Crisis del coronavirus

La CE ha destinado más de 71.000 millones de euros a comprar vacunas anticovid

Los auditores consideran que "la UE consiguió adquirir las vacunas que necesitaba"

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EFE

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La Comisión Europea ha firmado contratos por más de 71.000 millones de euros con empresas farmacéuticas para adquirir vacunas contra el covid-19, garantizando un total de 4.600 millones de dosis para los países de la Unión Europea, según publicó este lunes el Tribunal de Cuentas de la UE.

Entre agosto de 2020 y noviembre de 2021, el Ejecutivo comunitario firmó once contratos con ocho laboratorios, a un coste medio de aproximadamente 15 euros por dosis.

Al finales de 2021, el dato se acercaba a los 71.000 millones de euros comprometidos y la Comisión había pagado ya 2.550 millones a los fabricantes.

Sin embargo, más allá del período que analiza el informe de los auditores, la Comisión ha seguido suscribiendo acuerdos para procurarse más vacunas de distintos fabricantes, como los 250 millones de dosis de la española HIPRA mediante una adquisición conjunta en la que participarán 14 Estados miembros una vez la Agencia Europea del Medicamento valide ese fármaco.

El análisis del Tribunal de Cuentas evidencia que Bruselas ha confiado principalmente en la farmacéutica Pfizer-BioNTech, con la que ha firmado tres contratos para obtener un máximo de 2.400 millones de dosis hasta el año próximo, más de la mitad de todas las unidades.

Las otras empresas son Moderna, Janssen, Sanofi-GSK, Novavax, CureVac, Valneva y AstraZeneca, farmacéutica a la que la Comisión Europea venció en los tribunales belgas por incumplir el calendario pactado para la entrega de las vacunas.

El precio, los calendarios de entrega y la responsabilidad civil de las farmacéuticas "fueron temas prioritarios durante las negociaciones preliminares" con los laboratorios, explican los auditores, pero el equipo negociador -formado por la Comisión, Alemania, España, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia y Suecia- "no evaluó las redes de suministro y producción de las empresas".

Los primeros contratos que Bruselas firmó con las farmacéuticas contaban con "disposiciones más débiles" que los posteriores respecto al cumplimiento de los calendarios de entrega, la garantía de acceso de la UE a las vacunas y la obligación de fabricar el fármaco en el territorio comunitario.

Reino Unido, en cambio, negoció cláusulas de acceso prioritario en cuatro de sus cinco contratos y en Estados Unidos el Gobierno firmó acuerdos con una calificación 'prioritaria', garantizando que sus pedidos prevalecieran sobre los de cualquier otro cliente que tuvieran las farmacéuticas.

En febrero de 2021, la Comisión creó un grupo de trabajo para apoyar las cadenas de producción y suministro y, "aunque ayudó a resolver cuellos de botella, no está claro en qué medida influyó en el aumento de la producción de vacunas", asegura el informe del Tribunal de Cuentas.

No obstante, "las condiciones de los contratos evolucionaron a lo largo del tiempo y los firmados en 2021 contienen disposiciones más estrictas sobre cuestiones clave como los calendarios de entrega y la ubicación de la producción que los firmados en 2020".

Pese a todo, los auditores consideran que "la UE consiguió adquirir las vacunas contra el covid-19 que necesitaba", gracias a que ha firmado contratos con diferentes farmacéuticas que utilizaban distintas tecnologías en sus vacunas, aun habiendo empezado a adquirir las dosis más tarde que Reino Unido y Estados Unidos.