Guerra de Ucrania

Putin emplea por vez primera la palabra "guerra" al referirse al conflicto en Ucrania

El empleo público del vocablo, vetado en el lenguaje oficial y en la prensa por una reciente modificación en el Código Penal, puede acarrear 10 años de cárcel

Los expertos debaten si el gesto del líder del Kremlin constituye un cambio en la narrativa oficial sobre el conflicto, de "operación especial" a "guerra existencial"

El presidente ruso, Vladímir Putin, conversa con el general Valery Gerasimov durante su visita al mando operativo conjunto de las tropas desplegadas en Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, conversa con el general Valery Gerasimov durante su visita al mando operativo conjunto de las tropas desplegadas en Ucrania. / GAVRIIL GRIGOROV / SPUTNIK / KREMLIN

Marc Marginedas

Marc Marginedas

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Ha tardado alrededor de 300 días en pronunciar la palabra maldita, el vocablo prohibido. Pero este viernes, y en dos ocasiones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado de "guerra" el conflicto armado que se desarrolla en Ucrania por vez primera desde el arranque de la invasión. Mientras en Occidente, los observadores se devanaban los sesos intentando discernir si el gesto era un simple lapsus o por el contrario, constituía un cambio en la narrativa oficial del Kremlin respecto a sus propias acciones militares, en el interior de Rusia, un concejal de San Petersburgo remitió una denuncia a la Fiscalía y al Ministerio del Interior por unos hechos que, de acuerdo con las últimas modificaciones realizadas en el Código Penal, son constitutivos de delito y han llevado a la cárcel en los últimos meses a un buen número activistas por los derechos humanos y opositores.

Estas sorprendentes palabras salieron de los labios del líder del Kremlin precisamente durante un discurso en el que respondía a la reciente decisión de EEUU de suministrar al Gobierno de Kiev baterías antiaéreas Patriot, lo que en opinión de Moscú constituye una grave escalada en el conflicto. "Nuestro objetivo no es hacer girar la tuerca de este conflicto militar, sino acabar con esta guerra; nos vamos a esforzar para acabar con esto, y cuanto antes, mejor", declaró inesperadamente el mandatario. Hasta ese momento, en sus apariciones públicas, Putin siempre había empleado el término oficial -"operación militar especial"- al igual que el Gobierno o los altos funcionarios. Tanto la prensa local como la extranjera radicada en Moscú tienen vetado terminantemente el uso del vocablo, so pena de multas o incluso condenas de prisión. En verano, Alekséi Gorinov, concejal de uno de los distritos de Moscú, fue condenado a siete años y medio de prisión por referirse al conflicto exactamente en los mismos términos que lo acaba de hacer Putin, en un caso que mereció la repulsa de las oenegés de derechos humanos.

Es por esta misma razón que Nikita Yuferev, diputado en la asamblea municipal de San Petersburgo, ha presentado una denuncia contra Putin ante la Fiscalía y el Ministerio del Interior, acusándole de difundir informaciones falsas respecto al Ejército ruso, un delito que puede ser castigado con hasta 10 años de prisión. "Debido a estas palabras acerca de la guerra, miles de personas han sido juzgadas; he enviado una denuncia a los órganos (competentes), de que Putin ha incurrido (en el delito) de difundir informaciones falsas sobre el Ejército", puede leerse en un tuit difundido por el político municipal. Yuferev fue uno de los cinco parlamentarios locales que en septiembre fueron acusados de "desacreditar" al Ejercito ruso por haber instado públicamente a acusar a Putin de alta traición debido a la guerra con Ucrania.

Más allá del valor simbólico que puedan tener estos movimientos sin recorrido en el interior de Rusia, en Europa y EEUU numerosos observadores de la actualidad política rusa intentaban discernir si el nuevo lenguaje empleado por el presidente constituía un cambio de tercio sustancial del Kremlin en lo que al conflicto se refiere. Ante las cámaras de CNN, Jill Dougherty, profesora adjunta de la universidad de Georgetown, excorresponsal en Moscú para esta cadena y experta en el espacio postsoviético, se preguntaba si esta modificación semántica no constituye el final, en el lenguaje oficial, de "la operación especial para pacificar Ucrania" y el consiguiente inicio de "la guerra existencial contra Occidente y la OTAN".