Elecciones en EEUU

De "las cojo por el coño" al aborto pagado por el candidato antiabortista Herschel Walker: los republicanos de EEUU cambian moral por poder

El aspirante al Senado por Georgia que defiende la prohibición sin excepciones pagó a una novia para que tuviera un aborto

Líderes conservadores e incluso grupos antiabortistas han cerrado filas en su defensa por la trascendencia del escaño en juego

El candidato republicano para el Senado por Georgia Herschel Walker, en un acto de campaña el 6 de octubre.

El candidato republicano para el Senado por Georgia Herschel Walker, en un acto de campaña el 6 de octubre. / ERIK S. LESSER

Idoya Noain

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La carrera presidencial de Donald Trump en 2016 sobrevivió casi sin rasguños el escándalo por la aparición de aquel vídeo donde se le escuchaba hablando de “coger a las mujeres por el coño”.  Seis años después, otra “sorpresa de octubre” ha salpicado a uno de sus discípulos, Herschel Walker, un antiguo jugador de fútbol americano negro y “nacionalista cristiano” apadrinado por el expresidente en la trascendental lucha en Georgia por un escaño en el Senado federal. Al menos a la hora de escribir estas líneas, Walker está en el mismo camino que Trump, uno que ratifica que escándalos o evidencias de hipocresía que antes hubieran sido una condena de muerte política ya no cuentan para el movimiento conservador. Incluso cuando en su epicentro hay una cuestión tan central para los conservadores y para estas elecciones de medio mandato como el aborto.

El lunes ‘The Daily Beast’ reveló que en 2009 Walker, que defiende públicamente la prohibición sin excepciones ni por violación ni incesto ni cuando corre riesgo la vida de la madre, pagó la interrupción del embarazo de una mujer con la que entonces mantenía una relación. Según aquella novia, dijo que “no era el momento para ser padre”, le envió un cheque de 700 dólares (un pago del que ha aportado pruebas) y le envío una tarjeta firmada diciéndole que estaba “rezando para una pronta recuperación”.

Un historial plagado de controversias

Walker negó inmediata y repetidamente las acusaciones y prometió una demanda (que aún no ha presentado). La mujer replicó revelando que, además del aborto, había tenido un hijo con él, uno de los tres vástagos que se ha revelado desde que lanzó la campaña que Walker tuvo fuera de su matrimonio. Y no es el único capítulo en su historial controvertido: ahí figuran también desde malas prácticas empresariales hasta acusaciones de violencia de género contra una exnovia y su exmujer, a la que llegó a apuntar con una pistola en la cabeza (un hecho que no ha negado pero ha atribuido a problemas mentales).

El hijo legalmente reconocido de ese matrimonio, Christian, esta semana se ha lanzado también en redes sociales contra su padre, denunciando sus mentiras, la violencia y la hipocresía. Pero de eso sabe también algo el joven Walker, un influencer radical conservador de 23 años que se ha pronunciado desde contra Black Lives Matter hasta contra el feminismo, la comunidad LGTB o los protocolos de Covid, que niega la legalidad de la victoria de Joe Biden, y que hasta esa semana no había hablado contra su padre.

En otras circunstancias, en otro momento político, quizá el torrente habría acabado con la carrera de alguien como Walker. Algunos estrategas republicanos en Georgia creen que solo en las próximas semanas se podrá evaluar mejor el impacto del escándalo entre los votantes y el miércoles en CNN el vicegobernador, el republicano Geoff Duncan, declaró en CNN que “aunque todos sabían que había equipaje el peso de ese equipaje empieza a sentirse casi insoportable en este momento”.

Cierre de filas

Son voces por ahora minoritarias. Porque con el decisivo escaño senatorial de Georgia en juego, y con Walker por detrás pero cerca del demócrata Raphael Warnock en los sondeos, Trump, el liderazgo del partido, destacadas voces conservadoras y hasta grupos antiabortistas, además de donantes que supuestamente han aumentado sus contribuciones a la campaña, han cerrado filas en defensa del candidato.

Hay quien, como Newt Gingrich, ha llegado a tratar de justificar las acciones de Walker aludiendo a los numerosos golpes que recibió en la cabeza en su época de jugador de fútbol americano, el deporte que le hizo una estrella en Georgia y le dio el nivel de reconocimiento popular que tanto ayuda en las carreras políticas.

Muchos se han sumado al propio discurso de Walker asegurando sin pruebas que todo es una campaña de ataques y falsedades orquestada por los demócratas y por “los medios de noticias falsas” para tratar de desprestigiarle y hundirle.

Pero nadie ha expresado mejor las aparentes razones de esa unidad que Dana Loesch, exportavoz de la Asociación Nacional del Rifle y ahora comentarista de una radio conservadora. “No me importa si Herschel Walker pagó para abortar a crías de águilas en peligro de extinción. En este momento me preocupa una cosa y solo una cosa: quiero el control del Senado”, dijo.

Es similar a lo que expresaba un asesor republicano en Georgia en unas declaraciones a ‘The Washington Post’: “No me importa si practicó el aborto él mismo. Voy a votar por él”.

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