Tensión diplomática

China asegura que Estados Unidos le envió 10 globos el pasado año

Pekín acusa a Washington de violar "frecuentemente" el espacio aéreo de terceros países

Un avión sobrevuela el globo chino, el pasado 4 de febrero, a la altura de Carolina del Sur.

Un avión sobrevuela el globo chino, el pasado 4 de febrero, a la altura de Carolina del Sur. / RANDALL HILL / REUTERS

Adrián Foncillas

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Parecía una excentricidad anacrónica cuando el primero saltó a las portadas, dos semanas atrás, y hoy no parece que haya un cielo sin ellos. Los cazas estadounidenses han tumbado ya cuatro globos y China ha revelado esta tarde que Washington les ha enviado una decena en un año. Si las informaciones de ambos gobiernos son ciertas, y no es un condicional irrelevante, hay un frenesí ahí arriba.

Lo ha aclarado el Ministerio de Exteriores chino en la rueda de prensa diaria a un periodista que apenas le había preguntado por la compañía que estaba detrás de aquel globo pionero. "Es también habitual que los globos estadounidenses entren ilegalmente en el espacio aéreo de otros países", ha contestado su portavoz, Wang Wenbin. Desde el pasado año, ha continuado, China ha contado 10 sin que Washington pidiera permiso a las autoridades nacionales. "Tendría que empezar por mirarse a sí mismo y cambiar su actitud en lugar de calumniar, desacreditar o incitar a la confrontación", ha rematado. No ha aportado pruebas. Tampoco ha aclarado por qué China no lo había denunciado antes, ni cómo sabe que son estadounidenses, ni su naturaleza civil o militar.

La rueda de prensa, soltada ya la bomba, discurrió por caminos más trillados. El ministerio ha insistido en que aquel globo "civil" acabó sobre Estados Unidos por capricho de los vientos y definido su destrucción por un misil como "un abuso de fuerza" y "reacción desmesurada". No han escaseado las alusiones oblicuas a su cinismo. "Estados Unidos es, sin lugar a dudas, el líder mundial en espionaje criminal y un imperio de la vigilancia (...). Durante mucho tiempo, ha abusado de sus habilidades tecnológicas para robar secretos y practicar pinchazos telefónicos indiscriminados a larga escala en todo el mundo, incluso a sus aliados", ha añadido.

Precedentes

Son frecuentes los recordatorios estos días en la prensa nacional de las intervenciones telefónicas que sufrieron líderes europeos como la excancillera alemana, Angela Merkel, o a la muerte del piloto chino en un accidente con un avión de reconocimiento estadounidense frente a la isla de Hainan 20 años atrás. Washington envió el pasado año 657 aviones y barcos en misiones de reconocimiento al patio trasero chino, según las cuentas ministeriales. Una sesentena fueron descubiertos en enero en el Mar del Sur de China, añadió Wang, poniendo en peligro "la seguridad nacional y socavando la paz y estabilidad regional".

No hay día sin capítulo en la saga de los globos. Pekín ha lamentado este lunes que Washington incluyera a seis compañías chinas en su lista negra por su presunta colaboración con el programa aeroespacial. Y no ha habido asunto más comentado esta mañana en Weibo, una plataforma parecida a Twitter, que la promesa de anoche de las autoridades marítimas chinas de que se disponían a hundir "un objeto volador no identificado" frente a la costa de Rizhao (provincia oriental de Shandong) junto a las peticiones a los barcos de la zona de ayuda en la recogida de sus restos. El anuncio de un extraño artilugio, en contraste con la paranoia y nerviosismo de Estados Unidos dos semanas atrás, desató una curiosidad desbordante que viró a la desazón durante la tarde por la falta de detalles.

Nuevos artefactos

Estados Unidos, mientras, sigue disparando a todo lo que lejanamente parece un globo espía chino. Son tres artilugios desde el viernes abatidos en Alaska, el norte de Canadá y el lago Hurón. Son mucho menores que el primero, tan grande como tres autobuses, y las agencias de información estadounidenses han embridado las aceleradas conclusiones que desde las filas políticas apuntaban a más globos espías chinos. Washington ha descartado que supongan un peligro militar y justificado su destrucción por los riesgos para la aviación civil.

La crisis de los globos ha suspendido la visita programada a Pekín del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la que China confiaba para rebajar la tensión bilateral. Ni las disculpas ni las explicaciones de Pekín, que describía un globo con funciones meteorológicas desviado por los vientos, convencieron a la Casa Blanca.