A partir del 7 de febrero

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, renuncia al cargo

La dirigente neozelandesa explica que, tras cinco años gobernando, ya no tiene "el depósito lleno" y convoca elecciones para el 14 de octubre

Jacinda Ardern anuncia que renuncia a su cargo de primera ministra de Nueva Zelanda

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha anunciado este jueves a primera hora su renuncia como jefa de Gobierno, convocando elecciones para el próximo 14 de octubre. Así lo ha explicado la mandataria durante una rueda de prensa, detallando que estará en el puesto hasta el próximo 7 de febrero, cuando el Partido Laborista que dirige encuentre una nueva persona para ocupar el cargo de primer ministro, ha informado 'NZ Herald'.

"Tener un papel tan privilegiado conlleva una responsabilidad, incluida la responsabilidad de saber cuándo eres la persona adecuada para liderar y también cuándo no", ha justificado, detallando que era una decisión que venía reflexionando desde verano. "He dado todo de mí para ser primera ministra, pero también me ha costado mucho. No puedo ni debo hacer el trabajo a menos que tenga el depósito lleno más un poco de reserva para esos desafíos no planificados e inesperados que inevitablemente se presentan", ha relatado.

En su comparecencia ante los medios de comunicación, la primera ministra neozelandesa ha sostenido que detrás de su decisión no hay "ningún escándalo secreto". "No lo dejo porque sea duro, lo dejo porque este trabajo conlleva una gran responsabilidad, y no tengo suficiente energía para hacerle justicia", ha afirmado. "Soy humana. Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos y luego es el momento. Y para mí, es el momento".

Ardern cerró el año con una polémica. En diciembre, la lideresa neozelandesa fue sorprendida llamando "capullo arrogante" a un diputado opositor, David Seymour. Tras ser pillada por el micrófono de su escaño, la primera ministra se disculpó, zanjando el asunto. También cerró el año con problemas mayores. Y es que, tras convencer a muchos con su forma de hacer política, Ardern vio como el cierre de fronteras por la pandemia del covid-19 y el aumento de la inflación, con la tasa mas alta durante los últimos 30 años, le pasaban factura. La popularidad de su partido, el laborista, terminó 2022 cayendo a un 33%, mientras que el centro-derecha creció situándose en torno a un 39%.

Elegir un nuevo líder

Ante esta decisión, el partido deberá elegir este domingo 22 de enero al nuevo líder del Partido Laborista y al nuevo primer ministro. Mientras tanto, la persona elegida deberá gobernar hasta el 14 de octubre, cuando se celebren las elecciones generales.

La primera ministra de Nueva Zelanda ha subrayado que confía en que los laboristas podrán ganar los comicios sin ella, asegurando que son necesarios "un nuevo par de hombros" para los desafíos de los próximos cuatro años. "Estoy increíblemente orgullosa de lo que hemos logrado en los últimos cinco años a pesar de los muchos desafíos que se nos presentan. Hemos dado la vuelta a las estadísticas de pobreza infantil y hemos logrado los aumentos más significativos en apoyo social y existencias de viviendas públicas que se hayan visto en muchas décadas", ha destacado Ardern de su periodo frente al Gobierno.

"Además de nuestra ambiciosa agenda que ha buscado abordar temas de largo plazo como la crisis de la vivienda, la pobreza infantil y el cambio climático, también tuvimos que responder a una gran incursión de bioseguridad, un ataque terrorista doméstico, una erupción volcánica y una pandemia mundial, y la consiguiente crisis económica. Las decisiones que se han tenido que tomar han sido constantes y de peso", ha añadido.

Ardern, de 42 años, asumió el cargo como primera ministra en agosto de 2017, convirtiéndose en la persona más joven de la historia del país en ostentar el cargo. Entonces, los progresistas llegaron al poder tras hacerse 65 de los 120 diputados del Parlamento al acordar una alianza de gobierno con los Verdes y los nacionalistas de Nueva Zelanda Primero, poniendo fin a una década de gobiernos conservadores.