Asalto a la democracia

Nuevo escándalo en Brasil: un senador involucra a Bolsonaro en un intento de golpe de Estado

Un exaliado de Bolsonaro fue invitado a participar de una conjura para evitar la toma de posesión de Lula

El senador Del Val debía grabar ilegalmente a un juez del Tribunal Supremo para poner en marcha la maniobra golpista

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, en un encuentro con fieles brasileños en Orlando.

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, en un encuentro con fieles brasileños en Orlando. / EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Abel Gilbert

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El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, ha asegurado que su antecesor, Jair Bolsonaro, es un "genocida" que debería ser juzgado por el delito de exterminio contra el pueblo yanomami y las negligencias del Gobierno de ultraderecha durante la pandemia que provocó unos 700.000 muertos. Pero otra investigación puede comprometer por estas horas al excapitán del Ejército: un expolicía y senador derechista, Marcos del Val, ha reconocido que un asesor de Bolsonaro intentó sumarlo a una conjura para evitar la toma de posesión de Lula.

El autor del convite habría sido el exdiputado y asesor del entonces presidente, Daniel Silveira. "Si aceptas la misión, salvaremos a Brasil", le conminó Silveira, de acuerdo con el semanario Veja. Los antecedentes del interlocutor son profusos: Silveira había recibido una condena a nueve años de cárcel por atentar contra la democracia. Sin embargo, Bolsonaro decidió indultarlo. Lo extraordinario de la revelación periodística es que Del Val dijo haber escuchado la oferta delante de una tercera persona, nada menos que el propio Bolsonaro, quien primero se mantuvo "en silencio". El senador le aseguró luego a la cadena Globo News haber pedido unos días para pensar y dar una respuesta a Silveira. "Entonces vamos a esperar", contestó el entonces mandatario, según Del Val.

El supuesto plan parece copiado de una película de bajo presupuesto: Del Val debía grabar ilegalmente una conversación con el juez del Tribunal Supremo (STF), Alexandre de Moraes, a quien conocía por haber trabajado en el área de seguridad pública. La divulgación de esos audios, que debían ser comprometedores, buscaba provocar una sucesión de episodios políticos e institucionales: el arresto de De Moraes, la bestia negra de la ultraderecha, y, por lo tanto, la permanencia en el Ejecutivo de Bolsonaro, a pesar de la victoria electoral de Lula. "Se notaba mucho el miedo de Silveira a vivir con la amenaza de ser arrestado por De Moraes en cualquier momento. Así que quiso hacer lo contrario. Construyó un complot para que el juez fuera detenido", dijo Del Val al diario paulista Folha.

El conocimiento público del presunto del complot ha desatado un previsible escándalo pocas horas después de la provocación del bolsonarismo en el Congreso, donde varios de sus representantes participaron de la sesión inaugural con carteles adheridos a sus trajes y vestidos con la consigna "Fuera Lula". Bolsonaro se encuentra en Estados Unidos. El pasado martes había estado muy locuaz, profetizando el pronto final del actual Gobierno. Esta vez se llamó a silencio. Por lo pronto, De Moraes, quien tiene a cargo dilucidar las responsabilidades del intento de golpe del 8 de enero, le ordenó a la Policía Federal (PF) que interrogue a Del Val.

La opinión del Tribunal Supremo

De acuerdo con Por Bela Megale, columnista del diario carioca O Globo, varios integrantes del STF han dejado filtrar la opinión de que si se confirman las denuncias del senador "crece el potencial" para detener a Bolsonaro. Antes de que Del Val hablara, "predominaba en la mayoría del STF la apreciación de que llevarlo tras las rejas sería un error". El argumento de los jueces era que esa situación "podría perturbar aún más la escena nacional".

Por su parte, el diario paulista Estado señaló que las declaraciones del senador refuerzan la sospecha entre los integrantes de la máxima instancia judicial sobre una "operación de cobertura" para intentar minimizar las conversaciones sobre un intento golpista. La gran pregunta que se formulan en ese sentido otros analistas es si los dichos de Del Val pueden ser confirmandos.

Las actitudes del senador han llamado a la confusión. Del Val dijo que los conspiradores le ofrecieron el apoyo técnico del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) y la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin). Este último organismo calificó de "absolutamente falsa" esa versión. Veja consignó que la reunión entre Silveira, Bolsonaro y Del Val tuvo lugar en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, pero en una rueda de prensa posterior, el senador dijo que no recordaba con exactitud el lugar del encuentro. Entre una y otra declaración, los hijos de Bolsonaro se comunicaron con Del Val, quien aseguró ser objeto de amenazas que no detalló. Anunció a su vez la dimisión como senador y luego se corrigió, alentado por un llamado telefónico de su hija. Ella lo convención sobre la necesidad de permanecer en la vida política.

Otras líneas de investigación

En este contexto, Valdemar Costa Neto, la autoridad del Partido Liberal (PL) que promovió la candidatura de Bolsonaro, negó este jueves ante la PF haber participado en la elaboración del borrador golpista incautado en la casa del exministro de Justicia del Gobierno de ultraderecha, Anderson Torres. Esa es otra de las líneas de investigación que podrían llegar hasta el expresidente. Según el diario Estado, la policía espera que Torres comience a hablar.