Irán reconoce más de 300 muertos en las protestas mientras las oenegés elevan el número de fallecidos

Las autoridades iranís han reconocido la existencia de más de 300 muertos en las protestas ocurridas en el país desde septiembre, a raíz de la muerte en detención de Mahsa Amini, acusada de incumplir el rígido código vestimentario femenino. La muerte de la joven kurda iraní de 22 años suscitó una ola de manifestaciones, primero en Teherán y luego en distintas provincias del país. Las movilizaciones fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas del orden. La de 300 muertos es la cifra oficial que las oenegés cuestionan ya que elevan la cifra de fallecidos, al menos, a 416 personas.

"No tengo las últimas estadísticas pero creo que podemos haber tenido más de 300 mártires como resultado de este incidente", ha indicado Amirali Hajizadeh, el general del Ejército de élite de Irán. La cifra incluye a decenas de policías, soldados y milicianos muertos en enfrentamientos con manifestantes, según las autoridades iranís.

Por su lado, la oenegé Iran Human Rights, con sede en Oslo, ha afirmado que la "represión de las protestas en Irán" ha causado al menos 416 muertos. Esa cifra incluye también a los fallecidos en los disturbios ocurridos en la provincia suroriental de Sistán Baluchistán. En esta provincia de mayoría suní -frente a la rama chií imperante en el resto del país- se produjeron a fines de septiembre unas protestas por la presunta violación de una adolescente de 15 años por parte de un policía. Las manifestaciones fueron también reprimidas, según Iran Human Rights.

En las manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini, miles de iranís y unos cuarenta extranjeros fueron detenidos, y más de 2.000 personas inculpadas, según las autoridades judiciales. Entre los inculpados, seis fueron condenados a muerte en primera instancia y su destino depende ahora de la Corte Suprema, que debe decidir qué hace con sus recursos.

Protestas en Qatar

Desde la Revolución Islámica de 1979, la ley impone a todas las mujeres cubrirse el cabello en público con un velo y llevar ropa discreta. La policía de la moral patrulla en las calles para verificar el cumplimiento de esta norma. Sin embargo, desde hace dos décadas son cada vez más las mujeres que lucen un mechón teñido de su pelo en Teherán y en otras grandes ciudades de Irán.

La muerte de la joven iraní causó una enorme indignación entre la población. Y los efectos se han hecho sentir incluso en el mundial de fútbol de Qatar, donde los jugadores de la selección iraní se negaron la semana pasada a cantar el himno nacional en el partido contra Inglaterra, a modo de protesta. Este martes jugarán en Doha contra Estados Unidos para buscar el pase a octavos de final, en lo que se anuncia como un partido con una fuerte carga política.