En Siria, el número de fallecidos asciende a 1.800

El temblor de tierra castiga casi por igual a las regiones bajo control del régimen de Asad y a las regiones rebeldes

Los daños causados en la ciudad de Alepo por el terremoto que ha afectado a Siria el 6 de febrero.

Los daños causados en la ciudad de Alepo por el terremoto que ha afectado a Siria el 6 de febrero. / AGENCIA ÁRABE SIRIANA DE NOTICIAS / EFE

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"El terremoto castigó a a zonas de la oposición y zonas bajo control del Gobierno; apoyo con todo mi corazón a la revolución siria, pero me importa mi propia gente". Con estas palabras, Ramadán Suleimán, de 28 años, explicó a través del teléfono a un periodista de Reuters sus simpatías por el sufrimiento en las zonas gubernamentales. "Soy humano, ellos son humanos; lo siento por la gente en Turquía, y siento lo mismo cuando algo así sucede en otras partes de Europa, es la Humanidad", continuó este desplazado a Idleb, la única capital de provincias en manos rebeldes, originario de la región de Deir Ezzor, en el este del país.

El temblor de tierra se ha cobrado las vidas de unas 1.800 personas en toda Siria, y se supone que mucha gente está aún bajo los escombros. Miembros de los equipos de rescate sostienen que en las regiones rebeldes se han producido unas 1.080 defunciones, mientras que los medios estatales sirios sostienen que en la zona gubernamental se produjeron alrededor de 800 muertes, principalmente en las localidades de Alepo, Tartus, Latakia y Hama. Llueve sobre mojado en un país azotado desde hace ya más de una década por una interminable guerra civil que ha producido centenares de miles de muertos. "Es lo último que este país necesita; este es un país donde habita la muerte", asegura Hasán Husein, desde Tartus, ciudad bajo control del régimen de Asad.

Con millones de personas desplazadas, la ONU ha asegurado que las necesidades humanitarias son ahora mucho más perentorias que nunca, pese a que las líneas de frente permanecen inamovibles desde hace largo tiempo. En la localidad de Atareb, controlada por los rebeldes, Yusef Habus lamentó cómo el terremoto ha obligado a muchos a abandonar de nuevo sus hogares. "Tras haber sido desplazados de nuestros hogares, ahora que ya habíamos nuevas casas, afrontamos un nuevo desplazamiento", se lamentó Habush, quien tuvo que abandonar Damasco en los años álgidos de la guerra.

Montañas de Latakia

En las montañas próximas a Latakia, cerca de la ciudad natal de Asad, los residentes aseguraron que algunos edificios habían colapsado y que había muchos muertos. Tropas rusas, miembros de la defensa civil y fuerzas gubernamentales ayudaban en los esfuerzos de rescate, aseguraron dos testigos. Uno de los habitantes, Abú Hamid, aseguró sentir un "sentimiento de próximidad" con otros sirios, incluidos aquéllos que se hallaban en las regiones opositoras. "Es posible que sea la primera vez que ello sucede en mucho tiempo; el terremoto no ha discriminado", resumió.