Congreso de EEUU

La deserción de una demócrata complica la mayoría de Biden en el Senado

Kyrsten Sinema, elegida en 2018 por Arizona, decide abandonar el partido y registrarse como independiente

Kyrsten Sinema

Kyrsten Sinema / EFE

Idoya Noain

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Dura poco la alegría en casa del pobre, aunque sea solo pobre en escaños. Solo tres días después de que el partido del presidente Joe Biden consiguiera con la victoria en una segunda vuelta en Georgia ampliar de 50-50 a 51-49 su exigua mayoría en el Senado de Estados Unidos, la demócrata conservadora Kyrsten Sinema, elegida por Arizona, ha anunciado que abandona el partido y se registra y pasa a funcionar como independiente.

El movimiento no significa automáticamente una alteración de cómo se reparte el poder en la Cámara Alta. Sinema ha prometido que no cambiará cómo ha estado votando en los últimos cuatro años y también ha asegurado en una entrevista con 'Politico' que no se integrará en el grupo de los republicanos, lo que hará que los conservadores no puedan superar los 49 escaños. Su deserción, en cualquier caso, tiene consecuencias, porque Sinema tampoco ha garantizado que vaya a hacer grupo con los demócratas, como sí hacen los senadores independientes Bernie Sanders y Angus King.

De nuevo, Manchin

El paso de Sinema vuelve a dotar de enorme peso a Joe Manchin, otro senador demócrata conservador que con ella ha sido la mayor piedra en el zapato para la agenda legislativa de Biden los dos últimos años. Se han opuesto a medidas que habrían subido impuestos a empresas y rentas más altas, así como a iniciativas para ampliar derechos de voto. Sinema también ha frenado intentos de subir el salario mínimo. Y ella y Manchin, elegido por Virginia Occidental, han obligado a descafeinar leyes como la de gasto social y medioambiental, además de impedir cambios que habrían debilitado el filibusterismo, algo que a Sinema le valió la censura del partido estatal.

Reacción de la Casa Blanca

Desde la Casa Blanca se ha intentado minimizar el impacto de la decisión de Sinema. La portavoz, Karine Jean-Pierre, ha emitido un comunicado asegurando que no cambia el control ni la mayoría en la Cámara Alta. Ha dicho además que tienen “todas las razones para esperar seguir trabajando con ella”, alguien que ha votado el 90% de las veces a favor de las propuestas de Biden y que ha respaldado sólidamente a los nominados para altos cargos y puestos judiciales del mandatario, algo que será vital para el presidente a partir de enero.

Parte de esa esperanza radica también en que la propia Sinema necesita de los demócratas para mantener las posiciones que ostenta en comités. Y tras una reunión el jueves por la noche con Chuck Schumer, el líder demócrata en la Cámara, este anunció que accedió a la petición de Sinema de mantenerla en esos puestos. “Siempre ha sido independiente”, ha dicho Schumer, que ha defendido también que es una senadora “efectiva” y que con la mayoría en los comités seguirán siendo capaces de confirmar a nominados de Biden y usar su poder de emitir citaciones, algo que los demócratas pretenden hacer para supervisar e investigar acciones de grandes corporaciones.

El enfrentamiento con el partido también podría ser complicado para Sinema si decide presentarse a la reelección en 2024, algo que no ha confirmado aún. Antes de este viernes, y en respuesta a sus posturas, ya había surgido en Arizona una iniciativa demócrata para retarla en primarias si decidía optar de nuevo al escaño. Ahora la carrera podría volverse competitiva si los demócratas acaban decidiendo presentar su propio candidato en dos años. Y la división del voto entre la independiente Sinema y un candidato demócrata podría favorece a los republicanos en el determinante estado bisagra.

“Sistema roto”

“Me he unido al número creciente de ciudadanos de Arizona que rechazan las políticas de partido declarando mi independencia del sistema partidista roto de Washington”, ha escrito Sinema en una columna de opinión en ‘The Arizona Republic’ explicando su decisión. En ese artículo la senadora de 46 años -- que inició su carrera en el Partido Verde, fue elegida como demócrata para la Cámara de Representantes en 2012 y para el Senado en 2018 y ha modelado su carrera al estilo de la del fallecido senador republicano John McCain -- ha asegurado también que “las voces más gritonas y más extremas siguen llevando a los dos partidos hacia los márgenes”.

Ha escrito, además, que “cuando los políticos están más concentrados en negar al partido de la oposición una victoria que en mejorar las vidas de los estadounidenses, quienes pierden son los ciudadanos corrientes”.