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Casey DeSantis, la primera dama de Florida que apunta a la Casa Blanca

La recalcitrante esposa de Ron DeSantis gana protagonismo mientras su marido se perfila como rival de Donald Trump por la candidatura republicana de 2024

Casey de Santis

Casey de Santis / AGE FOTOSTOCK

Natalia Araguás

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“Gracias a la mejor primera dama de los cincuenta Estados”. Casey DeSantis fue de quien primero se acordó su marido, Ron DeSantis, gobernador de Florida y gran vencedor del Partido Republicano en las elecciones de mitad de mandato de la semana pasada, cuando revalidó su cargo con una ventaja de más de 1,5 millones de votos. Se trata de un resultado histórico que le sitúa como probable candidato a sustituir a Donald Trump como candidato republicano a la Casa Blanca en 2024. Espectacular con un vestido dorado y melena ladeada, Casey DeSantis aplaudió su discurso, y los tres hijos pequeños del matrimonio –Madison, Mamie y Mason, el mayor, de cinco años– no tardaron en subir al escenario.

Primera dama por ahora solo de Florida, Casey DeSantis (Troy, Ohio, 1980) hace mucho que dejó de ser “el arma política secreta” de su marido, como se la ha calificado. La que fuera presentadora televisiva –llegó incluso a ganar un Emmy- ha formado parte del círculo de asesores más cercano de Ron DeSantis desde que en 2019 él asumiera el cargo y ella, en paralelo, abandonase su carrera para apoyarle y dedicarse a los niños, según explicó de primera mano en el magazín matinal de la cadena local WJXT de Jacksonville, que copresentaba. Casey DeSantis ganó popularidad después del huracán Ian azotase el Estado, a finales de septiembre, recaudando fondos para los afectados. También fue notoria su lucha contra el cáncer de mama entre 2021 y 2022, de la que fue dando cuenta por redes sociales.

Familia presidencial

Frente a la disfunción familiar de los Trump, los DeSantis encaran su carrera política como una familia presidencial al uso: ya les ha caído la inevitable comparación con los Kennedy. Sus hijos forman parte de su imagen pública desde el primer momento. Ya en 2018, cuando Ron DeSantis aspiraba por primera vez a gobernar Florida, Casey DeSantis presentaba un anuncio electoral en el que su marido instruía a sus hijos en el trumpismo. En el vídeo, los niños simulaban construir el muro entre EEUU y México con enormes piezas en el salón y aprendían a hablar con ayuda de un cartel del movimiento MAGA (Make America Great Again). “La gente dice que Ron es como Trump, pero es mucho más, deberías saberlo”, aconsejaba Casey a los potenciales votantes. 'Ron DeSanctimonious', algo así como 'Ron el Santurrón', le ha llamado Donald Trump, que desde que DeSantis arrasase en Florida y otros candidatos más trumpistas fracasasen en otros Estados está en guerra abierta con él. Tanto que amenaza con airear trapos sucios si su candidatura a la presidencia acaba por materializarse. El expresidente anunció el martes que intentará volver a la Casa Blanca en 2024.

Licenciada en Ciencias Económicas con una especialización en francés, experta en comunicación por su trayectoria, Casey DeSantis imprime calidez a las apariciones públicas de su marido. Después de conocerse en un campo de golf, ambos se casaron en 2009 en un resort de Walt Disney World, un dato por el que han pasado de puntillas últimamente, después de que la compañía Disney se manifestase en contra de la polémica ley 'Don’t say gay' ('No digas gay'), por la que los maestros no pueden hablar de orientación sexual y de género en las escuelas de primaria de Florida. Si, como creía Gramsci, la conquista del poder cultural es previa a la del poder político, los DeSantis están librando todas las batallas, excluyendo a los transexuales de los deportes femeninos de competición y prohibiendo la enseñanza de la teoría crítica de la raza.

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