Represión a las protestas

El líder supremo iraní elogia a los basiji, la milicia islámica que reprime las protestas

El grupo paramilitar y la Policía ejercen de fuerza de choque contra las movilizaciones tras la muerte de la joven kurda Masha Amini

Continúan las protestas en Irán 40 días después de la muerte de Mahsa Amini

Agencia ATLAS / Foto: Reuters

EFE

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El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ensalzó este sábado la labor de los basiji, milicia islámica formada por voluntarios que, junto con las fuerzas policiales, actúan como frente represivo contra las protestas generalizadas a mediados de septiembre en honor a Masha Amini.

"Ellos (los basiji) han sacrificado sus vidas para protegernos de los alborotadores", dijo Jameneí en un encuentro con miembros del grupo paramilitar. El líder iraní no sólo destacó el trabajo de los basiji en el “campo de batalla”, sino también su labor “en la ciencia y la religión”.

Los basiji actúan bajo la subordinación de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Son una organización formada por unos cinco millones de voluntarios, que sin salario alguno, ejercen funciones que parten desde las socioculturales y religiosas hasta la estricta aplicación de las normas de comportamiento y al control de protestas.

De la mano de la Policía iraní, el Basij ha sido el cuerpo encargado de reprimir las protestas que remueven el país originadas tras la muerte de la joven kurda de 22 años Masha Amini por llevar mal puesto el hiyab (el velo islámico) el mes de septiembre.

Las manifestaciones, que se iniciaron a causa de la muerte de Amini, han evolucionado y ahora reclaman el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.

Además de ejercer de antidisturbios en las protestas callejeras, el Basij también ha tratado de frenar las movilizaciones en las universidades iraníes. El pasado mes de octubre varias facultades, como la prestigiosa Universidad Tecnológica de Sharif, desafiaron la segregación por sexos y los estudiantes masculinos y femeninos comieron juntos.

Según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, al menos 342 personas han muerto como consecuencia de la fuerte represión policial, con ayuda de la milicia de los basiji.

Por su parte, las autoridades iraníes aseguran que unos 50 efectivos de las fuerzas de seguridad han fallecido en las protestas, como mínimo una docena de ellos eran paramilitares del Basij.

Además de las víctimas, más de 15.000 personas han sido detenidas en las movilizaciones, de las que al menos 2.000 son acusadas de diversos delitos por la mera participación en ellas. Hasta ahora, seis acusados han sido condenados a muerte.

Irán ha culpabilizado en repetidas ocasiones a Estados Unidos, Israel, Alemania y Francia de las movilizaciones.