Tensión bélica

Zelenski lanza una purga en su Gobierno en un intento de atajar la corrupción

El presidente ucraniano destituye a seis viceministros y cinco gobernadores en la mayor remodelación de las altas esferas ucranianas desde el inicio de la guerra

Zelenski visita Bajmut, en la región de Donetsk

Zelenski visita Bajmut, en la región de Donetsk

Ricardo Mir de Francia

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Ucrania era uno de los países más corruptos del mundo antes de que Rusia invadiera el país hace casi un año, una enfermedad que no curan las bombas ni el instinto de supervivencia. En una purga sin precedentes desde que comenzara esta última agresión militar del Kremlin, el presidente Volodímir Zelenski ha despedido este martes a una docena de altos cargos públicos, concretamente cinco gobernadores y seis viceministros, en la mayor recomposición de su Gobierno de los últimos 11 meses. Si bien los motivos de los ceses no se han hecho públicos, llegan después de que un reguero de acusaciones de corrupción y abuso de poder emergieran en la prensa local y las redes sociales, una mancha con riesgos incuestionables para un país tan dependiente de la ayuda extranjera.  

Ucrania se juega mucho en su batalla contra la corrupción, una de las piedras angulares de la campaña que llevó al poder a Zelinski en 2019. Por un lado, está su adhesión a la Unión Europea, un proceso que suele ir supeditado a la existencia de unas garantías mínimas para el funcionamiento del estado de derecho. Pero más importante a corto plazo son las multimillonarias ayudas militares y económicas que han permitido a Kiev mantenerse a flote desde el inicio de la invasión, ayudas que algunos podrían replantearse si la integridad del Gobierno de Zelinski pasa estar en entredicho. En el Congreso de Estados Unidos, por ejemplo, los republicanos ya han anunciado su intención de auditar las ayudas estadounidenses para asegurarse de que están llegando a buen puerto.

Escándalo en las Fuerzas Armadas

De ahí que a Zelinski no le haya temblado la mano para hacer limpieza en las altas esferas, después de que algunos escándalos hubieran adoptado vida propia. El pasado fin de semana la prensa ucraniana publicó que el Ejército ha pagado precios hinchados por los alimentos para la tropa, lo que incluye huevos a un precio que triplica su coste. El ministerio de Defensa ha negado las alegaciones, pero al mismo tiempo no ha dudado en dar la bienvenida a la dimisión del viceministro Viacheslav Shapovalov con el fin de “preservar la confianza” en la institución.

Otro de los que ha perdido el cargo es Kyrylo Tymoshenko, interlocutor habitual de la prensa extranjera y uno de los asesores más cercanos a Zelinski. Tymoshenko estaba siendo investigado por haberse presuntamente apropiado de un vehículo blindado y donado por Estados Unidos para recoger a los heridos en las zonas de combate. Otro viceministro, en este caso de Infraestructuras, Vasyl Lozinsky, fue despedido el domingo por formar parte de una red sospechosa de malversar fondos públicos, según Associated Press. 

Viajes al extranjero

La purga parece tener vocación ejemplarizante, no solo de cara a las élites ucranianas, sino también para Occidente, al que se envíe un mensaje de tolerancia cero con la corrupción. Y es que Zelinski también ha prohibido a los cargos públicos que viajen al extranjero a menos que se trate de una visita relacionada con su trabajo, después de que aparecieran en las redes multitud de críticas hacia altos cargos que pasaron las vacaciones de Navidad en distintos lugares de Europa mientras muchos ucranianos combatían en el frente. “Ignorar la guerra es un lujo que nadie se puede permitir”, dijo Zelinski en su alocución del domingo. “En una sociedad que siente la justicia, la unidad del pueblo es siempre más fuerte”.