Aspiración secesionista

Nicola Sturgeon busca cómo mantener viva la llama del segundo referéndum de independencia

La ministra principal ha convocado una conferencia extraordinaria de su partido, tras la sentencia del Supremo negando al Parlamento de Escocia el poder para convocar un nuevo plebiscito

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, durante un pleno en el Parlamento de Edimburgo.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, durante un pleno en el Parlamento de Edimburgo. / FRASER BREMNER / DPA

Begoña Arce

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Los independentistas escoceses se preguntan qué camino tomar en 2023. El segundo referéndum tendrá que esperar por ahora. La ministra principal, Nicola Sturgeon, había prometido su celebración para el próximo 19 de octubre, pero la líder del Partido Nacional Escocés (SNP) se halla en un callejón sin salida, ni vía para celebrar la consulta dentro de la legalidad. En noviembre el Tribunal Supremo del Reino Unido negó por unanimidad que el Parlamento de Escocia tenga derecho a convocar un referéndum sobre la independencia. Sturgeon pedía claridad a la más alta magistratura del país y la tuvo. También por unanimidad, los cinco jueces de la corte rechazaron que Escocia pueda reclamar el derecho de autodeterminación que figura en la legislación internacional.

El SNP celebrará esta primavera en Edimburgo una conferencia extraordinaria para debatir los pasos a dar a partir de ahora. El objetivo es "despejar el camino para que Escocia pueda expresar su punto de vista sobre el futuro constitucional" de la nación. Sturgeon anunció el conclave inmediatamente después de conocer la sentencia, que no fue una sorpresa. "Un fallo claro y definitivo", según el primer ministro británico, Rishi Sunak, pero el contencioso, cada vez más radicalizado, sigue ahí. Tras el veredicto del Supremo, cinco sondeos diferentes han mostrado un incremento de quienes respaldan la independencia, con 52% (+3) en favor de 'sí' a la separación, frente al 42% del 'no', en el último de ellos de Panelbase para 'The Sunday Times'. Sin embargo, el 42% de los consultados prefiere que la campaña independentista se aplace durante los próximos cinco años, mientras un 27% opina que debe seguir adelante ahora.

"El movimiento independentista escocés no se va a ir", ha advertido Sturgeon, un punto con el que todo el mundo, incluidos los detractores, están de acuerdo. "O bien abandono la idea de la democracia en Escocia o encuentro otra ruta", ha declarado. Y esa ruta, adelantó, es presentar la convocatoria del referéndum como su principal propuesta en las próximas elecciones generales de 2024 de manera que el resultado sea un plebiscito de los escoceses sobre la independencia. Legalmente la estrategia carece de validez, pero le otorgaría legitimidad a la causa.

Mayor autonomía

Para el Gobierno de Sunak, que apenas ha logrado imponer cierta estabilidad en la política británica, la nueva consulta en Escocia está completamente descartada. Desde la oposición, con los sondeos a favor, el Partido Laborista ha comenzado a revisar los cambios constitucionales que pretende llevar a cabo de llegar al poder dentro de un año y medio. En un reciente encuentro en Glasgow, el líder, Keir Starmer, sugirió la concesión de mayores competencias para Escocia, según un plan de descentralización de poderes elaborado por el exprimer ministro Gordon Brown, a cambio de seguir siendo parte del Reino Unido. Los laboristas buscan así ofrecer una tercera vía para los que sin sentirse seducidos por la idea de la independencia, desean mayor autonomía.

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