Sánchez condena "rotundamente" el asalto al Congreso y pide el "retorno a la normalidad democrática"

El asalto de las principales instituciones de Brasil por parte de cientos de seguidores del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro ha sido ampliamente condenado por los varios representantes y mandatarios a nivel mundial.

Cientos de simpatizantes de Bolsonaro se concentraron en Brasilia, invadieron los predios del Congreso Nacional y el Tribunal Supremo, para dirigirse luego al Palacio Planalto, sede del Ejecutivo, para pedir una intervención militar que desplace de la presidencia a Luiz Inacio Lula da Silva.

Respaldo español

Esta aventura golpista ha sido denunciada desde las principales instituciones españolas. 

El Gobierno ha querido mostrar su respaldo al gabinete liderado por Lula da Silva ante la invasión de los radicales. En este sentido se ha expresado el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. "Todo mi apoyo al presidente Lula y a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática", ha explicado en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.

A primera hora de este lunes, durante la VI Conferencia de Embajadores celebrada en Madrid, el jefe del Ejecutivo ha insistido en este mensaje de condena. Sánchez no ha trazado paralelismos expresos con la crispada situación política en España, pero sí ha argumentado que este "fenómeno repulsivo" se "repiten en todos los lugares", informa Juan Ruiz Sierra.

"La mayor amenaza es el resurgir de movmientos ultras dispuestos a arrollar con todo. Conocemos estos movimientos. Se repiten en todos los lugares: uso sistemático de la mentira, recurso al insulto para exaltar a sus seguidores y finamente un ataque a las instituciones y a la legalidad demcrática. Lo vimos en EEUU, lo vemos en Brasil y lo presenciamos a diario en distintas latitudes. Los valores de la democracia, la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto a las instituciones son el mejor antídoto frente a este fenómeno repulsivo. Cada país elige su camino. España ha alegido el camino del progreso", ha señalado el presidente.  

Asimismo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz ha mostrado su preocupación después de que cientos de simpatizantes bolsonaristas hayan superado las barreras policiales e invadido la sede del Congreso brasileño, palacio presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia este domingo.

Díaz ha expresado su respaldo al presidente Lula da Silva y ha subrayado que "una minoría no logrará doblegar la voluntad del pueblo brasileño. Seguiremos ensanchando la democracia y conquistando más derechos", ha añadido en redes sociales.

Posición que también ha respaldado la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica Teresa Ribero con otro mensaje en la misma red social: "Las noticias e imágenes que llegan desde Brasil son terribles. Lula y y la democracia brasileña merecen el respaldo firme de la sociedad y el rechazo contundente a lo que está ocurriendo".

Por su parte, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha asegurado que sigue "con preocupación" las noticias del asalto y ha trasladado su apoyo y solidaridad a Lula da Silva y a las autoridades brasileñas ante el "ataque intolerable a las instituciones y a la democracia", ha escrito en su perfil de Twitter.

Con el mismo parecer el expresidente del Gobierno español Felipe González ha expresado su solidaridad con el presidente "legítimo" de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, frente al "golpismo" que, ha denunciado, intenta violentar la democracia en el país suramericano.

"Mi solidaridad con Lula da Silva, presidente legítimo de Brasil y con la democracia brasileña frente al golpismo que intenta interrumpir el proceso democratico brasileño", asegura González en un comunicado remitido a EFE. 

Igual de contundente en su condena se ha mostrado el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que ha expresado su absoluta repulsa al asalto: "No se puede ceder ante los populismos y la radicalidad, que intentan socavar el respeto a las instituciones, la democracia y las libertades públicas".

Apoyo de los países vecinos

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), presidida actualmente por Argentina, ha expresadoeste domingo su "respaldo" al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, luego de que seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadiesen en Brasilia los edificios de los tres poderes del Estado.

"La Presidencia Pro Tempore de la Celac manifiesta su respaldo al Gobierno de Lula, elegido por el pueblo de Brasil, y rechaza las acciones violentas contra las instituciones democráticas brasileñas", ha señalado en su cuenta de Twitter este foro político, que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha pedido la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) en respuesta a la toma de las sedes de los principales organismos del poder ejecutivo, legislativo y judicial de Brasil por parte de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro.

"Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática", ha publicado Petro en su cuenta en Twitter. "Toda mi solidaridad a Lula y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia", ha apuntado.

También ha mostrado su apoyo a Lula el presidente de Chile, Gabriel Boric, que ha manifestado su "respaldo" al gobierno del mandatario brasileño. "Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasileño por parte de bolsonaristas. El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia", ha publicado el mandatario chileno a través de redes sociales.

Por su parte, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha expresado su solidaridad con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y llamó a la región a unirse contra "la reacción antidemocrática", luego de que simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro invadieron este domingo las sedes de los tres poderes en Brasil: "Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia. Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a @LulaOficial frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando"

Y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha rechazado la violencia generada por "grupos neofascistas" de Jair Bolsonaro en Brasilia, donde miles de partidarios radicales del exmandatario provocaron el caos este domingo al invadir y destrozar las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema.

"Rechazamos, de manera categórica, la violencia generada por los grupos neofascistas de Bolsonaro que han asaltado las instituciones democráticas de Brasil", escribió Maduro en su cuenta de Twitter.

Asimismo, el jefe de Estado manifestó su respaldo a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y al pueblo del gigante suramericano "que seguramente se movilizará en defensa de la paz y de su presidente".

Europa, al lado de Lula

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha expresado este domingo su "absoluta condena" por el "asalto a las instituciones democráticas" de Brasil, con un mensaje en el que también ha querido dar en nombre del bloque el "pleno apoyo" al actual presidente del gigante sudamericano, Luiz Inácio Lula da Silva.

Michel ha recordado que Lula fue elegido "democráticamente", en unas elecciones que fueron "justas y libres", en contra de lo que ha defendido durante estos meses el exmandatario Jair Bolsonaro.

Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell se ha mostrado "consternado" por "las acciones de violencia y la ocupación ilegal" de instituciones a manos de miles de "extremistas". "La democracia brasileña prevalecerá sobre la violencia y el extremismo", ha sentenciado en una primera reacción en Twitter.

En un comunicado más amplio, sí ha apelado a los líderes políticos de Brasil, "especialmente" al expresidente Jair Bolsonaro, para que actúen de manera "responsable" y "pidan a sus seguidores que se vayan a casa". Borrell ha subrayado que cualquier diferencia política debe resolverse en el marco de las instituciones democráticas y "no con violencia en las calles".

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se ha mostrado también "profundamente preocupada" por los acontecimientos en Brasilia, señalando que "la democracia debe ser siempre respetada". La Eurocámara se posiciona "del lado el Gobierno de Lula" y "de todas las instituciones elegida de forma legítima y democrática".

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido "respetar las instituciones democráticas" de Brasil y ha expresado el "apoyo indefectible de Francia" al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras el asalto por parte de simpatizantes bolsonaristas de edificios del poder en Brasilia.

"¡La voluntad del pueblo brasileño y las instituciones democráticas deben ser respetadas! El presidente Lula puede contar con el apoyo indefectible de Francia", ha asegurado Macron.

Condena de los Estados Unidos

Estados Unidos ha expresado este domingo su "apoyo inquebrantable" a las instituciones democráticas de Brasil y ha considerado que la violencia "es siempre inaceptable".

El presidente estadounidense, Joe Biden está siguiendo "la situación de cerca", mientras se encuentra de viaje en El Paso (Texas, EE.UU.), ha indicado el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en su cuenta de Twitter. Sullivan manifestó la condena de su país "a cualquier esfuerzo para socavar la democracia en Brasil", que, subrayó, "no se verá sacudida por la violencia".

Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, emitió un mensaje similar en sus redes sociales, donde censuró los ataques contra las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo brasileños.

"Emplear la violencia para atacar instituciones democráticas es siempre inaceptable", dijo Blinken, quien agregó que EE.UU. se une al llamamiento del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para instar a que "se pongan fin de inmediato a todas estas acciones".