Entender más

Estos son los países con la mayor inflación del mundo

Argentina

Argentina / AGUSTIN MARCARIAN

Adrià Rocha Cutiller
Abel Gilbert
Andrea López-Tomàs
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El encarecimiento del coste de la vida no es solo un mal de España y Europa, el continente más castigado por la guerra en Ucrania y el alto precio de la energía. La alta inflación es actualmente una lacra en todo el mundo, situándose el promedio mundial en el 8,8%. Sin embargo, hay un grupo de países que superan con creces esa cifra. ¿Como se vive con una inflación de dos y tres dígitos?

Venezuela: una inflación acumulada del 142,5%

Venezuela ha tenido una inflación del 14% en octubre y un acumulado durante los últimos 12 meses del 142,5%. El número podría considerarse una calamidad en un país europeo. Pero para una Venezuela cuyo PIB cayó casi el 80% entre 2013 y 2021 representa una tímida señal de esperanza. La cifra es considerada alentadora solo si se tiene en cuenta que el incremento del coste de la vida fue del 130.060% en 2018, 9500% en 2019, 1.197,5% en 2020 y 686,4% en 2021.

Los días de hiperinflación, que obligaron a dos reconversiones monetarias, parecen haber quedado en el pasado. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), ligado a sectores de la oposición, los mayores aumentos de precios se registraron en el del gas doméstico (56%), agua (27%), comunicaciones (17,2%), "alimentos y bebidas no alcohólicas" (12,5%), esparcimiento (10,2%) y transporte (8,2%.). La canasta familiar se ha ubicado en los 383 dólares mensuales en promedio. Siempre según la OVF, el salario promedio en la ciudad de Caracas es para el sector público de 11 dólares y el privado de 120 dólares.

La aceleración inflacionaria respecto de setiembre, cuando fue de 11,5%, es explicada como una consecuencia de la sobrevaluación del bolívar, la moneda nacional, respecto del dólar en una economía marcada por el uso cotidiano de la divisa norteamericana. Eso ha dado como resultado que algunos bienes fabricados en el país sean más caros que los que se importan.

Desde hace años, el dólar es el instrumento más extendido en el intercambio. Esto se debe en parte a las remesas que envían a sus familias los venezolanos que se encuentran en el exterior. Esto, en los hechos ha generado una profunda distorsión y dos países en uno, separados por el uso del billete de EEUU. Aquellos que no tienen acceso al dólar son los más afectados por la dinámica de los precios.

Argentina: una inflación que se acerca al 100%

El martes 15 de marzo, el presidente Alberto Fernández anunció que, tres días más tarde, el viernes, se iniciaría una guerra contra la inflación. Los comercios y empresas tuvieron 72 horas para cambiar los precios. Nada nuevo en un país acostumbrado a las piruetas y atajos para frenar el coste de la vida.

La guerra se perdió y Argentina cerrará 2022 con una inflación cercana al 100%. El fracaso sistemático para frenar la carrera de los precios da paso a un humor negro y pesimista. Si en Qatar, además de fútbol, se jugaran mundiales de inflación, Argentina sería campeona sin rivales de peso. Entre enero y octubre, el costo de la vida ha sido del 82,3%. Si se toman como referencia los últimos 12 meses, se llega al 88%.

Se espera para noviembre una subida cercana al 6,5% y otro tanto para diciembre. La constante depreciación del peso frente al dólar es uno de los factores de inestabilidad. Pero si la moneda norteamericana detiene su ascenso, los precios no caminan hacia atrás como los cangrejos, su alza es indetenible por otras variables. El aumento de los precios de los alquileres y los servicios públicos (electricidad, gas y agua) golpea a los argentinos, especialmente aquellos que perciben un salario mínimo de unos 220 dólares.

Durante el primer semestre, la pobreza había pasado del 40% al 36,5%. Sin embargo, esa mejora resultó insostenible. Se espera un nuevo salto de esos indicadores. Los especialistas sostienen que, a estas alturas, ya no alcanza que los salarios aumenten a la par de la inflación. Para mejorar los indicadores sociales, esos incrementos deberían estar encima del avance de los precios. El Gobierno espera tener en 2023 una inflación anual del 60%, en el mejor de los casos, siempre que el dólar no haga de las suyas. Ese es el horizonte de optimismo de Fernández en un año electoral.

Turquía, el precio de la vivienda se ha triplicado

La inflación en Turquía es del 85%, según los datos oficiales que publica el Gobierno. Pero un estudio independiente la eleva hasta el 185%. Y estos datos están provocando un grave problema en el acceso a la vivienda, puesto que los precios se han disparado. La gran mayoría de propietarios de viviendas en alquiler buscan, como desposeídos, echar a sus inquilinos para colocar a otros, a precios de mercado actual, que triplican o incluso cuadriplican los de hace 12 meses.

          La situación es extrema, sobre todo en los barrios del centro de Estambul, donde la llegada de miles de rusos escapados de su país tras la movilización parcial por la guerra en Ucrania ha catapultado aún más los precios de la vivienda, que se sitúan en una media de 1.100 euros mensuales a la conversión de liras a euros. Hace 12 meses, la media era de 300 euros. El salario mínimo turco equivale a 280 euros al mes.

           Así, con una cesta de la compra también disparada, muchos turcos han pasado a pedir créditos bancarios para poder subsistir y llegar a fin de mes. Hasta ahora, los bancos han prestado: el Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erogan, les ha empujado a hacerlo, con tipos de interés muy bajos y la impresión de billetes a discreción por parte del Banco Central turco.

           “La inflación es una señal de que se debe frenar en una economía. Responder a esta señal con tipos de interés negativos [tipos de interés que estén más bajos que la inflación] es como dopar a un atleta que está sufriendo. Cuanto más se dope al deportista más difícil es solucionar su cansancio. Y al final, la pobreza y la incertidumbre que crea una inflación disparada que daña el crecimiento”, escribió, hace unos meses, la economista turca Seda Demiralp. Hay, sin embargo, un pequeño respiro para los turcos: Erdogan ha conseguido que la Rusia de Vladímir Putin —cuyo grifo de gas con Europa ha sido cerrado— venda a Turquía carburantes a precio reducido.

 

Líbano, una inflación del 186% en una de las peores crisis económicas del mundo

La mayoría de recibos en el Líbano siempre han incluído dos valores: el precio en libras libanesas y el equivalente en dólares. Pero, desde el desplome financiero del 2019, las cifras de las primeras han ido acumulando ceros mientras que los últimos alcanzan los cientos de dólares al pagar una simple merienda. Y es que el colapso de la libra libanesa en los últimos tres años se ve agravado por una inflación de récord. Con un 208%, el Líbano es el segundo país del mundo más afectado por la inflación de los precios de los alimentos, según el Banco Mundial. 

Pero no solo la comida es víctima de valores inasumibles para una población cuyas tres cuartas partes están bajo el umbral de la pobreza, de acuerdo a Naciones Unidas. Se espera que la inflación en el Líbano alcance el 186% este 2022 frente al 150% de hace un año. De nuevo, el país mediterráneo suma récords. El Banco Mundial se ha referido a la debacle libanesa como una de las peores crisis económicas en el mundo de los últimos 150 años. Las pérdidas financieras superan los 72.000 millones de dólares, el equivalente a más de tres veces el PIB libanés en el 2021.

Tras tres años en caída libre, el Banco Central Libanés (BDL) ha decidido, por fin, modificar el tipo de cambio oficial de la libra libanesa. Desde el final de la guerra civil (1975-1990), un dólar equivalía a 1.507 libras. Cualquier establecimiento aceptaba ambas monedas. Por eso, los recibos muestran los dos valores. Pero, ahora, el tipo de cambio fluctúa alrededor de las 40.000 libras por dólar en el mercado negro. Las autoridades prevén aplicar un nuevo tipo de cambio oficial en las 15.000 libras a partir de febrero del año que viene.

Esta fuerte depreciación de la moneda local aviva una inflación de tres dígitos. Mientras el potencial de recuperación del país desaparece, la población languidece en el peor escenario socioeconómico de su historia moderna. Los hábitos de consumo han cambiado por completo en el Líbano. Son solo unos pocos privilegiados quienes pueden reírse de las cifras catastróficas y aún dobles que reflejan sus recibos.

Zimbabue: una inflación que llegó a ser del 800%

En los últimos años, desde 2018, la inflación en Zimbabue es una montaña rusa impredecible. Antes de la crisis del coronavirus, el país parecía haber dejado atrás los años de hiperinflación, y las cifras de pobreza extrema en el país africano se iban reduciendo poco a poco con los años.

           El covid, sin embargo, arrasó con esa tendencia. En pocos meses, la inflación pasó del 3% anual a más del 800%. A principios de este 2022, la cifra pudo ser controlada al 60%. Pero llegó la invasión rusa de Ucrania y el encarecimiento del precio de los alimentos y la energía y la ha situado en el 268%. Antes de esta montaña rusa de crisis, la población bajo pobreza extrema en Zimbabue era el 30% de los ciudadanos del país; ahora es más del 50%.

         "La inflación es la gran cuestión por la que la población juzga al gobierno”, escribió esta semana Ranga Mberi, editor del medio económico local ‘Newzwire’, que continuó: “El gran test es que todas las palabras del gobierno deben trasladarse a los estómagos de la gente”.

Suscríbete para seguir leyendo