indómito. También ella ha sido acusada de corrupción.

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