¿Un otoño caliente?

Los sindicatos de Francia protestan contra la inflación y la reforma de las pensiones de Macron

Decenas de miles de personas se manifiestan en Francia contra los escasos aumentos salariales y denuncian la voluntad del Ejecutivo de alargar la edad mínima de jubilación de los 62 a los 65 años

Protestas en París contra las inflación y las políticas de Macron.

Protestas en París contra las inflación y las políticas de Macron. / Mohammed Badra (EFE)

Enric Bonet

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Primera jornada de protestas en Francia en este otoño marcado por la inflación y la crisis energética. Decenas de miles de personas se manifestaron este jueves en el conjunto del país vecino para pedir aumentos de salario ante la inflación y contra una impopular reforma de las pensiones.

Más de 200 protestas tuvieron lugar en una jornada de movilizaciones convocada por la CGT, FSU y Solidaires —tres de los principales sindicatos galo—, aunque no contó con el respaldo de la CFDT (organización con el mayor número de afiliados) ni de Force Ouvrière. Eran unas manifestaciones escrutadas por el Gobierno de Emmanuel Macron, quien confía en que sea un otoño sin gran agitación en Francia a pesar de que numerosos factores alimentan el malestar.

El país vecino registró en agosto una inflación del 5,9% —la más elevada desde principios de la década de 1980, aunque inferior a la media de la Unión Europea—, pero esta no se vio compensada con aumentos de sueldo de este tipo. El salario mínimo subió un 2,65%, el de los funcionarios un 3% y en el sector privado las subidas resultaron mucho más modestas.

Más de 250.000 manifestantes

jubilaciónmanifestación chalecos amarillosCGT

La pandemia del covid-19 ha sido como un somnífero para la bulliciosa sociedad gala. Desde entonces, sindicatos y otros colectivos no logran movilizar de manera multitudinaria en un país en que se sucedieron numerosos movimientos sociales entre 2018 y 2020, como los chalecos amarillos, protestas sindicales, marchas por el clima, feministas… Macron quiere aprovechar la actual coyuntura de desmovilización para aprobar antes de final de año una reforma de corte neoliberal del sistema de jubilación, que alargará hasta los 65 años (con 43 cotizados) la edad mínima. También tiene en la rampa de salida otra controvertida medida que recortará las indemnizaciones de los desempleados durante los periodos de crecimiento económico.

Rechazo a la reforma de las pensiones

Marine Le PenLibérationPhilippe Martinez

Solo el 21% de los franceses respalda el hecho de alargar la edad mínima de jubilación más allá de los 62 años, según un sondeo reciente. A pesar de ello, el Ejecutivo macronista quiere aprobar esta medida antes del invierno, y eso que no dispone de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Macron advirtió que está dispuesto a disolver el Parlamento si se aprueba una moción de censura para frenar la reforma. “Si toda la oposición se une para adoptar una moción de censura y hacer caer al Gobierno, dejará en manos de los franceses y las francesas decidir qué nueva mayoría quieren”, afirmó el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, en la cadena LCI.