Desastre anunciado

Los devastadores incendios de Chile dejan 26 muertos y casi 280.000 hectáreas arrasadas

Diez personas han sido detenidas por su presunta responsabilidad en el inicio de las llamas

Incendio en la zona de Los Venados, cerca de la población chilena de Valdivia.

Incendio en la zona de Los Venados, cerca de la población chilena de Valdivia. / CRISTOBAL SAAVEDRA ESCOBAR / REUTERS

Abel Gilbert

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Los incendios en la zona centro-sur de Chile vuelven a provocar estragos durante el verano austral y dejan entrever nuevamente una intencionalidad que tiene un inocultable trasfondo político. El presidente Gabriel Boric confirmó que la cifra de muertos ha ascendido a 26. El número de heridos, se consignó oficialmente, es cercana a los 600, de los cuales, 16 se encuentran en estado grave. El fuego ha destruido 1.559 viviendas. Las hectáreas consumidas por las llamas ascienden a 279.154. Un calor extremo, de hasta 40 grados, y una sequía de larga data favorecieron su propagación. Los bomberos combatían con denuedo 51 de los 260 focos existentes, los más peligrosos. La persistencia de altas temperaturas dificulta las tareas.

Chile ha recibido un fuerte apoyo internacional para enfrentar el desastre. España ha enviado 50 militares de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y drones. Argentina y México colaboran con brigadistas y helicópteros. El avión Ten Tanker de Estados Unidos, con una capacidad de almacenamiento de 36.000 litros, aterrizó en la ciudad de Concepción para sumarse a las tareas de extinción de los incendios. Boric dijo que el avión llegó al país como parte de un acuerdo entre el Estado y el sector privado para combatir el siniestro. "Hemos estado en terreno viendo cómo siguen las operaciones para salvar vidas y apagar el fuego, pero también para llegar de forma ágil con todas más ayudas que las personas requieren", dijo el joven mandatario.

"No los vamos a dejar solos. Sabemos que estamos enfrentando momentos difíciles, pero tengo la profunda convicción que trabajando juntos vamos a lograr salir adelante y ponernos de pie", les aseguró el presidente a las familias que perdieron todo. La llamada Araucanía, unos 700 kilómetros al sur de Santiago, y corazón de la comunidad originaria mapuche, es una de las zonas más afectadas por las llamas.

Precedente de 2017

Las llamas del presente traen el recuerdo de la histórica catástrofe de 2017, cuando, por razones similares a las actuales, fueron devoradas 467.000 hectáreas. En esa oportunidad perdieron la vida 11 personas y más de 1.500 viviendas fueron reducidas a cenizas. Lo que también tienen en común ambos episodios es una chispa inicial en áreas agrícolas y bosques. El fuego luego se ha extendido hacia zonas pobladas.

El Gobierno informó que 10 personas han sido arrestadas por su presunta responsabilidad en la "generación intencional de incendios". El Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (MODATIMA) le pidió a Boric que, además de combatir las llamas, tome la decisión de no sostener "este modelo forestal" heredado de la última dictadura militar y que es determinante en el desastre. El Decreto de Ley 701 de 1974 "sólo ha beneficiado a la elite política empresarial chilena a través de subsidios millonarios para la plantación de monocultivos de pinos y eucaliptos, instalándose masivamente en los territorios rurales y semiurbanos sin regulación alguna, permitiendo la destrucción del bosque nativo, la pérdida de biodiversidad e impactando directamente en la disponibilidad hídrica".