Conflicto en el este de Europa

Serguei Surovikin, el "general Armagedón" de Rusia para liderar la ofensiva de Ucrania

El general fue uno de los hombres clave en el apoyo ruso en la guerra civil de Siria y es veterano de Afganistán

Serguei Surovikin

Serguei Surovikin / WIKIMEDIA

Àlex Bustos

Àlex Bustos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nuevos rumbos exigen nuevos líderes. El ataque con explosivos sobre el puente que conecta la península de Crimea con Rusia del pasado sábado significó un duro golpe a la moral rusa, ya dañada por el desarrollo del conflicto. Y desde Moscú se tomó la decisión de dar el liderazgo de las tropas en Ucrania a alguien de confianza, un militar que cuenta con el apoyo del presidente Vladímir Putin. Se trata de Serguei Surovikin, general de las Fuerzas Armadas de Rusia y comandante de las Fuerzas Aeroespaciales, bautizado por medios rusos como el "general Armagedón" por su "brutalidad" en el campo de batalla.

Ya en 1991 tenía a hombres bajo su mando, fue el único militar que pidió a sus hombres atacar a civiles durante el golpe de Estado en la Unión Soviética. Este, liderado por comunistas del ala dura, fracasó. Los tres hombres que fallecieron atropellados por un tanque conducido por los subordinados de Surovikin recibieron el honor a título póstumo de "héroes de la Unión Soviética". Por este incidente no fue condenado, pero sí pasó por la cárcel por supuestamente haber vendido armamento militar en 1995.

Hombres fuertes del régimen ruso se han pronunciado a favor de este nombramiento en Ucrania. "Después de recibir órdenes, (Surovikin) montó en su tanque sin dudarlo y se dio prisa para salvar a su país", dijo sobre este incidente en 1991 Yevgeni Prigozhin, jefe y fundador del grupo de mercenarios Wagner, conocidos por su crueldad acusados de violar derechos humanos en diferentes países donde han actuado. El gobernador de Chechenia, Ramzán Kadyrov, también asegura conocerlo desde hace "15 años", y cree que las fuerzas rusas "están en buenas manos" en el frente ucraniano.

Según explica al diario The Guardian un antiguo funcionario del Ministerio de Defensa ruso que trabajó con el Surovikin, no es una sorpresa lo que pasó el lunes en Kiev, cuando volvieron a caer misiles rusos. "Es cruel, con poco aprecio por la vida humana". "Me temo que sus manos quedarán totalmente cubiertas de sangre ucraniana", añade esta fuente.

Es la primera vez que, de forma pública, hay una cabeza visible de la llamada por el oficialismo ruso "operación militar especial". Según apunta el medio independiente Meduza -etiquetado como agente extranjero por el Gobierno ruso-, el mismo Surovikin llevaba un tiempo esperando una promoción. Más recientemente se le recuerda por ser el comandante de las tropas del distrito militar del Sur, el que capturó la ciudad ucraniana de Severodonetsk. Según apuntan medios rusos, el nuevo líder de la ofensiva rusa podrá utilizar todos los recursos posibles excepto armas nucleares.

Amplia experiencia militar

Surovikin fue también uno de los nombres más importantes del apoyo ruso al dictador sirio Bashar al Asad, pues fue el comandante del contingente de las fuerzas militares del Kremlin en Siria. Durante el tiempo que estuvo en el país árabe, apoyó al régimen sirio, que recuperó cerca de la mitad de las ciudades controladas por la oposición, aunque se le acusa de bombardeos que mataron a muchos civiles sirios, especialmente en la ciudad de Alepo. Por su actuación en Siria ganó la condecoración de Héroe de la Federación de Rusia.

En tiempos soviéticos, Surovikin luchó desde 1987 en la guerra civil afgana (1979-1989), donde hizo méritos para escalar en el aparato militar de la URSS. En el país centroasiático sirvió en las Fuerzas Especiales, los famosos Spetsnaz. En el año 1990, antes de la disolución de la Unión Soviética ganó notoriedad por abrir fuego contra manifestantes a favor de la democracia.

En esa misma década participó en otro conflicto de un país de la órbita rusa, Tayikistán. Este Estado centroasiático vivió una guerra civil entre 1992 y 1997 que enfrentó a los actuales líderes tanto con partidarios de la democracia como con radicales islamistas. Moscú acudió a apoyar al oficialismo tayiko, en ese momento encarnado por partidos comunistas herederos de la Unión Soviética. Ya en los años 2000, el militar participó en la segunda guerra de Chechenia, en la que Rusia luchó por recuperar el control de este territorio situado al norte del Cáucaso contra los insurgentes islamistas, en un conflicto que devastó totalmente las ciudades de esta república rusa.

Suscríbete para seguir leyendo