Visita estratégica

Lula inicia en Portugal el deshielo de la diplomacia de Bolsonaro

El presidente electo ha elegido el país luso para reactivar las relaciones con la Unión Europea, con el foco en la ratificación del acuerdo comercial con el Mercosur

Luiz Inacio Lula da Silva, durante su intervención en el COP 27 de Sharm el-Sheik

Luiz Inacio Lula da Silva, durante su intervención en el COP 27 de Sharm el-Sheik / MOHAMED ABD EL GHANY / REUTERS

Lucas Font

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El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha elegido Portugal como su primer destino europeo para relanzar las relaciones diplomáticas de su país, atascadas durante los cuatro años de Gobierno del actual presidente, Jair Bolsonaro. Una visita cargada de simbolismo por los lazos históricos y culturales que unen a los dos países y a la que Lula ha dado prioridad para desmarcarse de la política exterior de su predecesor, que optó por no visitar el país desde que accedió al cargo en 2019. Tanto para Lula como para el Gobierno luso, el encuentro de este viernes ha supuesto el inicio de una nueva era en las relaciones bilaterales entre los dos países, así como en un acercamiento entre la Unión Europea y el Mercosur.

El acuerdo comercial firmado entre los dos organismos en 2019 quedó paralizado en gran parte debido a la política ambiental de Bolsonaro, negacionista del cambio climático e impulsor de proyectos de deforestación en el Amazonas. Con la victoria de Lula, tanto el Gobierno portugués como las principales autoridades europeas confían en que se pueda desatascar un acuerdo que ayudaría a combatir el desabastecimiento de materias primas y de energía causado por el conflicto en Ucrania. "Estamos sufriendo las consecuencias de una guerra que tiene que acabar cuanto antes para reanimar la economía. Para eso es fundamental que Europa y América Latina trabajen conjuntamente. Sabemos que Brasil y la UE tienen intereses propios, pero los intereses de todos están en superar las divergencias y en encontrar un acuerdo", ha señalado el primer ministro luso, António Costa, tras la reunión.

En la misma línea se ha expresado esta semana el ministro de Asuntos Exteriores luso, João Gomes Cravinho, quien ha reconocido que las relaciones comerciales deberán cambiar en 2023, con la toma de posesión de Lula, tras unos años en los que "han avanzado poco". "Estamos trabajando en las relaciones bilaterales con Brasil y también en un plano más amplio. Creemos que hay condiciones para cerrar este acuerdo [UE-Mercosur] y ampliar nuestra relación económica", ha argumentado. El ministro ha destacado las oportunidades en la explotación de energías renovables y en el transporte marítimo. "El puerto de Sines es el más cercano a Brasil, que a su vez tiene un gran potencial para convertirse en un exportador de hidrógeno verde", ha asegurado Cravinho.

Brasil está de vuelta

La reciente visita de Lula a la COP27 y sus repetidos discursos de combate al cambio climático y de protección del Amazonas han sido vistos con muy buenos ojos por la comunidad internacional. El presidente electo ha presumido siempre del éxito diplomático que el país tuvo en su etapa como presidente, entre 2003 y 2010, y ha insistido en que su vuelta a la presidencia supondrá un nuevo salto en la política exterior brasileña. "En los últimos cuatro años Brasil ha estado totalmente aislado del mundo. Y ha sido por culpa del propio Gobierno brasileño, no ha sido el resto del mundo quien ha aislado al país. Ahora estamos de vuelta", ha asegurado Lula ante un Costa pletórico.  

La satisfacción del Gobierno portugués por este giro ha sido más que evidente. El Ejecutivo asegura que Lula siempre consideró a Portugal como un socio prioritario y que su victoria supone una oportunidad para relanzar las relaciones bilaterales entre los dos países. El Gobierno luso también confía en que el encuentro dé un nuevo impulso a la relevancia internacional de Portugal y ayude a reforzar su papel como mediador entre Brasil y la Unión Europea. 

Con las reuniones de este viernes, los dos países sentarán las bases para una cumbre bilateral, ya con Lula como presidente en plenas funciones. "Tenemos una cumbre pendiente, así como un encuentro con los países lusófonos", ha señalado el presidente electo de Brasil. Algo que Costa ha reafirmado: "Hace mucho tiempo que no teníamos una reunión con tanta proximidad y con tanto cariño. Por suerte Brasil ha regresado al mundo y podrá ocupar el lugar que merece por derecho propio", ha sentenciado.