Funeral de Estado

Una multitud da el último adiós a la reina Isabel en las calles de Londres

Ciudadanos siguen el funeral de Estado a través de una pantalla gigante en Hyde Park, este lunes.

Ciudadanos siguen el funeral de Estado a través de una pantalla gigante en Hyde Park, este lunes. / JASON CAIRNDUFF (REUTERS)

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Reuters

Decenas de miles de personas, muchas de las cuales habían acampado durante la noche, han abarrotado este lunes el recorrido del cortejo fúnebre de la reina Isabel y se han dado cita en los parques de Londres para dar el último adiós a la única monarca británica que la mayoría ha conocido.

Un silencio absoluto se hizo sobre Hyde Park cuando los presentes, que estuvieron haciendo picnics y charlando durante horas, se pusieron de pie para ver cómo pasaba el ataúd de la soberana en dirección a la Abadía de Westminster, donde ha tenido lugar el funeral de Estado. Las multitud ha podido seguir la ceremonia a través de grandes pantallas de televisión o la retransmisión por radio en altavoces.

"Queríamos venir y ver este evento histórico, ser parte de él y presentar nuestros respetos a la reina y agradecerle su larga vida de servicio. Creo que probablemente nos emocionaremos al final", explicó a la agencia Reuters Alison Cornish, de 66 años y residente en Ashford, en el condado de Kent. "No suelo exhibir mis emociones, pero probablemente lo haré", añadió su esposo, Robin, también de 66 años.

La pareja madrugó para poder presenciar el cortejo real desde el Mall, el gran bulevar ceremonial junto al palacio de Buckingham. A las 9.30 horas, todas las áreas de visualización en el centro de Londres se declararon llenas.

Tiendas, té y escaleras

Los mejor preparados iban pertrechados con tiendas de campaña, termos de té, bocadillos y escaleras. Ben Vega, de 47 años, un enfermero de Filipinas, presenció el cortejo desde las filas de detrás, sobre un taburete que se trajo de casa, en el oeste de Londres. "Es un día triste para mí. He estado aquí 20 años. Vi a la reina como mi segunda madre, Inglaterra como mi segundo hogar", afirmó.

Melanie Odey, de 60 años, maestra, se colocó en primera fila de las barreras a lo largo del Mall. Había acampado en una tienda de campaña con sus dos hijas y nietos el domingo por la tarde. "Esta es una oportunidad única en la vida de ser parte de la historia, de presentar nuestros respetos", dijo. La reina "se preocupaba mucho por este país".

En las calles, se ha podido ver una notable muestra representativa de la sociedad. La gente ha llegado a Londres de todas partes de Gran Bretaña y el mundo para presenciar el funeral de estado de la monarca, que murió el 8 de septiembre a los 96 años.

Algunos permanecieron silenciosos y sombríos, vestidos de negro. Otros eran más optimistas. Un grupo de tres mujeres vestidas con sombreros la Union Jack cantó 'God Save the Queen'.

"Una muerte en la familia"

Shelly Chugg y Anita Evans, colegas del Consejo de Cardiff, partieron de Gales a la 1 de la madrugada para viajar a Londres. "No me hubiera perdido esto", dijo Chugg, de 51 años, quien recordó haber visto a la reina cuando era niña en 1977 durante las celebraciones de su jubileo de plata de 25 años en el trono.

"Iba a vestirme de negro, pero también es una celebración de la vida de la reina, ¿no es así? A ella le gustaba sobresalir entre la multitud", agregó Evans, de 50 años, vestida de blanco y verde.

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Anna Kathryn de Richmond, en el suroeste de Londres, nunca conoció ni vio a la reina. Sin embargo, dijo que su familia sentía que tenían un vínculo personal con ella. "Es como si tuviéramos una muerte en la familia, no podíamos perdernos esto", dijo. "Ella era un punto tan brillante en la vida de todos y ahora parece que esa luz se ha apagado".

Katie Williams, una enfermera de 43 años, llegó a Londres el domingo. Con un ramo de flores en una mano y pañuelos en la manga, llamó a la reina la "abuela de la nación". "Era una especie de imán que atraía a personas de todo el país. Todos la queríamos, todos la respetábamos".