Austria y otros países de la UE piden financiar vallas en las fronteras exteriores con fondos europeos

La política migratoria sigue generando polémica y protagonizando debates difíciles entre los dirigentes europeos aunque en los últimos tiempos se ha impuesto un lenguaje y un tono más duro, tal y como queda reflejado en las conclusiones de la cumbre extraordinaria de líderes europeos celebrada este jueves en Bruselas que aboga por el refuerzo de los controles en las fronteras exteriores para que sean más efectivos, más cooperación con países de origen terceros, aumentar las devoluciones de inmigrantes ilegales y un alineamiento de la política de visados con los países vecinos. Aunque no menciona expresamente de la posibilidad de financiación muros o vallas con fondos europeos, el texto sí aboga por movilizar inmediatamente fondos europeos para apoyar a los Estados miembros a reforzar sus capacidades de control e infraestructuras, medios de vigilancia y equipamientos. 

¿Significa esto que la UE puede financiar la construcción de vallas que reclaman algunos países?, le han preguntado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras el largo Consejo Europeo que ha tenido como invitado estrella a Volodimir Zelenski. "Para la protección de las fronteras necesitamos un paquete de enfoque integrado. Hay tres fuentes de financiación. Financiación nacional, contribuciones bilaterales y financiación europea. Somos muy claros en la gestión de las fronteras", se ha limitado a señalar von der Leyen eludiendo la controversia y poniendo el acento en dos proyectos pilotos de gestión de fronteras con "cámaras, vigilancia electrónica, carreteras para patrullar a lo largo de la valla, personal y torre de vigilancia" porque "todo esto tiene que ser parte de un paquete integrado", ha añadido.

Hasta ahora la Comisión Europea se ha negado a financiar con fondos europeos muros en las fronteras exteriores pero son muchos los países que así lo reclaman. Es lo que pidieron a principios de semana Austria, Grecia, Lituania, Eslovaquia, Dinamarca, Letonia, Estonia y Malta en una carta a la Comisión Europea. "Necesitamos el dinero para ello, no importa si se llama valla o infraestructura fronteriza. Bulgaria necesita ayuda en lo que respecta a la vigilancia de las fronteras y al personal de fronteras, y también en lo que respecta al equipo técnico para las fronteras, ya que una valla sólo es buena si existe una vigilancia eficaz", ha defendido el canciller austríaco, Karl Nehammer, sobre la necesidad de financiación una valla entre Bulgaria y Turquía que limite las llegadas por esa ruta.

Y es que, cuanto más efectivos sean los países que están en primera línea de las fronteras exteriores, "menos se tendrán que preocupar otros países de posibles movimientos secundarios", sostienen fuentes diplomáticas que apoyan estas tesis. Las cifras que maneja la Comisión Europea constatan una caída del 21% en los flujos migratorios en la ruta hacia España, pero no ocurre lo mismo en otras vías de entrada como la ruta de los Balcanes occidentales, que registró un aumento del 136% el año pasado, del mediterráneo oriental, con un repunte del 108%, e incluso del mediterráneo central con un aumento del 51%.

Otras vallas en Europa

"Grecia seguirá presionando para que la UE haga más por proteger sus propias fronteras exteriores. Esperamos aún más apoyo europeo. Seguiremos pidiendo más recursos europeos, recursos fiscales adicionales, en un esfuerzo por proteger nuestras fronteras con mayor eficacia. La UE debe utilizar barreras físicas, incluida la valla que estamos construyendo en Evros", ha defendido también el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, sobre la infraestructura que construyen en la frontera con Turquía. Una medida que también ha tomado Lituania con la construcción de una valla de 480 kilómetros en su frontera con Bielorrusia.

"No solo necesitamos una valla material. También necesitamos un marco legal para ayudarnos no solo a luchar contra la inmigración ilegal sino la instrumentalización de la inmigración", ha explicado el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, en referencia al capítulo que vivieron en 2021 cuando registraron llegadas masivas a través de la frontera bielorrusa. "Es importante evitar que otros países hagan lo mismo en el futuro", estima. Una batalla en la que estos países no están solos. Aunque la problemática de Italia puede ser diferente, con una inmigración irregular que llega sobre todo por mar, su primer ministra, Giorgia Meloni, ha apoyado "cualquier cosa" que ayude a controlar la inmigración irregular.

No todos los Estados miembros lo tienen, sin embargo, tan claro. "Lo que está sobre la mesa es Bulgaria y Turquía pero esto no será suficiente así que serán necesarias nuevas vallas y muros. El dinero podría invertirse en otras cosas. Lo que vemos es que los muros no solucionan el problema", ha recordado el luxemburgués, Xavier Bettel. El mismo mensaje ha trasladado también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que entiende que este desafío no se resuelve "con vallas o muros más altos" sino con más cooperación con los países de origen y tránsito.

Ayudas de estado

Los Veintisiete también han abordado durante la cumbre el plan industrial propuesto por Bruselas para relanzar la competitividad europea y hacer frente al proteccionismo de terceros países como Estados Unidos o China así como la revisión de las normas sobre ayudas de estado, un elemento que sigue dividiendo a los gobiernos europeos con Francia y Alemania. “Mantenemos una posición intermedia. Creemos que se deben flexibilizar (las ayudas de estado) y elevar los umbrales de notificación pero acotado en el tiempo y los sectores. En los próximos años hay que hacer esfuerzos en temas verdes y esto requiere una flexibilidad. Pero esto tiene que hacerse acotado en el tiempo a sectores específicos, sectores verdes detallados”, defienden fuentes del Gobierno español sobre la posición defendida por España.

Lo mismo han pedido otras delegaciones que comparten el temor a que la "manga ancha" en materia de ayudas de estado termine distorsionando y fragmentando el mercado europeo, ante el distinto margen fiscal del que disponen los Veintisiete, particularmente Alemania y Francia, o aboque a una guerra de subsidios. Discrepancias al margen, los líderes europeos coinciden en que es necesario reforzar la competitividad a largo plazo y urgen a la Comisión a trabajar con "urgencia" y a que presente propuestas legislativas. Las conclusiones adoptadas también recogen la petición sobre la reforma del diseño del mercado de la electricidad.