Intento de magnicidio en Argentina

El hombre que quiso matar a Cristina Kirchner se tomaba fotos con el arma que utilizó contra la vicepresidenta

La justicia logró recuperar fotografías del agresor, quien se encuentra arrestado junto con su novia

Las imágenes habían sido tomadas meses atrás, lo que sugiere una acción planificada del atentado

Fernando Andres Sabag Montiel.

Fernando Andres Sabag Montiel. / Instagram

Abel Gilbert

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El intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner no fue llevado a cabo por un "lobo suelto" en estado de psicosis. Los investigadores han recuperado de la memoria del celular Samsung A50 de las fotografías de Fernando Sabag Montiel. Las imágenes son elocuentes: el agresor y su novia, Brenda Uliarte, posan con la misma pistola Bersa que falló al momento de disparar contra el rostro de la vicepresidenta argentina.

Esas fotografías habían sido tomadas varios meses atrás, un indicio, según la justicia, de que la acción podía haber sido planificada desde hace tiempo, con trabajos de inteligencia en los alrededores del edificio donde vive Fernández de Kirchner. Pero esa no es la única conclusión a la que se ha llegado: la pareja no habría actuado tampoco sola. La primera hipótesis que manejan los encargados de dilucidar el episodio es que la pareja no tiene pertenencia política pero forma parte del submundo que se alimenta en las redes sociales de mensajes que incitan a la violencia y la eliminación del adversario político.

Sabag Montiel es acusado de intento de homicidio. Tanto él como su novia se encuentran detenidos en sede judicial. La jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal federal Carlos Rívolo interrogaron en la noche del martes a Uliarte. A pesar de las evidencias encontradas en el celular y las cámaras de seguridad lindantes con la casa de Fernández de Kirchner, La Nación informó que ella le dijo a la magistrada que "solo acompañaba" a su novio la noche en la que Argentina estuvo a escasos segundos de una catástrofe política. La joven aseguró además que "no estaba de acuerdo con lo que pasó" y lo calificó de "aberrante", más allá "de las diferencias con esta señora", en alusión a la vicepresidenta. Leonardo Uliarte, el padre de la novia del atacante expresó su sorpresa por la situación que atraviesa su hija. "A ella no le interesa la política, por eso me parece muy raro que haya hablado de la corrupción. Esa no es ella". Su asombro es mayor por el hecho de que "yo soy muy de Cristina".

Un país lastimado

A cinco días del fallido atentado, el presidente Alberto Fernández volvió a tomar la palabra: "quien intentó llevar adelante un magnicidio no es un monstruo escapado de alguna tierra lejana, ni nació marcado para ser asesino. Es uno de nosotros, un joven, un miembro de nuestra nación, nuestra comunidad, nuestro país, que un día se ubicó fuera de los márgenes de la democracia, lleno de odio, de violencia y rompió nuestro acuerdo de convivencia".

De acuerdo con Fernández, Argentina "está lastimada". La memoria democrática, añadió, "no recuerda una imagen tan tremenda como aquella que vimos cuando alguien martilló una pistola a escasos centímetros de la cabeza de nuestra vicepresidenta". Gracias a un "milagro", el homicida "no logró su objetivo y eso nos alienta hoy a poder reflexionar sobre lo ingrato del hecho que deja al descubierto el tiempo en el que vivimos".

Polarización

Los días "complejos" a los que se refirió el mandatario están relacionados con la creciente tensión en un país fuertemente polarizado alrededor de la figura de Fernández de Kirchner. La oposición de derechas celebra el pedido de 12 años de prisión e inhabilitación permanente de la vicepresidenta del fiscal Diego Luciani. El kirchnerismo no solo sostiene que el juicio en su contra es una farsa que busca la proscripción de su líder. A su vez aseguran que la campaña difamatoria de su figura en los medios de comunicación y las redes sociales ha pasado de las palabras a los hechos el pasado jueves con la tentativa de magnicidio. El antikirchnerismo más furioso, añaden, no es ajeno a lo que ha sucedido. Los adversarios, en tanto, aseguran que el Gobierno intenta capitalizar el atentado para promover leyes contra la libertad de expresión.

Los fallidos disparos de Sabag Montiel han iluminado una trama más compleja que se conecta no solo con las disputas políticas del presente sino con los dramas del pasado. José Derman ha sido arrestado por celebrar en las redes el intento de asesinato. Derman es integrante de un centro cultural de ultraderecha. Pero es también hijo de una pareja de exdetenidos desaparecidos durante la última dictadura (1976-83).

De acuerdo con medios de prensa, su madre, Cristina Gioglio, fallecida dos años atrás, que falleció hace dos años, era un activa militante feminista y declaró en varias causas por delitos de lesa humanidad. En tanto, su padre, Alberto Derman, ha sido secuestrado en dos oportunidades y también testificó ante los tribunales en causas relacionadas con la represión. En las antípodas de sus progenitores, Derman expresó su "total apoyo al héroe brasileño que intentó hacer justicia por los argentinos".