Nueva ronda de sanciones

Bruselas propone prohibir a ciudadanos europeos sentarse en consejos de empresas estatales rusas

Los "falsos referéndums" en los territorios del este de Ucrania fuerzan a la UE a acelerar el octavo paquete de sanciones contra Rusia para que el Kremlin pague por la nueva escalada

La ronda incluye nuevas restricciones comerciales de productos tecnológicos y un tope al precio del petróleo ruso, en línea con el G-7

European Commission President Von der Leyen delivers state of the European Union address, in Strasbourg

European Commission President Von der Leyen delivers state of the European Union address, in Strasbourg / YVES HERMAN

Silvia Martinez

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Los "falsos referéndums" en los territorios ucranianos ocupados de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, las últimas amenazas nucleares o la movilización de 300.000 reservistas para seguir alimentando la guerra del Kremlin en Ucrania ya tienen respuesta de la Comisión Europea. "Rusia ha escalado la invasión a un nuevo nivel. No aceptamos los falsos referéndums ni ningún tipo de anexión en Ucrania y estamos decididos a hacer que el Kremlin pague por esta nueva escalada", ha avisado este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Su respuesta: un octavo paquete de sanciones contra Rusia con nuevas restricciones comerciales a productos tecnológicos, más individuos sancionados, la prohibición de que europeos integren los consejos de administración de empresas públicas rusas y un tope al precio del petróleo ruso para terceros países.

Los Veintisiete ya aprobaron antes del verano un embargo parcial al petróleo y productos petrolíferos refinados de Rusia por vía marítima, que entrará en vigor el 5 de diciembre. La medida propuesta este miércoles aspira a seguir impidiendo a Vladímir Putin lucrarse de la venta de este combustible fósil y reducir los beneficios que obtiene a nivel internacional, trasladando el tope al precio del petróleo ruso acordado por los países del G-7 para terceros países a la legislación europea. "Sabemos que algunos países en desarrollo siguen necesitando algunos suministros de petróleo ruso, pero a precios bajos. Este tope ayudará a reducir los ingresos de Rusia y mantendrá estables los mercados energéticos mundiales", ha explicado la alemana. Es decir, si la medida es avalada por los Veintisiete prohibirá que barcos y aseguradoras transporten o avalen petróleo ruso si se vende por encima del tope fijado.

La nueva propuesta llega tan solo unas horas después de las tres fugas y explosiones detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, en aguas de Dinamarca y Suecia, y que la UE considera resultado de una "acto deliberado", tal y como ha apuntado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Ninguna de las dos tuberías, que unen Rusia y Alemania, suministran actualmente gas a la UE. Gazprom paralizó los envíos a través del primero a principios de septiembre y el segundo nunca ha entrado en funcionamiento, tras la decisión de Alemania de cancelar la puesta en marcha. Aún así, el posible "sabotaje" ha hecho saltar todas las alarmas en la UE ante lo que muchos ven como el inicio de una guerra híbrida contra infraestructuras claves en Europa.

Restricciones al comercio

La nueva ronda también aboga por restringir aún más el comercio con Rusia. Según los cálculos de Bruselas las nuevas medidas privarán al Kremlin de 7.000 millones de euros adicionales en ingresos. El plan contempla limitar la lista de productos que se pueden exportar a Rusia, particularmente de tecnologías punteras que pueden ser utilizadas por el Ejército ruso para continuar con su guerra. "Se trata, por ejemplo, de artículos de aviación, componentes electrónicos y sustancias químicas", ha explicado la presidenta sobre una medida que busca debilitar y mermar la capacidad de modernización rusa.

El nuevo tren sancionador plantea también impedir la prestación de servicios europeos a Rusia y que nacionales de la UE formen parte de los órganos de gobierno de las empresas estatales rusas lo que podría afectar al excanciller alemán Gerhard Schröder, que sigue ocupando un alto cargo en la compañía estatal rusa de gas, Gazprom. Con esta medida Bruselas quiere evitar que Moscú se beneficie de los conocimientos y experiencia europea. Además, para evitar que los europeos sorteen las sanciones añadirán una categoría más a la lista de individuos sancionados. "Podremos incluir a las personas que eludan nuestras sanciones. Por ejemplo, si compran productos en la Unión Europea, los llevan a terceros países y luego a Rusia, se trataría de una elusión de nuestras sanciones, y esas personas podrían ser incluidas", ha precisado. 

Más individuos sancionados

Bruselas también aumentará la lista negra de individuos y entidades castigados, en la que figuran más de 1.300 nombres como el propio Putin, su ministro de exteriores, Sergéi Lavrov, oligarcas como Roman Abramovich, los 315 miembros de la Duma rusa, miembros del consejo nacional de seguridad, militares y responsables de las atrocidades cometidas en Ucrania así como altos funcionarios, empresarios y propagandistas. Aunque sin mencionar nombres y apellidos, la intención, ha explicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, es castigar a los implicados en la ocupación y anexión ilegal de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia así como a otras personas rusas que organizaron y facilitaron los "referendos falsos" en estas cuatro zonas ocupadas de Ucrania.

También sancionarán a más propagandistas, responsables militares y altos cargos del ministerio de defensa ruso, particularmente aquellos que apoyan a las fuerzas armadas rusas mediante el suministro de equipos y armas del ejército, incluidos misiles y aviones de combate, y participan en el reclutamiento de estos 300.000 soldados. Como todas las rondas previas las medidas requerirán la unanimidad de los Veintisiete para ser aprobadas, algo que a priori no parece sencillo vista la posición de Hungría. "Podemos decir sin temor a equivocarnos que, como resultado de las sanciones, los europeos se han empobrecido, mientras que Rusia no ha caído de rodillas", decía a principios de semana el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. A su juicio, las sanciones han sido "contraproducente" y con ellas la UE "se ha disparado en el pie".