'Midterms' 2022

Recuento de infarto en las elecciones de EEUU para determinar el control del Congreso

Directo con la última hora de las legislativas de EEUU

Jaque de los negacionistas electorales a la democracia

Los republicanos ganan terreno en la Cámara de Representantes, pero aún no se aseguran el control de ninguna de las dos cámaras

Idoya Noain

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Tras una campaña de infarto, llena de tensión e incertidumbre, el escrutinio de resultados en las elecciones legislativas que ha celebrado Estados Unidos este martes no ha desentonado. El recuento continúa y tiene en vilo tanto a demócratas como a republicanos, pero lo que empieza a vislumbrarse ya cada vez con más claridad es que la ola roja que muchos habían augurado no se ha materializado y los demócratas no han sufrido con dureza el tradicional castigo que en elecciones de mitad de mandato se da al partido que ostenta el poder en la Casa Blanca, especialmente acentuado cuando el presidente tiene bajos índices de aprobación, como es el caso de Joe Biden.

Aunque los conservadores están ganado terreno en carreras a la Cámara Baja, en la que se renuevan los 435 escaños y donde solo necesitaban arañar cinco, aún no pueden dar por seguro poder arrebatarle el control a los demócratas.

Tampoco la disputada lucha en el Senado, en el que se renuevan 35 escaños, ha decantado aún quién controlará la Cámara Alta, actualmente bajo una exigua mayoría demócrata garantizada solo por el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris. La agenda del presidente Joe Biden depende de esos resultados.

De momento, no obstante, a lo que apuntan las papeletas escrutadas hasta ahora es a un resultado mejor de lo anticipado para los demócratas. Y quizá la señal más contundente de ello ha sido el triunfo en la carrera por el escaño en el Senado en Pensilvania. Allí John Fetterman se ha impuesto al doctor Mehmet Oz, una popular figura mediática que contaba con el respaldo de Donald Trump. Y ese triunfo es especialmente significativo, porque Fetterman ocupará un escaño que hasta ahora estaba en manos republicanas.

La lucha por la Cámara Alta, así, pende de un hilo. Los demócratas han conseguido contundentes reelecciones en Nuevo Hampshire y Colorado, dos de los estados que las encuestas presentaban como muy disputados. Los republicanos por su parte han logrado mantener el escaño de la Cámara Alta que se disputaba en Ohio, donde se ha impuesto JD Vance, el autor de 'Hillbilly Elegy' que había sido apoyado por Donald Trump. Pero siguen abiertas tres carreras clave: una en Arizona, otra en Nevada y otra en Georgia. En esta última, que disputan el demócrata Raphael Warnock y Herschel Walker, si ninguno logra más del 50% de los votos se irá a una segunda vuelta el 6 de diciembre.

Carreras estatales

Lo que sí se conocen ya son numerosos destacados ganadores en carreras estatales, en las que se elegía a 36 gobernadores y decenas de legislaturas y otros cargos. Esas luchas se consideraban especialmente trascendentales para el futuro de la democracia en EEUU ante la fuerte presencia entre los candidatos republicanos de negacionistas electorales que han adoptado la mentira de Donald Trump sobre un inexistente fraude electoral y amenazan también con retar los resultados de estos o futuras elecciones, incluyendo las próximas presidenciales de 2024 .

Uno de los más importantes triunfos conservadores ha llegado en Florida, donde se ha confirmado el fuerte giro hacia el Partido Republicano de votantes que durante décadas hicieron del estado uno bisagra que oscilaba entre republicanos y demócratas. El gobernador Ron DeSantis, una figura de peso creciente en la formación conservadora, y el nombre que más suena como posible rival de Donald Trump para una candidatura presidencial en 2024, ha sido reelegido de forma contundente. También en el estado ha renovado su escaño en el Senado Marco Rubio y se han producido otras victorias republicanas para el Congreso.

También han sido significativas las reelecciones de los gobernadores republicanos de Texas, Greg Abbott, y Georgia, Brian Kemp, que se han impuesto respectivamente a Beto O'Rourke y a Stacey Abrams.

Victorias demócratas

Los demócratas, por su parte, han logrado algunas significativas e históricas victorias. En Nueva York, por ejemplo, la gobernadora Kathy Hochul ha conseguido con la reelección resistir el embiste del republicano Lee Zeldin, que amenazaba el bastión demócrata, y que se ha negado de momento a aceptar la derrota. También ha resistido la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una de las figuras que se consideran "presidenciables" en EEUU, y en Wisconsin, otro estado decisivo en elecciones presidenciales en EEUU, también ha sido reelegido el gobernador Tony Evers.

En Massachusetts Maura Healey se ha convertido en la primera mujer que llega al cargo de gobernadora en el estado. Será también la primera gobernadora abiertamente lesbiana en la historia de EEUU. En Maryland, mientras, Wes Moore, figura en ascenso en el partido, se convertirá en el primer gobernador negro del estado, que ahora estaba en manos republicanas. Es solo el tercero gobernador negro en la historia de EEUU.

Otros resultados destacados

En otros resultados destacados la republicana Sarah Huckabee Sanders, que fue portavoz de la Casa Blanca y ardiente defensora de Donald Trump, ha sido elegida gobernadora de Arkansas, un puesto que también ocupó su padre, Mike Huckabee.

También ha renovado su cargo en la Cámara de Representantes la polémica congresista de Georgia Marjorie Taylor-Greene. La política fue expulsada de sus funciones en comités por los demócratas por propagar teorías de la conspiración, incluyendo de QAnon, y por declaraciones extremistas, pero podrá recuperar esas posiciones si los republicanos se hacen con la mayoría en la Cámara.

Los demócratas, mientas, han conseguido también que llegue a Washington desde Florida el primer congresista de la generación Z: Maxwell Frost, de 25 años.

Encuestas a pie de urna

Antes de que se fueran conociendo los resultados la atención se volvía a las encuestas a pie de urna, primera radiografía del sentir de los ciudadanos. En una publicitada por CNN, dos terceras partes de los sondeados se han mostrado insatisfechos y hasta enfadados con la situación del país. La aprobación del presidente Biden en esas consultas se quedaba, con el 45%, nueve puntos por debajo del 54% que ponía un suspenso a su gestión.

Un retrato similar del pesimismo sobre el país lo arrojaba VoteCast, un sondeo entre votantes realizado por el reputado Centro de Investigación Nacional de Opinión de la Universidad de Chicago para la agencia Associated Press, la principal referencia sobre resultados electorales en EEUU. Según esa encuesta, los estadounidenses se han desanimado profundamente sobre el estado de EEUU y su futuro.

A la hora de emitir sus votos, para los preguntados por VoteCast han pesado especialmente la elevada inflación, actualmente en el 8.2%, que ha sido clave para el 50%, y las preocupaciones sobre la fragilidad de la democracia (44%). Para cerca del 25%, el factor decisivo de su voto ha sido la decisión este año del Tribunal Supremo de derogar la protección constitucional del derecho al aborto.

Tensiones y conspiraciones de Trump

La jornada de votación en persona ha estado salpicada por episodios que han recordado la tensión que rodea estos comicios, los primeros que llegan tras la derrota de Donald Trump en las presidenciales del 2020, que el republicano sigue cuestionando, y los primeros también después del asalto al Capitolio.

En la decisiva Pensilvania y en el condado que incluye Filadelfia, principal núcleo urbano y donde el voto negro es determinante, por ejemplo, la ralentización del proceso para contar entre 15.000 y 30.000 votos estaba asegurada después de que la ciudad decidiera usar un laborioso proceso de comprobación ante una demanda presentada por un grupo tras el que hay figuras como William Barr, exfiscal general de Trump, y Karl Rove el estratega que fue “arquitecto” de la presidencia de George W. Bush.

En el condado de Fulton en Georgia, otro estado donde la lucha por el escaño en el Senado está tan encarnizada como en Pensilvania y donde hubo también tensiones en 2020, una madre y un hijo que trabajaban en un centro electoral fueron retirados de sus funciones tras exponerse que habían participado en las protestas en Washington el 6 de enero de 2021 que culminaron con el asalto al Capitolio. Cientos de policías patrullaban más de la mitad de los 300 colegios electorales para tratar de proteger a los trabajadores, que tras las presidenciales vieron disparadas las amenazas, incluso de muerte, contra ellos.

Problemas que sufrieron el 20% de máquinas de tabulación de votos en Maricopa, el condado más poblado y trascendental de la crucial Arizona, fueron diagnosticados por dos de las autoridades electorales republicanas como meros fallos técnicos. Eso no impidió que medios de derecha y figuras del partido local empezaran a agitar de nuevo teorías conspiratorias y fantasmas de supuesto fraude electoral. La presidenta de los republicanos de Arizona, Kelli Ward, llegó a hablar de “actividades ilícitas” y a pedir dimisiones.

También el propio Trump volvió a agitar las aguas. “Llegan informes desde Arizona de que las máquinas de votación no están funcionando correctamente en áreas predominantemente conservadoras”, dijo.” ¿Es posible que esto sea cierto cuando la gran mayoría de los republicanos esperaron hasta hoy para votar? ¿Aquí vamos de nuevo? ¡El pueblo no lo tolerará!", dijo.

Mientras, en Florida y en Misuri, los secretarios de estado republicanos se negaron a aceptar que entraran en los colegios electorales observadores federales que el Departamento de Justicia ha repartido por todo el país para tratar de asegurar que no se infringen los derechos de voto de las minorías.