Conflicto en el este de Europa

Putin amenaza con limitar las exportaciones de grano y dejar a la UE sin energía

Contradiciendo los datos oficiales turcos, el mandatario ruso sostiene que los barcos de cereal que salen de Ucrania se dirigen a países de los Veintisiete

El líder del Kremlin avisa de que cortará los suministros de petróleo y gas si se introduce un límite a los precios

Putin, en el fórum económico de Vladibostok.

Putin, en el fórum económico de Vladibostok. / SERGEI BOBYLEV / TASS

Àlex Bustos

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha reafirmado este miércoles su pulso a Occidente desde la tribuna del VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del Lejano Oriente ruso. El máximo mandatario ruso ha cargado contra los países de la Unión Europea (UE), y en un intento de sortear su aislamiento internacional generando simpatías en el continente africano, les ha acusado, sin que los datos oficiales corroboren sus afirmaciones, de recibir la mayor parte de las exportaciones de grano ucraniano, tildándolos de "coloniales".

Debido a ello, el mandatario ruso ha informado que su objetivo es "limitar los destinos de las exportaciones de granos y otros alimentos", y ha explicado que quiere discutir esta idea con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que fue un mediador destacado en el acuerdo que ayudó a desbloquear el comercio marítimo desde los puertos del sur de Rusia.

Según ha argumentado Putin en el foro, "(los países europeos) han vuelto a engañar una vez más a los países en vías de desarrollo, y continúan engañándoles". Y ha alertado de que "con este enfoque la escala de los problemas alimentarios a nivel mundial solo se incrementaré, lamentablemente, provocando una catástrofe humanitaria inédita", ha enfatizado.

"Excluyendo a Turquía como mediador, prácticamente todo el grano que sale de Ucrania no va a los países más pobres, sino a Europa. Solo dos de 87 barcos han ido a los países en vías de desarrollo. 60.000 toneladas de 2 millones", ha recalcado. Las acusaciones de Putin y los datos que maneja el Kremlin no corresponden en ningún caso con la información oficial facilitada por las autoridades turcas, según ha informado la agencia France Presse, que sostiene que poco más de un tercio de las exportaciones se dirigen al continente europeo.  

"Países coloniales"

En la misma intervención, el jefe del Kremlin también se ha dirigido a los "países coloniales" de la UE para amenazarles con dejar de suministrarles petróleo, gas o carbón. Esa hipotética respuesta se produciría si se tomaran decisiones "de carácter político" que contradigan lo que esté firmado en los contratos en vigor, en referencia a las propuestas del G-7 y de la UE de poner un tope a los precios del crudo y del gas rusos. "No proporcionaremos nada si va contra nuestros intereses, en este caso económico", razonó el presidente ruso.

El G-7 estudia la posibilidad de permitir el transporte de petróleo ruso y sus derivados a nivel mundial solo si se venden por debajo de un precio máximo y los Veintisiete también debaten una medida similar. El objetivo es cortar la financiación de la operación militar en Ucrania.

Putin también ha tenido tiempo de sacar pecho de las acciones del Ejército ruso en Ucrania, y ha llegado a afirmar que su país "no ha perdido nada, ni perderá nada" en la llamada por el oficialismo ruso aún a día de hoy "operación militar especial". "Conseguiremos la paz y aceleraremos nuestro desarrollo porque el desarrollo moderno solo se puede basar en la soberanía", ha añadido antes de concluir que todos sus pasos en esas dirección son para "reforzar" su soberanía.

El mandatario ruso ha negado cualquier responsabilidad en el inicio del conflicto. "Nosotros no hemos empezado nada. Solo intentamos acabarlo". El pasado 24 de febrero Europa se despertaba con el mismo Putin anunciando que su Ejército se desplegaba en Ucrania para "desnazificar" y "desmilitarizar" un país que podía ser una amenaza para la misma Rusia, desde su punto de vista.

Asimismo, ha defendido el papel de su país contra las sanciones posteriores al inicio del ataque contra Ucrania y afirmó que Rusia "está afrontando la agresión económica, financiera y tecnológica de Occidente". "Hablo de agresión, porque no hay otra palabra para ello", ha reafirmado. El país euroasiático lleva seis meses bajo las sanciones de Occidente que han afectado a su economía y finanzas, siendo un problema para sus ciudadanos y empresas el suministro de algunos productos como medicamentos o tecnología.