Afganistán

Una explosión en un instituto de Kabul deja 35 muertos

El atentado suicida ha tenido tiene lugar en un barrio mayormente poblado por la minoría hazara, en el oeste de la capital afgana

Atentado en Kabul

Atentado en Kabul / Archivo

Adrià Rocha Cutiller

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El atentado suicida en un instituto de Afganistán ya tiene un balance de víctimas definitivo: 35 estudiantes murieron el viernes en Kabul por una explosión cuando se celebraban unos exámenes de nivel para jóvenes estudiantes. 

El centro educativo, que estaba lleno cuando detonó el explosivo, se encuentra en un barrio de mayoría hazara, la minoría chií del país centroasiático, que es mayormente suní. Chiís y sunís representan las dos grandes ramas del islam. Los hazara son, desde hace años, uno de los grandes objetivos de la filial afgana del Estado Islámico (EI).

"Atacar a civiles demuestra la crueldad inmoral y la falta de humanidad del enemigo", denuncio el viernes el portavoz de la policía en Kabul, Khalid Zadran, miembro del Gobierno talibán del país.

Los talibanes accedieron al poder en Afganistán en agosto de 2021, y entonces pasaron de ser un grupo que realizaba atentados contra población civil a ser los que deben mantener la seguridad en las calles y ciudades. 

Su metamorfosis está fallando: los atentados del EI en el país centroasiático son constantes, casi semanales, y van desde emboscadas a convoyes y puntos de control talibanes hasta ataques suicidas contra escuelas y mezquitas chiís. Estos ataques tienen lugar sobre todo los viernes, el día sagrado en el islam y cuando hay más afluencia en los centros religiosos. 

El EI, sin embargo, aún no ha reclamado la autoría del atentado de este viernes, por el que podría haber, según han dicho fuentes médicas a medios locales, cerca de un centenar de muertos y varias decenas de heridos, en su gran mayoría jóvenes menores de edad, tanto chicos como chicas.

Muertos en las aulas

"Estaba en casa cuando he escuchado una explosión enorme, y al mirar por la ventana he visto una columna de humo en la escuela, y los vecinos corriendo hacia allí. Mis amigos y yo hemos podido sacar a 15 heridos y a nueve cuerpos del sitio de la explosión... Había muchos más cadáveres debajo de sillas, de mesas, dentro de las clases", ha explicado un vecino, Ghulm, a la televisión local ToloNews.

"El Emirato Islámico de Afganistán —el nombre del Gobierno talibán— llama al ataque al centro educativo de este viernes un crimen de gran magnitud, lo condena y expresa su más profunda simpatía a las familias de las víctimas de este incidente. Se tomarán medidas serias para encontrar y castigar a los autores de este crimen", ha dicho el portavoz talibán, Zabiulá Mujahid.

Desde la victoria talibán del año pasado, según la oenegé internacional Human Rights Watch (HRW), el EI ha asesinado o matado al menos a 700 personas de la minoría hazara en el país. Esta cifra, con el atentado de este viernes, ya ha caducado. Pese a las buenas palabras del Ejecutivo de Kabul, las represalias que los talibanes prometen nunca llegan. 

"Las autoridades talibanes han hecho muy poco para proteger esta comunidad de ataques suicidas y otros crímenes en su contra, o para proveer la ayuda o atención médica necesaria a las víctimas y sus familias", explica HRW en un informe publicado este mes.