Seguridad cuestionada

Inquietud en el Elíseo tras colarse un joven en el despacho de Macron "para pedir trabajo"

Un desempleado que se había postulado para una oferta laboral en el palacio logró entrar de manera clandestina en el edificio de la presidencia francesa

El presidente español, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en el palacio del Elíseo.

El presidente español, Pedro Sánchez, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en el palacio del Elíseo. / EFE / FERNANDO CALVO

Enric Bonet

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Es un incidente aparentemente banal e incluso gracioso, pero que ha suscitado más de un dolor de cabeza en los servicios de seguridad del Elíseo. Los hechos ocurrieron hace más de dos meses, aunque no se tuvo conocimiento de ellos hasta ahora. El 28 de septiembre, un joven llegó a colarse dentro del edificio de la presidencia francesa en París, sin disponer de ningún tipo de autorización, según ha desvelado el semanario de investigación y satírico Le Canard enchaîné, en su edición de la primera semana de diciembre. Este incidente dejó en evidencia a los gendarmes y los 141 guardias republicanos encargados de la seguridad del presidente Emmanuel Macron

El Elíseo es uno de los edificios más protegidos de Francia, un país bajo un elevado nivel de alerta antiterrorista tras la oleada de atentados en 2015 y 2016. Aparte del fin de semana en septiembre de las Jornadas Europeas del Patrimonio, los ciudadanos de a pie no pueden visitar la sede de la presidencia. Alrededor del edificio, situado en una calle paralela a los Campos Elíseos, hay numerosos policías que impiden a los peatones andar en la misma acera en que está la reja del palacio. 

¿Entonces, cómo se lo hizo ese joven para adentrarse y llegar hasta el mismo pasillo que lo llevaba al despacho de Macron? ¿Penetró en el recinto con una identificación falsa? ¿Trepó los muros como si fuera un hombre araña? No, simplemente se coló siguiendo un grupo de empleados de la presidencia.

"La puerta estaba abierta"

Francia puerta dedicada específicamente al personal del Elíseorelevo entre los guardias

Su intrépida internada se vio frenada en el pasillo donde están los despachos del presidente y de sus principales colaboradores. "Buenos días, me gustaría reunirme con el presidente. He venido por trabajo", dijo cuando uno de los empleados de la presidencia le preguntó qué hacía allí. Tras haber estudiado una carrera y un master, el intruso se encontraba en el paro y solo cobraba una indemnización de 700 euros. Se había postulado para un puesto de trabajo en el Elíseo como responsable de protocolo. Como no le respondieron, decidió "presentarse en persona" para "mostrarle sus calidades humanas" al presidente.

El joven no llegó a conocer a Macron, ya que en ese momento estaba presidiendo una reunión en el hermético Consejo de Defensa. Después de que lo descubrieran en el pasillo, llevaron al intruso a una comisaría de policía. A los agentes les dijo que "no sabía que estaba prohibido entrar en el Elíseo. La puerta estaba abierta". La fiscalía no emprendió ninguna investigación sobre este incidente anecdótico, aunque poco agradable para los encargados de la seguridad del presidente. Como afirmó Le Canard enchaîné con su ironía característica: "Al final a Macron lo protegió más su suerte que sus ángeles de la guardia".