Relevo en la monarquía británica
Los errores de Carlos
Las amistades peligrosas del nuevo rey lastraron durante tiempo su popularidad entre los británicos
Begoña Arce
Periodista
A Carlos III los británicos le dan, de momento, el beneficio de la duda. El veredicto de los ciudadanos dependerá de las decisiones que tome desde el comienzo de su reinado. Su estreno es relativo porque se conoce sobradamente al real septuagenario. La suya es una trayectoria no exenta de escándalos y controversia. En el melodrama de su matrimonio con Diana fue declarado culpable. Hizo falta una larga y cuidada campaña para rehabilitar su imagen y conseguir algo aún más difícil, que aceptaran a Camila, hoy Reina Consorte. Otras sombras en su entorno, sobre donaciones millonarias y acusaciones de trato de influencias, han dañado su reputación. La tendencia personal a entrometerse en asuntos públicos y las amistades peligrosas ponen en cuestión su buen juicio.
Bolsas y maletas de billetes
En el primer discurso como rey Carlos anunció que dejaría las organizaciones caritativas que presidía siendo heredero. La renuncia, debido a su nuevo rango, se produce a poco más de dos meses de que el 'The Sunday Times' publicará que el príncipe recibió en torno a tres millones de euros en bolsas y maletas de la mano del jeque catarí Hamad bin Jassim. La entrega se realizó en tres encuentros privados. Las donaciones se destinaron, según los portavoces de Clarence House, al Fondo Benéfico del Príncipe de Gales. El propio dominical que lanzó la exclusiva aclaraba que no había nada ilegal en ese generoso gesto en todo caso poco transparente.
En el momento de la publicación, la Policía Metropolitana andaba investigando si quien durante años había sido la mano derecha de Carlos, Michael Fawcett, antiguo mayordomo elevado a la categoría de director ejecutivo de la fundación del príncipe, estaba recaudando dinero a cambio de prometer favores y honores. Quien en este caso llegó a donar 1,75 millones de euros, para la restauración de dos edificios históricos fue el saudí Mahfouz Marei Murak bin Mahfouz a quien Carlos le impuso el título de Comendador del Imperio Británico. La investigación intentaba determinar también si Fawcett había ayudado al saudí en la obtención del pasaporte británico. Posteriormente hubo noticia de una donación de un miembro de la familia Bin Laden
Injerencia
Sucesivos primeros ministros han recibido las cartas de escritas a mano del ahora rey con quejas o sugerencias sobre asuntos como el medio ambiente, la agricultura o el presupuesto de Defensa. La arquitectura moderna le horroriza y en el 2009 intentó bloquear el One New Change, de Jean Nouvel, cerca de la catedral de San Pablo. Ese mismo año utilizó su influencia para dar al traste con el proyecto de otro gran arquitecto, Richard Rogers, en el barrio de Chelsea.
Pederastas
Algunas de sus amistades han resultado poco recomendables. El obispo Peter Ball, fallecido en el 2019, mantuvo una relación muy próxima con Carlos, que continuó a pesar de ser denunciado por numerosos abusos sexuales a menores. Ball fue finalmente condenado. El presentador Jimmy Savile, otro pederasta con centenares de víctimas, también mantuvo una cordial amistad con el príncipe. Escapó a la justicia y a su muerte, Carlos y Camila encabezaron los tributos públicos a su figura.
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