Relevo en Downing Street

Rishi Sunak será el nuevo primer ministro del Reino Unido

El exministro de Finanzas no se ha tenido que medir con su rival Penny Mordaunt, que se ha retirado poco antes de que venciera el plazo para presentar los avales

La oposición cuestiona la legitimidad de un líder conservador que no ha sido elegido en las urnas ni ha expuesto su programa de gobierno

Rishi Sunak

Rishi Sunak / TOLGA AKMEN / EFE

Begoña Arce

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Rishi Sunak es el nuevo líder del Partido Conservador británico y el próximo primer ministro del Reino Unido. Así lo proclamaba a las 2 de la tarde (hora de Londres) el presidente del Comité 1922, Graham Brady, entre los gritos y palmoteos de aprobación de los diputados reunidos en una sala del Parlamento. Al final la candidatura de Sunak fue la única que se presentó. Su rival, Penny Mordaunt, se apartó de la competición en el último instante y le dio "todo" su apoyo. Ambicioso, pragmático, tras una carrera vertiginosa, con sólo 42 años, Sunak se ha convertido en el más joven de los primeros ministros en casi 200 años de historia del Reino Unido y el primero de origen asiático.

En un breve mensaje al país desde la sede central del Partido Conservador, Sunak advirtió de las dificultades económicas a la vista. "El Reino Unido es un gran país, pero no hay duda de que nos enfrentamos a un profundo desafío económico. Ahora necesitamos estabilidad y unidad. Será mi más absoluta prioridad el unir a nuestro partido y a nuestro país". Sunak prometió que trabajará "con integridad, humildad" y sin descanso.

En una reunión previa a puerta cerrada, el recién elegido nuevo líder avisó a sus diputados de que los conservadores se enfrentan a "una amenaza existencial" y garantizó que no habrá una elección general anticipada. Su mandato, les dijo, será una vuelta a la seriedad y las tradiciones pragmáticas propias de un gobierno conservador, en clara alusión al caos de los últimos dos ejecutivos, con Boris Johnson y Liz Truss.   

Legitimidad cuestionada

La victoria de Sunak estaba prácticamente asegurada después de que Johnson anunciara el domingo por la noche que se retiraba de la competición. La fuerte oposición de sus propios colegas del grupo parlamentario le llevó a tirar la toalla. Casi dos terceras partes de los 357 diputados del grupo se negaban a apoyarle e incluso se puso en duda que hubiera logrado los 100 avales necesarios para su candidatura.

Sunak había sido derrotado en septiembre por Truss. En aquellas primarias 'tories' advirtió una y otra vez de las catastróficas consecuencias que tendría el plan económico de su rival, una predicción que se ha cumplido, incluso con consecuencias más graves de lo imaginable en un primer momento. Sunak no logró entonces convencer a las bases del partido, que prefirieron a su contrincante. En esta ocasión se ha alzado como vencedor con un mandato que sólo sus colegas le han otorgado.

El Reino Unido tiene un primer ministro que no ha pasado por las urnas y ni siquiera ha sido elegido por los afiliados de su propia formación. Un jefe de filas al mando del país, con una legitimidad cuestionada por la oposición y por algunos de sus propios colegas. Sunak ha declarado que su intención es "arreglar la economía y unir a su partido", pero no ha expuesto programa alguno de gobierno. "Los 'tories' están a punto de entregar las llaves del país a Rishi Sunak, sin que haya dicho una sola palabra sobre cómo va a gobernar. Nadie ha votado esto", ha declarado la número dos del Partido Laborista, Angela Rayner. "Estamos teniendo una coronación, no una elección", añadió. "Los conservadores han roto sus promesas y han roto la economía".

Brexit y ortodoxia fiscal

Sunak es un defensor a ultranza del Brexit. En el pasado ha indicado que quiere "arreglar" el Protocolo de Irlanda del Norte, reformar todas las leyes de la Unión Europea vigentes aún en el Reino Unido y eliminar las regulaciones financieras de la UE. Siendo ministro de Finanzas con Johnson propuso la subida del impuesto de sociedades del 19% al 25%, que entraría en vigor en el mes de abril. También ha hablado de la necesidad de reducir la deuda y volver a la ortodoxia fiscal. De momento no ha confirmado los planes de austeridad y recortes en los servicios públicos, pero todo indica que son inevitables y podrían anunciarse en la presentación que hará el 31 de octubre el actual ministro de Finanzas, Jeremy Hunt.

En política de inmigración, Sunak ha prometido continuar con el plan de deportaciones a Ruanda de migrantes que crucen ilegalmente el canal de la Mancha.

La elección de Sunak debería tranquilizar a los mercados financieros, que veían con inquietud un eventual regreso de Johnson a Downing Street. La Bolsa de Londres reaccionó positivamente al saberse su designación, al igual que la cotización de la libra esterlina. Los problemas, sin embargo, son enormes y de difícil solución, con una situación de las finanzas públicas desoladora, una espiral en los precios que coloca a millones de familias en la precariedad, por no hablar del prestigio perdido por el Reino Unido en la esfera internacional.