'Midterms' 2022

Los demócratas retienen el control del Senado de EEUU

Los resultados de las elecciones en Estados Unidos 2022, por cámaras y por estados

REPORTAJE MULTIMEDIA | Jaque negacionista a la democracia en EEUU

US midterm elections - Arizona

US midterm elections - Arizona / ETIENNE LAURENT

Idoya Noain

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El recuento ha sido y sigue siendo agónico pero el Partido Demócrata y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pueden ya respirar algo aliviados e incluso celebrar triunfales. Catherine Cortez Masto, la única senadora latina en EEUU, ha renovado su escaño por Nevada frente al republicano Adam Laxalt, uno de los candidatos respaldados por Donald Trump. La victoria, declarada el sábado por la noche, se suma a la de Mark Kelly sellada el viernes en Arizona y llega después de que John Fetterman arrebatara a los republicanos el escaño por Pensilvania. Y coloca el reparto de escaños 50-49 a falta de la segunda ronda de la elección en Georgia el 6 de diciembre, con lo que los demócratas se garantizan retener el control de la Cámara Alta.

Pase lo que pase en Georgia, y pase lo que pase en la Cámara de Representantes, donde los republicanos apuntan a alcanzar una exigua mayoría, el logro en el Senado será vital para la agenda de Biden. Y es que los demócratas como mínimo repetirán el reparto actual, donde el 50-50 se rompe a su favor con el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris. Con ello tienen asegurado que recibirán luz verde tanto altos cargos ejecutivos como los jueces federales que nomine Biden, que ya ha colocado a 84 togados y tiene 57 nominados pendientes de confirmación y 117 plazas judiciales aún vacantes.

El Senado demócrata también blindará al presidente, que con las dos cámaras bajo control republicano habría tenido que hacer uso de su poder de veto para frenar potencial legislación de los conservadores, que ahora se quedan sin un camino para hacerlo. Además, Biden y su Administración estarán blindados ante los procesos de ‘impeachment’ que los republicanos amenazaban con abrir

No es de extrañar que el mandatario, de viaje oficial en Asia, haya declarado sentirse “bien” y deseoso de enfrentar los próximos dos años. Desde Camboya realizó llamadas tanto a Cortez Masto como a Chuck Schumer, que renovará como líder en el Senado y el sábado por la noche definió los resultados como “una victoria y una reivindicación”.

Ese triunfo rompe con el precedente histórico, pues en elecciones de medio mandato desde la Segunda Guerra Mundial el partido en la Casa Blanca ha perdido de media cuatro escaños en el Senado. Y puede ser aún más significativo si en la votación en diciembre en Georgia acaba imponiéndose Raphael Warnock frente al controvertido candidato republicano Herschel Walker, porque el potencial 51-49 representaría muchos avances.

Rompería a favor demócrata, por ejemplo, el equilibrio de representación que actualmente hay en los comités, y con ellos bajo control el partido podría servir de contrapeso a cualquier iniciativa legislativa que trate de poner en marcha una Cámara Baja en potencial control republicano. Además, los demócratas que pasarían a presidir todos esos comités tendrían poder para emitir citaciones, algo que serviría para hacer contrapeso también a las múltiples investigaciones que los republicanos han amenazado con abrir si llegan a la mayoría en la Cámara de Representantes.

Los demócratas, además, podrían permitirse hasta perder un voto entre sus filas. Y no es una cuestión baladí. En los dos últimos años el partido y el presidente han tenido que descafeinar algunas de sus propuestas legislativas más ambiciosas en cuestiones como lucha contra cambio climático o los impuestos bajo la presión de dos de sus propios senadores, Joe Manchin y Kyrsten Sinema.