Muerte de Isabel II

Carlos III hereda un Reino Unido convulso, dividido y con un Gobierno por estrenar

El país estrena rey, Gobierno y primera ministra en un momento de "crisis de identidad" y convulsión económica

Escocia quiere hacer un nuevo referéndum independentista y se quiere renegociar el Tratado de Irlanda del Norte con la UE

Carlos III de Inglaterra.

Carlos III de Inglaterra. / Reuters

Mario Saavedra

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El nuevo rey del Reino Unido, Carlos III, llora la muerte de su “madre amada”. En un comunicado ha definido a Isabel II como “una soberana querida” cuyo fallecimiento será “muy sentido en el país, los territorios y la Commonwealth (54 antiguos países pertenecientes al Imperio)". El reino que él hereda ahora. 

El eterno príncipe Carlos, ahora monarca de 73 años, se enfrenta a un duelo personal y a un complicado camino como rey. El país trata de superar una enorme crisis política, adaptarse a un nuevo Gobierno formado por ministros a estrenar, en medio de una dura crisis económica y con la inflación disparada. Reino Unido aún se resiente de la división provocada por su salida de la Unión Europea, y se enfrenta a movimientos independentistas crecientes en Gales o Escocia. El problema de Irlanda del Norte, que parecía sellado, volvió a ser reabierto por el ex primer ministro Boris Johnson, al querer renegociar las condiciones que se aplican en la frontera con la República de Irlanda. 

“Creo que Reino Unido está atravesando una crisis existencial por la salida de la Unión Europea y por la inestabilidad política”, opina a este diario Guy Hedgecoe, periodista británico afincado en España. “Se pregunta qué tipo de país es y quiere ser, y se encuentra dividido en la respuesta”.

El poder del rey de Inglaterra para resolver estos conflictos es esencialmente simbólico. La discreta reina Isabel II era “la roca” sobre la que se sustentaba el país, como ha dicho la nueva primera ministra Liz Truss. Carlos III no concita, por ahora, el mismo consenso. Y el momento es delicado. 

Un Gobierno inexperto

El cambio en la jefatura del Estado se ha producido tan solo dos días después del cambio en la jefatura de Gobierno. La política conservadora Liz Truss se convirtió este martes en la primera ministra, tras recibir el encargo formal por parte de la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Escocia. Terminaba así el culebrón político protagonizado por Boris Johnson. Sus fiestas en medio de la pandemia, el 'partygate', fue la puntilla que provocó una moción de censura interna en el partido.

Este miércoles Truss anunció los nombres que conformarán su gabinete. Nuevos ministros en el número 10 de Downing Street que tendrán que aprender a cabalgar una dura crisis económica. Se pronostica una recesión larga, de hasta 18 meses, y los precios no paran de subir. El último dato de IPC es del 10%. La libra está en valores mínimos históricos.

La población está cansada tras años de pandemia y crisis. Hay convocadas decenas de huelgas y Reino Unido, como el resto de Europa, se enfrenta a un frío invierno de carestía energética. Y todo esto lo va a tener que conducirlo una líder que no ha sido elegida en las urnas, sino por tan solo una parte de los afiliados del partido conservador. Según un sondeo de YouGov, más de la mitad cree que Truss será una primera ministra mala o muy mala; solo uno de cada diez británicos piensa que será buena o muy buena. 

Políticamente, el Reino Unido que hereda Carlos está más desunido que nunca, entre sí y con sus instituciones. Son ya ocho años de crisis política casi continuada desde que David Cameron aceptó, en 2014, un referéndum de independencia en Escocia. Finalmente ganó la opción de quedarse, pero eso no cerró la herida independentista. Con la salida de la Unión Europea, las reglas han cambiado y la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha prometido (lo hizo en junio) que convocará otro referéndum. Londres, en principio, se opone. El resultado del primero fue muy ajustado: el 55% en contra de la secesión, frente a un 45% a favor. No es descartable que Carlos III tenga que enfrentarse a la posibilidad de una salida de Escocia del Reino. Sería una enorme derrota histórica.

No es esta la única herida reabierta tras el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero de 2020. Entonces, Bruselas y Londres negociaron, tras meses de malabarismos políticos y legales, un tratado para la frontera que separa Irlanda del Norte, perteneciente a Reino Unido, de la República de Irlanda, al sur, parte de la Unión Europea. Las condiciones que aplican al tráfico de personas y mercancías fueron pactadas, pero en un movimiento por sorpresa, Boris Johnson anunció su intención de modificar en el Parlamento partes clave del Protocolo de Irlanda del Norte. El enfado en Bruselas fue mayúsculo.

También es un momento inestable para la Commonwealth, más de medio centenar de países que pertenecieron al Imperio Británico y que mantienen estrechos lazos con Reino Unido. Muchos de ellos siguen manteniendo al monarca de Inglaterra como jefe de Estado simbólico. Pero algunos han decidido emprender el camino de salida. El último ha sido Jamaica, que anunció a principios de año que tiene la intención de independizarse por completo y de romper con la corona de Gran Bretaña, tras más de 300 años. Pretende seguir el camino de Barbados, que se convirtió en 2021 en el cuarto Estado caribeño en separarse del todo. Antes fueron Dominica en 1978, Trinidad y Tobago en 1976 y Guyana en 1970. 

Carlos III va a encontrarse también con un problema de legitimidad simbólica como cabeza de la iglesia anglicana. No en vano, es un hombre infiel confeso y divorciado en una Iglesia que no lo permite. Desde Enrique VIII no ha habido ningún otro rey divorciado. Hasta ahora. Camilla Parker Bowles, la segunda mujer de Carlos tras su separación de Diana de Gales, va a ser nombrada reina consorte. Fue una de las últimas peticiones de la difunta Isabel II. En febrero del 2022, con motivo del 70 aniversario de su llegada al trono, lo dejó todo atado: "Es mi sincero deseo que, cuando llegue el momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa su propio y leal servicio".