Reino Unido

La curiosa despedida del poder de Boris Johnson: "Esto es todo, amigos"

El ex primer ministro británico se marcha con una frase de los dibujos animados 'Looney Tunes'

Boris Johnson, al despedirse del poder: "Esto es todo, amigos"

Boris Johnson, al despedirse del poder: "Esto es todo, amigos". /

El Periódico / Afp / EFE

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"Esto es todo, amigos", ha dicho Boris Johnson al despedirse este martes como primer ministro británico, antes de presentar formalmente su dimisión a la reina Isabel II, jefa del Estado del Reino Unido, en el castillo de Balmoral, en Escocia.

El exlíder 'tory', al igual que hiciera en el Parlamento, ha vuelto a echar mano de cultura popular para decir adiós. Si en aquella ocasión lo hizo en español con la recordada frase "Hasta la vista, baby", que usó el protagonista de 'Terminator',  Arnold Schwarzenegger, en la segunda entrega de la saga cinematográfica y justo antes de disparar su pistola, en esta ocasión su "That's all, folks" ("Esto es todo, amigos") remite a los dibujos animados 'Looney Tunes', siendo esa la frase con la que Porky cerraba cada capítulo de las aventuras de Bugs Bunny, el pato Lucas y el resto de sus amigos.

Comienza oficialmente la etapa Liz Truss al frente del Gobierno británico, a la que Boris Johnson prometió su "apoyo más ferviente" horas antes de pasarle el poder este martes.

En una declaración ante la residencia oficial del 10 de Downing Street antes de salir por última vez como primer ministro, Johnson destacó entre los logros de su mandato, que terminó bajo la presión de los escándalos, el Brexit, la puesta en marcha del amplio programa de vacunación contra el covid-19 y el apoyo a Ucrania tras la invasión rusa del país.

El líder conservador, de 58 años, al hacer balance de su gestión, citó el hecho de haber obtenido en 2019 la más importante mayoría conservadora desde 1987 con la promesa de realizar un Brexit que parecía imposible tras años de caos político.

Referencia histórica

Desde "la más rápida distribución en Europa de vacunas" contra el covid-19, hasta la "temprana entrega de armas a las fuerzas ucranianas" contra la invasión rusa, pasando por "un desempleo en mínimos nunca vistos desde que tenía 10 años", repasó.

"Soy como uno de esos cohetes impulsores que ha cumplido su función y ahora volveré a entrar suavemente en la atmósfera y me sumergiré invisiblemente en algún rincón remoto y oscuro del Pacífico" y "ofreceré a este Gobierno solo mi apoyo más ferviente", aseguró.

También hizo referencias históricas al compararse con Lucio Cincinato -el cónsul, general y dictador romano asociado a la virtud cívica-, al indicar que vuelve a su "arado". El recurso a Cincinato motivó conjeturas sobre si Johnson piensa volver a la arena política, ya que este general se marchó a su finca negándose a intervenir en política pero después regresó como un dictador.

Renuncia oficial

Tras su último discurso, de apenas 7 minutos, emprendió viaje hacia la residencia escocesa de la reina Isabel II, en Balmoral, para presentar oficialmente su renuncia.

El traspaso de poder suele hacerse en el Palacio de Buckingham, en Londres, a menos de 10 minutos en coche de Downing Street.

Pero este año, debido a los problemas de movilidad de la monarca, de 96 años, tanto Johnson como su sucesora deberán viajar más de 800 km al norte.

"El muy honorable parlamentario Boris Johnson tuvo una audiencia con la Reina esta mañana y presentó su renuncia como Primer Ministro y Primer Lord del Tesoro, que Su Majestad tuvo el agrado de aceptar", rezó el comunicado oficial del Palacio de Buckingham.

Tras Johnson, llegó el turno de Truss ante la reina para ser nombrada primera ministra. Durante un encuentro protocolario de apenas media hora, la monarca le pidió que, como nueva líder de la mayoría, forme gobierno.

La hasta ahora jefa de la diplomacia, de 47 años, fue anunciada el lunes como vencedora en la elección interna del Partido Conservador, frente al exministro de Finanzas Rishi Sunak, un multimillonario exbanquero de 42 años, nieto de inmigrantes indios.

Se convierte en la tercera mujer a la cabeza del Gobierno británico, tras Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019). Truss representa al ala más derechista del partido y prometió bajar impuestos para impulsar una economía al borde de la recesión.

Crisis inflacionista y energética

Esta tarde, está previsto que Truss regrese a Londres y dé su primer discurso en el mismo lugar donde se despidió Johnson, antes de formar su nuevo Ejecutivo.

El miércoles debe presidir su primer consejo de ministros y enfrentarse en la Cámara de los Comunes al líder de la oposición, Keir Starmer, que la víspera la acusó de "no estar del lado de la gente trabajadora", asfixiada por una inflación de más del 10%.

Los hogares británicos harán frente a partir de octubre a un aumento del tope tarifario del 80% en las facturas de gas y electricidad y muchas empresas e instituciones, incluidos hospitales y escuelas, advirtieron que tendrán que hacer recortes o incluso cerrar ante la imposibilidad de pagar.

Elegida en una votación donde solo participaron 82% de los 172.000 afiliados del Partido Conservador, en un país de 67 millones de habitantes, varios sondeos mostraron que buena parte de los británicos no confía en la capacidad de Truss para hacer frente a la crisis.

Pese a los escándalos, desde el "Partygate" -las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos- a las acusaciones de amiguismo, Johnson sigue disfrutando de popularidad entre las bases conservadoras y se dice que está dolido por tener que marcharse.

Pero el martes reiteró su llamado a la unidad del partido, a superar las divisiones agravadas por la lucha de poder entre Truss y Sunak.

"Sólo digo a mi partido que si Dylan y Larry han podido superar sus dificultades ocasionales, también puede el Partido Conservador", bromeó en referencia al perro y el gato de Downing Street.

En su primer discurso el lunes, Truss descartó convocar legislativas anticipadas, pero prometió la victoria en las próximas, previstas en enero de 2025 a más tardar, contra un Partido Laborista que no deja de ganar terreno.