decisión judicial

Netanyahu destituye a un ministro israelí inhabilitado por corrupción

El sábado, más de 120.000 personas se manifestaron contra el ejecutivo israelí por mantener a Aryeh Deri en el cargo

Protesta masiva contra el Gobierno de Israel en Tel Aviv

Protesta masiva contra el Gobierno de Israel en Tel Aviv / Ilia Yefimovich / dpa / EUROPA PRESS

EFE

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El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha destituido este domingo al rabino ultraortodoxo Aryeh Deri de sus puestos de ministro de Interior y de Sanidad, tras un fallo del Tribunal Supremo que ordenó su salida del Gobierno la semana pasada debido a sus múltiples condenas por corrupción. "Con gran pesar en el corazón, con gran pena, me veo obligado a destituirlo de su puesto como ministro", indica una carta firmada por Netanyahu, difundida tras la reunión semanal del consejo de ministros, en la que promete dar con la "fórmula legal" para que pueda seguir sirviendo al Estado de Israel.

Arieh Deri, de 63 años, fue elegido diputado por primera vez en 1992 por el partido Shas, y fue ministro en numerosos gobiernos. El año pasado reconoció ser culpable de un delito de fraude fiscal y fue multado con 180.000 séqueles, el equivalente de unos 50.000 dólares. En este último proceso, logró evitar la prisión a cambio de acogerse a un acuerdo de culpabilidad que lo inhabilitaba para ejercer cargos públicos y le comprometía a dejar la política. Junto a su dilatada carrera como ministro, que comenzó en 1988 en la cartera de Interior, Deri acumula un amplio historial de corrupción, que incluye una condena y encarcelamiento en 2000 por aceptar sobornos. Ahora deja sus cargos tras sólo 26 días de haberlos ocupado. La destitución cobrará efecto en 48 horas y se espera que en su lugar sean nombrados miembros de su partido.

"Esta desafortunada decisión ignora la voluntad del pueblo", estimó Netanyahu en su misiva, al subrayar que Deri es "un ancla de experiencia, inteligencia y responsabilidad". "Tengo la intención de seguir contribuyendo con todas mis fuerzas al público y a la coalición, de seguir liderando el movimiento Shas, de seguir participando en la reunión de los jefes de las facciones de la coalición y de promover los importantes movimientos legales para los que este Gobierno fue elegido", advirtió Deri. El ultraortodoxo exige mantener un alto cargo como condición para mantener su apoyo al nuevo Ejecutivo, que necesita los once diputados de Shas, la segunda fuerza con más escaños dentro de la coalición tras el Likud de Netanyahu.

Manifestaciones multitudinarias

Para permitir la investidura de Deri como ministro pese a su condena, el Parlamento aprobó en diciembre "ad hoc" una ley que, modificando la Ley Básica, ahora solo inhabilita a altos cargos públicos que hayan ido a prisión. Pero la sentencia del Supremo inhabilitó esta ley. Precisamente este fin de semana, una marea humana de más de 120.000 personas inundó las calles de Tel Aviv para protestar contra este ministro, que se seguía aferrando al cargo mientras el Supremo lo había inhabilitado. La afluencia masiva superó las expectativas de los organizadores, que tildaron de "políticas antidemocrático" y "fascista" al gobierno de Benjamín Netanyahu. El núcleo de las protestas fue la céntrica plaza Habima de Tel Aviv, donde convocó el Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel (MGCI) bajo el lema "Libertad, igualdad y calidad de gobierno" para frenar "la peligrosa revolución del nuevo Ejecutivo que destruirá la democracia israelí", afirmaron en su llamado a la población.