La cuestión migratoria

¿Puede Italia imponer desembarcos selectivos de migrantes? Las claves del primer pulso del Gobierno de Giorgia Meloni a la UE

Centenares de migrantes permanecían este lunes bloqueados en buques humanitarios atracados en el puerto siciliano de Catania, después de que el Ejecutivo de Giorgia Meloni permitiese este fin de semana el desembarco solo de los sujetos que considera ‘vulnerables’ y exigiese al resto regresar de nuevo a alta mar. La medida, aprobada con un decreto y que ya ha provocado diversas escenas de pánico entre los náufragos aún a bordo de las naves, es parte de una inédita estrategia de ‘desembarcos selectivos’, que pone nuevamente en la diana a las oenegés que operan en el Mediterráneo, en el intento de obligar a otros países de la Unión Europea (UE) a acoger a los migrantes rescatados. Tanto es así que una de las oenegé, la alemana Sos Humanity, ya ha anunciado acciones legales contra la medida, y otra, Médicos Sin Fronteras, ha pedido el desembarco “urgente” de los que aún siguen a bordo de su barco, el Geo Barents. Ambas han además rechazado volver al mar. Pero, ¿qué dice el derecho internacional?

Migrantes y policías tras un desembarco en Catania

Migrantes y policías tras un desembarco en Catania / Reuters

Irene Savio

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1 ¿Puede Italia ejecutar desembarcos selectivos?

Al tratarse de un decreto nuevo y al haber sido anunciadas acciones legales, un tribunal deberá pronunciarse. Sin embargo, los analistas advierten que hasta la fecha, en estos casos, la justicia italiana y europea ha fallado en contra de Italia. “Un ejemplo es la sentencia de 2012 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), Hirsi Jamaa and Others v. Italy", subraya a este diario Natalino Ronzitti, experto en derecho internacional y consejero ciéntifico del Instituto Affari Internazionali. Según este veredicto del TEDH, Italia violó el Convenio Europeo de Derechos Humanos al regresar en 2009 a 24 personas procedentes de Somalia y Eritrea a Libia, lo que sentó un precedente. En este sentido, abogados como el experto en temas de migración Fulvio Vassallo Paleologo han también subrayado que convenciones internacionales y reglamentos europeos priman jerárquicamente en su aplicación sobre las medidas internas italianas.

2 ¿Cómo fueron seleccionados los migrantes?

Según el Gobierno de Meloni, en las operaciones efectuadas hasta ahora, las autoridades italianas autorizaron el desembarco de menores, familias, embarazadas y náufragos con necesidades humanitarias. No obstante, Giuditta Pini, exdiputada del Partido Democrático (PD), dijo que los migrantes fueron elegidos por “médicos” que subieron a bordo de las naves humanitarias y seleccionaron a los migrantes “en base a su aspecto físico, no por sus documentos”. “Esto es ilegal”, ha considerado Pini. Por su parte, el diputado italo-marfileño Aboubakar Soumahoro denunció también la falta de mediadores culturales durante las operaciones de las autoridades. Con ello, los migrantes excluidos, de momento, no han podido presentar su solicitud de asilo político.

3 ¿Qué leyes internacionales vinculan a Italia?

Brindar auxilio a quienes se encuentren en peligro de muerte en el mar es una obligación consagrada en el Derecho Internacional, en particular por la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (Convención CONVEMAR) de 1982, por el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (Convenio SOLAS) de 1974 y por el Convenio Internacional Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimos (Convenio SAR) de 1979.

Más en detalle, según el punto 2 del anexo revisado en el año 2000 del Convenio SAR, debe entenderse como “salvamento” una operación que implica el traslado "a un lugar seguro”. Esto sugiere que los rescatados no pueden ser trasladados a un puerto de un país en el que hay un conflicto en curso, lo que descarta, por ejemplo, a Libia. Por ello, no está claro adónde deberían ir los barcos de las oenegés que ahora están en Sicilia. 

4 ¿Hay otros tratados a tener en consideración?

Sí, entre ellos la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de 1984. Todos estas legislaciones prohíben retornar a personas a territorios donde su vida sería puesta en peligro. No obstante, la respuesta es más compleja de lo que parece, pues también existe el Protocolo contra la Trata de Personas de Palermo que entró en vigor en 2003 y cuyo objetivo es luchar contra los traficantes.

"En todo caso, el problema principal es que se trata de leyes que fueron escritas para hacer frente a contextos muy distintos del actual", opina Ronzitti. De hecho, hay una evidente intención de Italia de poner en discusión el Acuerdo de Dublín, que establece que los migrantes deben presentar sus solicitudes en el primer país que pisan. Esto último es un reclamo que desde tiempo comparten los países del sur de Europa. 

5 ¿Cómo acabará?

De acuerdo con los analistas, el verdadero objetivo es trasladar el debate al terreno de la política. De hecho, aun en el caso de que el Ejecutivo de Meloni no triunfe en el plano jurídico en su pulso contra las oenegés, su actuación ya está provocando que la inmigración vuelva a ser fuente de confrontación en la agenda política en Italia y en la Unión Europea. Las razones son múltiples. Remiten, por ejemplo, a que las propuestas del nuevo Pacto de Migraciones, presentadas en 2020, "no han afrontado el problema de la solidaridad de forma convincente", según ha considerado Mario Savino, profesor de derecho administrativo de la Universidad de la Tuscia.

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